Mitos del futuro próximo, una exposición inspirada en el cuento homónimo de J. G. Ballard, busca generar un puente a través del arte entre la cultura argentina y surcoreana. En una suerte de fusión temporal y espacial, la muestra establece un diálogo entre la Masacre de Gwangju, ocurrida el 18 de mayo de 1980, y la última dictadura cívico-militar argentina. Ocho artistas se permiten pensar la Memoria y los Derechos Humanos, hilvanando dos procesos que, a pesar de la distancia cultural y geográfica, tuvieron como protagonista al pueblo en la lucha por la recuperación democrática. 

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Como en Argentina, los habitantes de Corea del Sur resistieron al gobierno de facto en las plazas. En 1980, en la ciudad de Gwangju, se produjo un levantamiento contra el gobierno dictatorial de Chun Doo-hwan. Durante siete días, el pueblo se reunió en la plaza central, para hacer asambleas populares y resistir al totalitarismo. El gobierno militar perpetró una masacre donde murieron alrededor de 2000 personas. Este acontecimiento dio inicio al proceso de recuperación democrática que se produciría recién siete años después, en 1987.

En 2020, por el aniversario de los 40 años del levantamiento, la Fundación Bienal de Gwangju comenzó a organizar distintas exposiciones alrededor del mundo, para establecer un vínculo con países en donde ocurrieron situaciones similares. Por la pandemia, muchas de estas muestras tuvieron que postergarse. Es el caso de la muestra Mitos del futuro próximo que tenía fecha para ese año en la Argentina, pero no pudo realizarse por las medidas de prevención del Covid-19. Finalmente, este verano, del 2 de diciembre hasta el 5 de marzo, la exposición podrá visitarse en el Parque de la Memoria, en la sala PAyS (Presentes, Ahora y Siempre).

La memoria del levantamiento del 18 de mayo en Gwangju, ocurrido algunos años después de que las Madres comenzaran sus encuentros de los jueves en la Argentina, permite pensar en bucles temporales. Habría “una experiencia de grado cero, que protege el pasado mientras avanza hacia un futuro: como los cuerpos que vivieron estas historias – las Madres de Plaza de Mayo y las Madres de Mayo de Gwangju– y que pueden transmitirlas físicamente a nuevos cuerpos. Mitos del futuro próximo comienza con el intangible pero poderoso acto de encarnar la historia, de encontrar relatos de resistencia y traumas compartidos”, se lee en la invitación del evento.

El arte como puente

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Con curaduría de Sofía Dourron y Javier Villa, la exposición cuenta con las obras de cuatro artistas coreanos y cuatro argentinos que, generacionalmente, no han atravesado la totalidad de los procesos dictatoriales. O bien eran adolescentes durante los gobiernos de facto, o bien todavía no habían nacido. “Esta mirada ‘fresca’ de los acontecimientos nos permite revisar la historia para ir hacia adelante y poder pensar un futuro. Nos preocupan las democracias a nivel mundial, sobre todo por el avance de la extrema derecha. El arte puede ser una herramienta de transmisión ideológica, a través de un vehículo poético y no tanto un vehículo propagandístico partidario. Un gesto más poético para transmitir ideología hacia el futuro. El arte puede construir imaginarios que se sostienen en el tiempo como memoria, más allá de los datos históricos. La exposición muestra cómo los artistas hicieron para encarnar ese pasado, revisarlo y a la vez transmitirlo”, explica a Tiempo Javier Villa.  

Se podrán observar obras como la de Adrián Villa Rojas, que realizó un trabajo de clonación sobre los árboles de palta de la ex ESMA. “Reproducir y regalar esos árboles, que fueron testigos del horror del centro de tortura, es una forma de continuar y desplegar el proceso de memoria”, destaca Villa. También habrá performances, como 5001: pentagon de Young In Hong, en donde personas de diferentes partes del mundo encarnan distintos movimientos corporales de los ciudadanos de Gwangju durante los años 80 a través de una coreografía basada en imágenes encontradas en el Archivo Democrático del 18 de Mayo. También habrá reflexiones sobre la educación y proyecciones audiovisuales. Agustina Triquell, Eduardo Molinari, Im Heung-Soon, Lucrecia Lionti, Part-Time Suite, Choi Yun/Minhwhee Lee son los demás artistas que le dan forma al evento.

“La muestra es interesante para empezar a construir vínculos. Somos culturas bastante distintas a pesar de que compartimos un mismo mundo y una misma herida. Está bueno hacer este tipo de experiencias porque, en algún sentido, a través de un mismo trauma se pueden unir culturas que parecen diferentes. No sólo para construir memoria sino también estrategias de sensibilización para mantenernos alerta y defender la democracia en distintas partes del mundo. Y también para tener una visión más imaginativa y ficcional hacia el futuro. Para re-imaginarnos como sociedad. Eso es lo que nos hace falta en definitiva: una nueva imaginación política. El arte y la cultura pueden ayudar a esa tarea”, dice Villa.

La muestra podrá visitarse, con entrada gratuita, en la Sala PAyS (Presentes, Ahora y Siempre) del Parque de la Memoria, ubicado en avenida Costanera Norte Rafael Obligado 6745 (CABA), de martes a viernes de 11 a 17 y los fines de semana y feriados de 11 a 18, hasta el 5 de marzo próximo. Los interesados a participar de la performance deberán consultar al mail [email protected].