Entre el 12 y el 18 de agosto se llevará a cabo en Buenos Aires el Segundo Congreso Internacional Gombrowicz al que asistirán especialistas de todo el mundo. En él se combinará la literatura con las investigaciones académicas, el cine, el teatro, el diseño, una sala de escape y “otras provocaciones” según lo anuncian sus organizadores. La radio también ocupará un lugar destacado y ya se adelantan al comienzo oficial del congreso algunas actividades.

En el marco del proyecto Radio Gombro (una radio de 24 horas dedicada al escritor polaco), Alejandro Dolina y su equipo harán un programa especial en la Biblioteca Nacional este miércoles, 10 de julio, a las 18. De este modo, La venganza será terrible, con más de treinta años en el aire, será parte del este particular congreso en el que “se hablará bien de Gombrowicz y mal de Borges o al revés”. Participarán, además de Dolina, Patricio Barton, Gillespi y el Trío si nombre. Estos singulares participantes declararon a través de su programa. “la gente de organiza el Congreso Gombrowicz es gente que está loca y por eso nos invita a nosotros.”

Durante el mes de agosto, Radio Gombro tendrá una emisión de 24 horas de la que participarán voces de varios países, entre las que se contarán la de Rita Gombrowicz, esposa del escritor, y la de Enrique Vila-Matas, quien es afecto a los escritores “raros” por decirlo de alguna manera. Él mismo relata que su relación con Gombrowicz o, más bien, con una foto de Gombrowicz, fue “amor a primera vista”. 

“Ante todo, -dice Vila-Matas- quiero aclarar la forma ridícula en que surgió mi fascinación por la literatura de Gombrowicz. Surgió mucho antes de leerle. Nació exactamente de la visión de una fotografía que acompañaba a la entrevista que le hacían en el número uno de la revista española Quimera. Gombrowicz posaba con una gorra, muy altivo, en lo alto de lo que parecía un carruaje, en Tandil, Argentina. Tenía lo que yo entendía que había que tener, un arrogante rostro de persona inteligente. Aún no sabía que él había escrito: “Cuanto más inteligente se es, más estúpido.” Aún no sabía esto ni otras muchas cosas, pero me pareció intuir que en la entrevista Gombrowicz decía cosas geniales o enrevesadas. Las frases enrevesadas acabaron pareciéndome incluso mejores que las geniales. Quiero ser como él, pensé inmediatamente. No quería ser como Juan Benet o Sánchez Ferlosio. Quería ser un escritor no-español, y a ser posible raro y del país más extraño que encontrara. Y cuando fuera maduro, quería escribir sobre la inmadurez, como Gombrowicz, y tener un rostro tan orgulloso como él.”

Entre ambos escritores existe una afinidad literaria que Rodrigo Fresán define así: “Vila-Matas es, como Gombrowicz, periférico por elección y no por condena.” Por esta razón, no es arbitrario que el escritor nacido en España participe radialmente del Congreso que tiene como centro al escritor polaco.

Además de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno, el Congreso tendrá otras sedes: IDAES – Universidad de San Martín; Espacio Borges – Biblioteca Miguel Cané; Biblioteca Lugones; Biblioteca Ignacio Domeyko; Casa Polaca y Librería Witolda. Todas las actividades serán gratuitas, excepto las presentaciones teatrales.

El primer Congreso Gombrowicz se llevó cabo en Buenos Aires y dejó “secuelas”: un ciclo de teatro, muestras de arte en la Biblioteca Nacional y el Teatro San Martín, un documental próximo a estrenarse, un city tour, intervenciones en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA y la Feria del Libro, ciclos de lectura, charlas con especialistas, el game show “Contra los escritores”, la creación de una biblioteca y audiovideoteca Gombrowicz y la publicación de la revista Witolda y de los libros Esto no es una nariz y El fantasma de Gombrowicz recorre la Argentina.

El nuevo Congreso, que se realiza a 50 años de su muerte, promete ser “el mayor del mundo” como homenaje al escritor polaco que vivió en la Argentina durante 24 años. Nació en 1904 y murió en 1969. Llegó a la Argentina en 1939, en el transatlántico Chobry que inauguraba la travesía Polonia – Buenos Aires y no pensaba quedarse. Pero al llegar a destino, la realidad de su país de origen había cambiado: Hitler había invadido Polonia y el regreso era imposible. Posiblemente tampoco pensó mientras cruzaba el mar que su viaje sería decisivo para la historia de la literatura argentina.

Se trata de un evento para todo el que se interese por la figura de Gombrowicz aunque no haya leído ninguno de sus libros, según explican sus organizadores.