María Rosa Lojo es, sin duda, una de las escritoras argentinas con mayor proyección internacional. Así lo corroboran los múltiples premios que ha recibido, al que ahora se suma la Medalla Europea de Arte y Poesía (European Medal of Poetry and Art-Homer). El galardón se otorga como reconocimiento a la trayectoria. Quienes fueron reconocidos con esta distinción son hasta el momento Tim Lilburn de Canada en 2017, Juan Mestre, de España, en 2018, Patrick Lane, de Canadá, en 2019 y nada menos que el gran poeta Antonio Gamoneda, de España en 2020.
“Hasta ahora el premio no lo había ganado ningún argentino, ningún latinoamericano, ni ninguna mujer, le dice Lojo a Tiempo Argentino. Es cierto que es un premio joven que comenzó a otorgarse en 2016, pero nosotros estamos un poco lejos de todo y, además, está naturalizado que primero se premia a escritores varones.”
Creado en Bruselas, el premio es otorgado anualmente por un Comité Internacional que incluye académicos y poetas. En esta oportunidad, el jurado está presido por Darius Thomas Lebioda (Polonia) y Zhao Si Fang (China). El galardón tiene una amplia representatividad internacional, ya que sus miembros provienen de diecisiete países, de América, Europa y Asia.
“Siento que este premio fue muy bien recibido –agrega Lojo-. Creo que en la situación desoladora con tantas malas noticias como la que estamos viviendo, una linda noticia cultural alegra. Me felicitaron viejos amigos a los que hacía tiempo que no frecuentaba y se está haciendo eco la prensa argentina. Como hija de padre gallego, me alegró mucho que lo anunciara también La Voz de Galicia y la noticias estuviera en el portal de la Real Academia Gallega.” Fuera de Galicia fue publicado también en el portal virtual de la Biblioteca Miguel de Cervantes. La repercusión es más de la que yo esperaba y me conmovió mucho.”
Hija de inmigrantes españoles –padre gallego y madre castellana- que llegaron a este país huyendo de los desastres de la posguerra, la inmigración es un tema recurrente en su producción literaria. A fines de 2019, fue nombrada Miembro de Honor de la Academia Gallega de la Lengua (RAG).
En los últimos tiempos son muchas las mujeres argentinas que han recibido importantes premios internacionales. Tres de ellas en el campo de la ficción: Mariana Enriquez, Selva Almada, María Gainza y otra en el campo de la crónica, Leila Guerriero. “Es una especie de constelación -dice Lojo-. Las mujeres van emergiendo a la luz pública, cosa que antes pasaba mucho menos.”
En 2017, el Festival Internacional de Poesíá de Trois Rivieres, le entregó a la autora el Premio Internacional Antonio Viccaro por su libro Esperan la mañana verde. Fue en ese festival que Lojo conoció a la poeta china Zaho Si Fang, quien es la vicepresidenta del comité que entrega el premio. Esta poeta y académica, que, además, es editora de la prestigiosa revista Poetry Periodical, la invitó a participar del Festival Internacional de Poesía que se celebra en la ciudad china de Suining. “Creo que el hecho de que esta poeta china me conociera en Canadá –explica Lojo- precisamente por un premio que se entregaba a poetas latinoamericanos puede haber despertado la curiosidad por indagar un poco más en la poesía de Latinoamérica y sobre quién era yo. Luego del Festival seguimos manteniendo correspondencia, seguimos en contacto. En esa oportunidad algunos poemas míos fueron traducidos al chino y leídos aunque no se reunieron en un libro. Por mi parte, yo los leí en mi lengua.”
Ahora, como parte del premio, se publicará una antología personal en la Homer Medal Laureates Series impresa por la East Normal China University Press.
Además de escribir una importante obra poética y de ficción, Lojo fue investigadora principal del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) desde donde hizo importantes contribuciones al campo de la literatura argentina.
En tiempos de pandemia, no cesa de trabajar. “Estoy haciendo de todo –dice- y eso me ayuda a neutralizar los momentos malos, de depresión, que trae la pandemia. Estoy con dos trabajos de ensayo que me han llevado mucho tiempo. Uno de ellos es el discurso de ingreso a la Real Academia Gallega. Ya tengo hecha la parte más corta que es para lectura y me falta redondear el discurso extendido que es para publicar.”
Y agrega: “El año pasado se cumplieron 80 años del exilio republicano español. Se hicieron actividades en diversos países y aquí, en la Argentina, se hizo un congreso importante llamado Argentina Transatlántica organizado por la Universidad de El Salvador y la Universidad Brown de Estados Unidos. En ese congreso hubo dos paneles, uno sobre el exilio y otro sobre mi obra de ficción. Como resultado de esos paneles ahora se va a publicar un dossier en la revista Anales de literatura hispanoamerica de la Universidad Complutense de Madrid con los trabajos que se presentaron. A mí me pidieron que aportara un testimonio personal. Eso significó reescribir mi historia y la historia de mi familia, trabajar más en el personaje de mi madre al que le he dedicado menos espacio en mis testimonios. Además, estoy preparando para la AMIA una conferencia sobre Leopoldo Marechal al cumplirse 50 años de su muerte y 50 años de su novela Megafón o la guerra que él no llegó a ver publicada porque murió muy poco antes de que se imprimiera.”
“Además –añade- volví a la poesía y estoy trabajando a través de ella sobre la experiencia de mi viaje a China que fue muy impactante para mí. He sigo y espero seguir siendo una persona muy viajera y la poesía es un gran viaje con una dimensión no ordinaria donde vemos la vida de una manera diferente a la dimensión utilitaria. Es un recorrido poético del mundo que llegué a ver.”
A esto se suma un libro de cuentos que en el mes de marzo entregó a Alfaguara y que se llama Así los trata la muerte. “Este libro vuelve sobre el espacio del cementerio de la Recoleta. Habla de escritores que están enterrados allí, como mis queridos hermanos Mansilla, Victoria Ocampo y otros personajes que no son escritores. Propone ver qué pasa con esos personajes después de que mueren. Es a la vez histórico y de imaginación. Cada uno de ellos encuentra el trasmundo que construyó con su vida. Y no sólo hay personajes argentinos. Hay un cruce epistolar en esa otra dimensión que es la muerte, por ejemplo, entre Camila O´Gorman y Eloísa, la amante de Abelardo. Una figura que conoce poca gente pero que es muy interesante es el jefe de bomberos José María Calaza, un gallego de La Coruña, un héroe nacional, una figura que realizó muchas hazañas. En mi libro, este bombero decide ir a ver a Nerón al infierno porque es el incendiario con más fama de toda la historia, aunque ahora se discute si realmente incendió Roma. De todas maneras, tenía méritos suficientes para ir al infierno. Con este libro me entretuve y aprendí muchísimo. Su fecha de aparición depende de la evolución que tenga la pandemia.”
“En épocas de incertidumbre –agrega- siempre me he salvado haciendo el trabajo que me gusta hacer”.