A través del tiempo y en las distintas sociedades, la lectura, en forma solitaria o colectiva, acompañó los diferentes momentos por los que transitó la Humanidad. Desde la Antigüedad clásica, la lectura fue pasando por diferentes etapas y formas de manifestarse. Al principio, se abrió paso entre la oralidad como soporte de la palabra hablada: la escritura a modo de ayudamemoria surgió como un registro de lo que hombres y mujeres no podían seguir cumulando en su “disco rígido” histórico y social. Durante la Edad Media, la lectura silenciosa cobró un lugar de gran importancia para la construcción del conocimiento en una sociedad occidental en la que el debate público ya no era el centro de referencia. Con la Edad Moderna, el Renacimiento y el surgimiento de la burguesía, la lectura se volvió una práctica emparentada a ciertos sectores exclusivos de la sociedad, una herramienta para la adquisición de conocimientos vinculada a la posibilidad del tiempo libre, es decir, que podían leer quienes tuvieran los recursos y los medios económicos para hacerlo. Con la Revolución Francesa, el libro pasó de ser una herramienta de dominación a convertirse en la puerta de acceso a un medio revolucionario.

 A partir del alcance que fue obteniendo junto con el desarrollo de una educación y procesos de alfabetización a grandes escalas, la lectura no sólo comenzó a ocupar un lugar fundamental para la educación, sino que sostuvo e incrementó su incidencia como un medio para la recreación, el desarrollo de la imaginación hasta convertirse en un poderoso medio de comunicación. Junto con el surgimiento de las nuevas tecnologías, los modos de leer cambiaron tanto como el modo de percibir e interpretar los hechos de la realidad.

A lo largo de la historia, se sabe, la Humanidad atravesó por situaciones críticas en las que la lectura como práctica estuvo presente. En contextos de crisis, de guerra o de pandemia, millones de lectores se refugiaron en sus bibliotecas. “A veces los desempleados le pedían a la lectura que los llevara `fuera del mundo. Otras veces, al contrario, lo que esperaban era que los mantuviera `dentro del mundo” dice Martin Poulain en “Les sociologies de la lectura” y fue así como la lectura se volvió una práctica necesaria. Lo mismo ocurrió durante la Segunda Guerra `Mundial y, según testimonios recientes, luego del atentado a las Torre Gemelas y los atentados en París, por nombrar sólo algunos acontecimientos traumáticos que marcaron la historia de Occidente en la última mitad del siglo.

En nuestro país, hace 26 años se viene llevando a cabo un evento dedicado a promover la lectura y que constituye un acontecimiento único tanto en Argentina como en Latinoamérica, un espacio de aprendizaje, reflexión y pensamiento a la vez que una experiencia compartida. Esto es posible gracias a la labor incansable que viene realizando desde hace años la Fundación Mempo Giardinelli que, desde el Chaco, logra que el Foro sea un encuentro inigualable de los libros, los autores y las autoras con sus lectores y lectoras.

Este año se realizará los días 18, 19 y 20 de agosto próximos bajo la modalidad virtual y estarán presentes reconocidos escritores y académicos de nivel internacional para debatir, informar y proponer estrategias lectoras, tal como se ha hecho en cada Foro desde 1996. El lema de esta edición, y para honrar la trayectoria de la Institución, es “Más que nunca, leer abre los ojos”.

Se han programado tres Conferencias Magistrales que estarán a cargo de la poeta portuguesa Ana Luísa Amaral (reciente ganadora en España del Premio Reina Sofía); de nuestro laureado escritor y académico Noé Jitrik; y del reconocido escritor de obras clásicas para niños y jóvenes, Luis Pescetti. Como siempre, habrá mesas de debate con la presencia de distinguidas personalidades de varios países de América y Europa. Asimismo, y como cada año, media docena de talleres abordarán temáticas referidas al fomento de la lectura a cargo de prestigiosos especialistas nacionales y extranjeros. Y como siempre, cada jornada se cerrará con tertulias literarias de la mano de reconocidos poetas y narradores.

Siguiendo la tradición iniciada en 1996, también tiene como invitados a reconocidos poetas y escritores y escritoras  como Alejandro Dolina, Claudia Piñeiro, Selva Almada, Eduardo Sacheri y Graciela Bialet, además de los chaqueños Francisco Tete Romero y Oscar Yaniselli, quienes compartirán mesas, talleres, debates y tertulias con destacados especialistas en fomento de la lectura como Paco Abril y Beatriz Sanjuan (España), Cutzi Quezada y Ramón Salaberría (México), Rodrigo Lacerda (Brasil) y Liliana de la Quintana (Bolivia), entre otros.

