Con el rock en estado de sitio, atrapado por el cerco que le ha impuesto el auge de ritmos hasta hace algunos años marginales como la cumbia, el regaetton o el más contemporáneo trap, no es arriesgado afirmar que lo mejor que ha producido el género durante las dos primeras décadas del siglo XXI no ha surgido del espacio musical, sino del de las letras. Ni hablar si se piesa de Jazz, convertido prematuramente en música clásica. Es verdad esta afirmación forma parte de un juego provocador. También es cierto que mientras el surgimiento de bandas de rock o ensambles de jazz que capturen la atención de un público masivo ha menguado de manera notoria (peor aún si se piensa en la retracción del mercado discográfico, que en realidad afecta a todos los géneros por igual), el fenómeno de los libros “musicales” se encuentra en su mejor momento. Tres títulos recientes lo confirman: se trata de Ramones en Argentina, de Gerardo Barberán Aquino; El ritual de Jane’s Adiction, de Fabrizio Pedrotti; y Grandes del jazz internacional en Argentina, de Claudio Parisi.

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No se trata de simples biografías, que sería lo esperable, sino de un ensayo que bucea en el mito detrás de un disco, una antología de relatos que combinan lo histórico con lo anecdótico y una cronología documentada acerca de la banda neoyorkina más argentina del mundo. Todos forman parte de un fenómeno que no se detiene en nombres obvios como los de The Beatles o Rolling Stones. La tendencia incluye libros sobre artistas de la talla de Metallica, Piazzolla, Charly García, Aníbal Troilo, Joy Divison, Spinetta, Calamaro, Queen, además de investigaciones sobre espacios o publicaciones míticas, y otras que documentan el desarrollo local de los géneros más diverso, del blues o la música experimental. Incluso se han publicado en los últimos años novelas gráficas basadas en las historias de artistas como Nirvana, Bob Marley o los omnipresentes Ramones. Un universo en plena expansión.
El fenómeno se apoya en el surgimiento de editoriales dedicadas a producir material ad hoc. Entre ellas deben mencionarse a sellos como Caja Negra, Ma Non Troppo, Maten al Mensajero, entre otras, además de las eventuales incursiones de los grandes grupos editoriales. Entre todas ellas se destaca Gourmet Musical, verdadera usina de libros dedicados a la música, a cuyo catálogo pertenecen los tres libros citados.

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Puede decirse que Ramones en Argentina y Grandes del jazz comparten la premisa de origen: ambos buscan trazar un mapa preciso del vínculo que distintos artistas mantuvieron con este territorio al sur de todo. El primero limitándose al recorrido del popular combo punk por los escenarios del país, desde su primer show en el estadio Obras (febrero de 1987) hasta el último en marzo de 1996, en cancha de River, el más multitudinario que la banda dio en su vida. El segundo realizando un cronograma exhaustivo de nombres, fechas y testimonios que dan cuenta del desempeño de los nombres más notorios de la historia del jazz frente a auditorios locales. Por su parte El ritual de Jane’s Adiction toma como disparador al segundo disco de la banda californiana, Ritual de lo habitual (1990), cuya influencia marcaría el rumbo estético de la escena rockera de esa década.


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Pero si hubiera que reunir a los tres títulos bajo una etiqueta que los identifique, debería decirse que se trata de libros que cuentan historias de amor. El de Barberán Aquino retrata el intenso romance que mantuvieron los Ramones con sus fans argentinos. Es sabido que los neoyorquinos fueron más populares acá que en cualquier otro lugar del mundo y que inicialmente aquel show del ’96 se había programado para ser también el último que daría la banda. Adicionalmente el libro aprovecha su viaje para esbozar una síntesis de la evolución del género en el país, convirtiéndose en una breve y espontánea enciclopedia del punk local. La historia de amor de El ritual de Jane´s Adiction parece ser más íntima: la de Pedrotti con aquel disco emblemático. La intensidad del vínculo se traduce en un libro que no solo aborda la gran influencia que la obra de Jane´s Adiction y ese disco en particular tuvieron sobre su época, sino que debe ser el más completo que se haya escrito sobre la banda en el mundo. Por su parte Parisi retrata la pasión que los argentinos sintieron por el jazz en el período que va de 1956 a 1979, acumulando una cantidad de anécdotas imperdibles sobre el paso por el país de artistas de la talla de Louis Armstrong (que en 1957 acabó detenido en una comisaría por una denuncia de ruidos molestos), Dizzy Gillespie, Ella Fitzgerald, Duke Ellington, Bill Evans o Lionel Hampton, entre muchos, muchísimos más.