Los dólares secuestrados el 13 de junio de 2016 al ex Secretario de Obras Públicas José Francisco López en un convento en las afueras de la provincia de Buenos Aires están en su lugar, no fueron reemplazados por billetes falsos, tal como le había asegurado el supuesto falso abogado Marcelo D’Alessio al productor agropecuario Pedro Etchebest, a quien intentaba extorsionar invocando el nombre del fiscal Carlos Stornelli. El tribunal oral federal número uno se movilizó hasta las bóvedas del Banco Central, alertado por la difusión de la grabación de un diálogo entre D’Alessio y Etchebest en el que el supuesto agente de la DEA, hoy detenido como miembro de una asociación ilícita, decía que el dinero había sido reemplazado por moneda falsa.

Este viernes, el juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, le había bajado el perfil al supuesto reemplazo de los nueve millones de dólares, después de que el fiscal federal Juan Pablo Curi pidiera que se investigara ese eventual delito. El juez reaccionó así a un curioso dictamen que firmó el jueves Curi, quien por un lado postuló que se investigaran nuevos hechos supuestamente delictivos atribuidos a D’Alessio, agentes de inteligencia y funcionarios judiciales (Stornelli está llamado a indagatoria por –cuanto menos- integrar esa asociación ilícita que investiga el juez), pero planteó la incompetencia de la justicia federal de Dolores para ocuparse del tema.

El juez Ramos Padilla consideró “prematuro” el pedido de investigación de Curi respecto de los dólares supuestamente falsos, ya que el elemento de sospecha es una serie de comunicaciones entre D’Alessio y Etchebest, en el contexto del intento de extorsión para evitar que el productor agropecuario fuera involucrado en la causa de las fotocopias de los cuadernos.

Una copia de la resolución fue enviada al presidente del tribunal oral que está juzgando a López por presunto enriquecimiento ilícito, Adrián Grunberg. El tribunal, en compañía de representantes de todas las partes involucradas en el proceso, concurrió al Banco Central y constató que los billetes afectados a la causa siguen estando en su lugar.

“Debe entenderse que todas las referencias que D´Alessio efectuaba de forma sistemática a Etchebest debían ser entendidas como un medio intimidatorio en el marco extorsivo pero también desde el prisma de quien no es un simple extorsionador”, escribió el juez.

Ramos Padilla advirtió que podrían haber pistas falsas, una suerte de “trampa cazabobos” para desviar la investigación, tal como ocurrió –y así lo resaltó- en la investigación por el atentado contra la AMIA y en la desaparición del albañil Jorge Julio López horas antes de la sentencia a perpetua contra el represor Miguel Etchecolatz.

El juez recomendó prudencia, “en virtud de los intereses en juego en esta investigación y de la corroborada participación de agentes y ex agentes orgánicos o inorgánicos de agencias de inteligencia nacional o extranjera en numerosas maniobras delictivas”. En la causa, insistió, se investigan  “planes criminales de toda índole y de una gravedad institucional”.

Las conversaciones en las que D’Alessio fanfarronea sobre su poder e influencias y le cuenta a Etchebest que los dólares secuestrados a López fueron suplantados por billetes falsificados “ameritaban ser contrastadas en cada caso de manera prudente, reflexiva, puntillosa y analítica en conjunto con las demás constancias del expediente, con las que pudieran arribar luego y con las que pudieran obrar en otras investigaciones judiciales”.

“No sólo no se han recabado –al menos hasta el momento- nuevos elementos probatorios no contaminados a partir de la información digital registrada en los aparatos celulares, computadores y demás dispositivos electrónicos de almacenamiento incautados a D´Alessio en aquel primer procedimiento que pudieran permitir reafirmar esas expresiones” sobre los dólares adulterados, reflexionó el juez.