Tiempo Argentino dialogó en exclusiva con Mempo Giardinelli sobre la próxima edición del Foro:

El año pasado, con motivo de la inauguración del 25 Foro, que significó todo un evento, no solo por la situación de pandemia sino por el festejo del cuarto de siglo, dijiste en el discurso de inauguración “Si algo hemos hecho durante estos 25 años es resistir. Leer ha sido siempre un acto de resistencia: a la ignorancia, a la carencia educativa, a la improvisación.” Y el lema fue “Leer en tiempos de incertidumbre”. En esta edición el lema es “Más que nunca leer abre los ojos”. ¿Por qué ese “más que nunca” de esta edición?

—Me parece que ahora tenemos menos incertidumbre respecto de la peste. La sigue padeciendo el mundo y nuestro país, claro está, pero tenemos ya algunas certezas, como que va a durar y que ya hay vacunas. En este sentido, lo que en 2020 era pura incertidumbre hoy es tarea. Y en nuestro caso, en materia de Pedagogía de la Lectura, que es lo que venimos enseñando desde hace un cuarto de siglo, la tarea es seguir abriendo ojos, ahora en doble modalidad: virtual y, cuando se pueda, presencial. Porque así empieza el camino hacia el conocimiento.

En el discurso de inauguración del año pasado también afirmaste que “la lectura es una batalla por dar. Y eso es lo que nos convoca.”  ¿Cómo venimos con respecto a esa batalla y cuál es el rol del Foro dentro de ella?

—Venimos como siempre: trabajando. Con todo respeto hacia las muchas y riquísimas expresiones culturales, para nosotros todo comienza en la lectura .Un pueblo que no lee no tiene salvación; su destino inexorable será la oscuridad, la ignorancia. En este sentido la batalla cultural, tan necesaria hoy en la Argentina, estriba de manera esencial en las políticas de lectura, para las que el rol del Estado es fundamental. Y a las que nuestra Fundación acompaña de manera independiente y desinteresada desde hace 26 años.

¿Y qué recordás especialmente de ese primer encuentro? ¿Qué balance hacés hasta este momento?

—El primer Foro lo hicimos en el Aula Magna de la Universidad Nacional del Nordeste y teníamos miedo de que estuviera vacía, aunque habíamos invitado a intelectuales ilustres como Augusto Roa Bastos, Angélica Gorodischer y Poli Délano. Pero hubo más de 600 personas por día y ahí me di cuenta de que abríamos un camino. Al año siguiente fueron 800 y a partir de 2000 y con la crisis de 2001 empezamos a contar de a miles. El fomento de la lectura era una necesidad. Y hoy el balance es impactante: han venido a Resistencia más de 1000 escritor@s, docentes, bibliotecarios y especialistas en promoción lectora de casi 30 países y los escucharon decenas de miles de participantes.

La edición pasada se realizó bajo la modalidad virtual. ¿Qué evaluación podrías hacer con respecto a las repercusiones, la asistencia de público, las presentaciones y lo que dejó esa edición como experiencia nueva?

—Fue otra sorpresa, muy positiva. En 2020 ofrecimos tres conferencias magistrales: de la enorme figura de la Pedagogía de la Lectura que es la francesa Michèlle Petit, y de dos de los más importantes escritores latinoamericanos: el  cubano Leonardo Padura y el colombiano William Ospina. Y además hubo mesas de debates, talleres y tertulias literarias a cargo de más de 20 personalidades de 11 países, y participaron unos 1500 inscriptos de 24 naciones.

¿Qué expectativas hay con respecto a este Foro considerando la presencia de figuras tan importantes a nivel nacional e internacional? 

—Pienso que será como el año pasado, quizás la virtualidad vino para quedarse, ¿no? Por eso nos atrevemos a seguir con personalidades de lujo intelectual: Nóe Jitrik dará la conferencia magistral de apertura; Luis Pescetti ofrecerá otra que ya está teniendo muchísimos inscriptos; y la poeta portuguesa Ana Luísa Amaral, que viene de recibir en España el Premio Reina Sofía, pronunciará la de clausura. Y este año tenemos también a Alejandro Dolina, Claudia Piñeiro, Silva Almada y una veintena de literatos y mediadores de lectura de 10 países.

Y, por otra parte, ¿cómo se articula con los distintos actores de la educación y la cultura, considerando también que para los docentes, bibliotecarios y mediadores de lectura el Foro constituye un espacio de formación fundamental?

—Será como el año pasado, y como siempre, un buen servicio para la docencia latinoamericana; el universo bibliotecológico y el de mediadores de lectura. Todos y todas nos conocen: leen los 20 libros que llevamos publicados, cursan en nuestro Instituto de Estudios Superiores, y si nos siguen fielmente es porque aprenden y saben que, hoy más que nunca, leer abre los ojos.

(La participación en el 26º Foro Internacional por el Fomento del Libro y la Lectura requiere inscripción previa y su costo es muy accesible. La vía de comunicación para inscribirse (argentinos/as), es: [email protected] Y desde otros países: [email protected]

Quienes se inscriban recibirán un enlace personal intransferible que les permitirá libre ingreso a la plataforma de transmisión, donde podrán acceder, sin restricciones, a todas las actividades del 26º Foro Internacional por el Fomento del Libro y la Lectura.)