El folklore y el tango, encarados por dos intérpretes de generaciones distantes entre sí, pueden mantener su espíritu y su esencia.

Tal es el caso de Sofía Kusznir, que acaba de editar Jazmín en flor, y del Cuarteto Rioplatense, con su flamante disco Luna, jazmín y Santa Rita.

Kusznir, joven cantante bonaerense poseedora de una voz cristalina y un decir que realza tanto las melodías como las poesías de las canciones que la tienen como intérprete, se interna en un repertorio en el que conviven los cuatro puntos cardinales del folklore argentino.

La mecedora atmósfera litoraleña de «Espinal de sueños» de Jorge Milikota, la dinámica de «Gato panza arriba» de Juan Falú o la cadencia de la huella de «Besándonos la prisa» de Federico Pecchia encuentran en su canto un vehículo expresivo que apunta al corazón de cada canción.

Lo mismo ocurre con la conmovedora versión de «Guitarra desolada» de Carmen Guzmán, en un diálogo íntimo con la guitarra de Federico Pecchia y el contraste con la vibrante adaptación de «La tucumanita» de Atahualpa Yupanqui, en este caso con la intervención de Pecchia, Martín Koiffman en bajo, Ezequiel Ferraro en percusión y Rodolfo Cabrera en coros.

Del álbum participan como invitados Gustavo Patiño, Nicolas Bidegay en bombo legüero, Diego Frías en vientos andinos, Joaquín Peduzzi en  piano y Lucas Aguirre en violín.

La búsqueda de Kusznir consiste en conjugar en cada tema pasión y emoción. El repertorio que integra la placa muestra la amplia paleta sonora en la que el folklore le proporciona un vehículo para logar sus objetivos. La pasión y emoción con que encara sus temas se suman a una calidad vocal que la ubica como una gran promesa del canto autóctono que no apela a desbordes y que pone su voz al servicio de la esencia de cada canción.

En agosto de 2016, en el barrio de Villa Santa Rita, el guitarrista y cantor uruguayo Alfredo Sadi, rearmó el Cuarteto Rioplatense con Quique Sosa (acordeón), Matías González (contrabajo y voz) y Sebastián Barrera (guitarra).

Luego de una extensa serie de presentaciones, sus integrantes entraron al estudio de grabación para registrar la placa, Luna, jazmín y Santa Rita.

Sadi, quien integró la formación original del cuarteto con la cual registró en 1998 el disco Por los caminos de Anibal Troilo, tiene una extensa trayectoria. Trabajó con artistas de la talla de Antonio Tormo, Roberto Goyeneche y Alberto Marino, además de  acompañar a Alfredo Zitarrosa, en la primera etapa de su exilio entre febrero y septiembre de 1976.

Lejos de mantenerse quieto, el músico de 81 años encara en este trabajo discográfico un repertorio basado en clásicos del tango, la milonga y de la música rioplatense.

Es así que desfilan temas de su autoría como el que da título al disco, «Arrabal amargo» de Gardel y Le Pera, «Pa´l que se va» de Zitarrosa o su creación «El pequeño milagro» (en coautoría con E. Ariosa) en los que también se hace cargo de la voz.

El cuarteto encara con parsimonia «Silbando» de Castillo, Piana y González Castillo, pieza a la que el acordeón le otorga un aire nostálgico que precede al «canto» a cargo del contrabajo.  En la atrapante versión de «El choclo» de Villoldo, los acertados cambios de protagonismo entre la guitarra y el acordeón muestran la minuciosa labor de los arreglos que, ceñidos a las estructuras de los temas, colorean de manera precisa cada compás.

Luna, jazmín y Santa Rita es un retrato musical que se disfruta plenamente en una tarde de sol en el patio de alguna casa perfumada por el aroma de glicinas.

Sofía Kusznir presenta Jazmín en flor el 19 de octubre a las 21 en Espacio Tucumán, Suipacha 140 (CABA).

Cuarteto rioplatense presenta Luna, jazmín y Santa Rita, el 21 de octubre a las 20 en Mora Bar, Ángel Justiniano Carranza 1969 (CABA).