En la Argentina, donde hay una actividad cultural incesante, la publicación de revistas literarias, es ya un clásico. Podría hacerse una larga lista de publicaciones de muy buena calidad de contenidos y buena factura. Lamentablemente, también es un clásico que estos proyectos naufraguen pronto por falta de presupuesto y/o de apoyo de las instituciones.

 La Balandra, dirigida por la escritora y editora Alejandra Laurencich es una excepción a la regla. Parece haber encontrado una fórmula amplia y abarcativa que interesa por igual a escritores ya formados y consagrados como a quienes recién empiezan y necesitan una guía certera para entrar al mundo tanto de la escritura en sí como de la publicación. 

Es así que La Balandra acaba de lanzar su edición número 13. En este número la gran pregunta que responden especialistas es ¿Existen los escritores fantasmas? Se refiere, por supuesto, a esos escritores que escriben con el nombre de otros que son los que cargarán ya sea con las buenas críticas y la fama o con las malas críticas y la escasa trascendencia. “Novelas, relatos, ensayos, autobiografías, textos académicos, manuales con temáticas diversas que van desde la aromaterapia a la informática, así como infinidad de encendidos discursos políticos les deben mucho –o casi todo- a los ghosts. Porque  ¿cómo podría tocarnos el alma el duro testimonio de un sobreviviente del Holocausto sin la entrega de un escritor que durante meses ha trabajado a la par, inmerso en la realidad ajena, poniéndose en la piel de su protagonista? ¿Cómo apasionarnos con el relato de un Maradona íntimo sin esa pluma comprometida, capaz de tamizar las palabras y los silencios que logren transmitir la viva voz del Diego?” Planteadas estas preguntas por La Balandra, contestan y aportan sus propias experiencias Julia Saltzmann, Enzo Maqueira, Gonzalo Unamuno, Elsa Drucaroff, Ernesto Mallo, Licia López de Casenave, Tatiana Goransky, Inés Garland, Carolina Kenigstein, Carlos Santos Sáez y Juan Carlos Kreimer. 

El número abunda en “platos fuertes”. Uno de ellos, sin duda, es la nota del Premio Nobel J.M.Coetzee en la que cuenta cómo comenzó, de qué forma dio sus primeros pasos literarios, cuál fue el trayecto entre sus primeros poemas juveniles y el discurso que escribió para recibir el premio de la Academia sueca. La entrevista a Coetzee fue realizada por Flavia Pittella. 

Además, textos de nuevos narradores, aportes de Ariel Urquiza con consejos para los escritores que recién empiezan, de María Teresa Andruetto que habla de su infancia y Leila Guerriero que esta vez no hace una crónica, sino que comparte una plegaria muy necesaria para cualquier escritor ya que invita, sobre todo, a sacudirse el ego. La propia Laurencich hace sugerencias básicas para escribir narrativa. Además, información sobre los concursos literarios nacionales e internacionales de los que se puede participar, cuentos y fragmentos de novelas, reseñas, entrevistas, un viaje por las lecturas de Leopoldo Brizuela, una entrevista a Alberto Manguel y mucho más.

 La revista es anual y, por supuesto, coleccionable. Por sus características y por las temáticas que desarrolla se transforma en una publicación de consulta, cuya lectura no se agota, ya que invita a volver a sus diferentes números una y otra vez en busca de material para diversos temas.