El 11 de marzo de este año quedó formalmente reinagurado, con La kermés del día después, el Museo del Libro y de la Lengua, que forma parte de la Biblioteca Nacional (BN), pero tiene su propio edificio en Las Heras 2555 y su propia directora, la escritora y periodista María Moreno.

La kermés del día después fue un festejó que aludía a dos cosas, a que el Paro Internacional de Mujeres que debía hacer el 8 de marzo se pasó para el día siguiente porque caía en domingo y a la pastilla del día después.  La reinauguración fue doblemente significativa porque ese Museo fue una de las tantas bajas que sufrió la Argentina durante el gobierno macrista.  

“La kermés del día después –dijo en ese momento su directora- festeja la reinauguración del Museo del Libro y de la Lengua en toda su potencia originaria , en  consonancia con la Biblioteca Nacional  dirigida por Juan Sasturain a través de sus colecciones y programas culturales,  para continuar con la construcción crítica del pensamiento argentino poniendo el énfasis en una lengua sin aduana ni peaje en su condición de soberana y plurinacional , sin establecer jerarquías entre la llamada alta cultura y la cultura popular , ni entre sus hablantes y les profesionales académicos; y mostrando sus mutaciones siempre creativas y– fuera de todo criterio de purismo–, las  voces de los pueblos originarios, las de les inmigrantes, las de les jóvenes, las barriales , para no sólo dar cuenta de su existencia sino de su índole preminente y política.

Muy poco después, la pandemia de coronavirus con el consecuente asilamiento preventivo obligatorio, modificó los planes. El Museo del Libro y de la lengua desarrolló entonces Mientras tanto, una propuesta que con el formato video incluye una columna semanal de María Moreno: ¡Adentro! (aguafuertes de cuarentena), una sección de lecturas feministas leídas por militantes, profesionales y escritores y una recopilación del arte de madres y padres producidos para recrear a los hijos en casa en tiempos de aislamiento (la kermés en casa).

Tiempo Argentino dialogó con la directora del Museo del Libro y de la Lengua acerca de estas propuestas.

– ¿Cómo surgió la idea del Mientras tanto y sus contenidos?

– Como una traducción del cuerpo a cuerpo. Tenía ganas de hacer una intervención semanal sobre la pandemia, tomándola como coartada para hablar de otras cosas. Me gustó el Mientras tanto porque sugiere un futuro. 

– ¿De qué forma se eligen las lecturas feministas y sus lectoras?

–Las elegimos con Laura Arnés que es la “generotrix” (la coordinadora y presentadora), entre académicas, activistas, las agrupadas dentro del amplio Ni Una menos . Pensé hacer una lista de lo que había en la BN de textos teóricos de los feminismos, en principio los básicos de los años sesenta y setenta y luego los latinoamericanos y argentinos.  Para establecer luego pedidos a las editoriales, a los autores y para proponer compras. Que las jóvenes académicas encontraran en la BN los materiales que necesitaran para sus investigaciones. La pandemia fue un límite para ese proyecto pero también una oportunidad para darle a la cosa una vuelta de tuerca. Hoy los videos enviados me resultan un síntoma de los modos plurales de pensar que es una lectura feminista ya que muches leen textos de teoría producida en un presente muy inmediato y no los de la Biblioteca feminista histórica, poesía o narrativa. 

-¿Por qué desde un museo se muestran lo que los padres producen con sus hijos en tiempos de encierro? ¿Apunta a desacralizar la palabra museo que siempre suele estar identificado con algo inmóvil, sin vida?

–Fue mucho más azaroso. Ya se sabe que es muy amplio el sentido de la palabra Arte. Entonces vi un video de Laura Arnés que había puesto en el balcón un móvil enorme lleno de elementos muy diferentes, desde utensilios de cocina hasta juguetes y que su bebé operaba con una tira. Podía haber estado en ArteBa. Y pensé en esa idea de arte en casa que todos los padres están ejerciendo en este momento. Igual, siempre he dirigido suplementos sobre género y fui muy laxa con las consignas. Pero hay algo de lo que vos decís.

-¿Intervenís de algún modo en la producción audiovisual de tus columnas?

–Sugiero las imágenes, sobre todo para evitar la idea de ilustración, las converso con Pablo Licheri e Inés Girola, del Museo y de ahí pasa al equipo de audiovisuales de la BN donde siempre surgen ideas fuertes y novedosas.

-El Mientras tanto parece aludir a un tiempo provisorio, a un intervalo, pero, al mismo tiempo, a un tiempo de productividad, ¿Cómo vivís vos el aislamiento?

Mientras tanto es un título que no vence: la post cuarentena exige la acción política. Mientras tanto podría ser hacia la emancipación….Mientras tanto hacia el cese de los femicidios. Mientras tanto hacia los plenos derechos de todes …Se conjuga en presente. En lo personal el aislamiento me hace pensar que siempre he vivido como en cuarentena o como convaleciente. En el 2007 me rompí una pierna y como a mi departamento se llega por escalera, era bastante difícil lograr salir en silla de ruedas. Ahí descubrí que me vida iba, como siempre, de la cama a la compu. Claro que ahora extraño unos encuentros de los jueves en Edelwaiss con unos amigos, pero mi vida social es escasa. Salí todo antes

-En una de tus columnas decís que el número es político. ¿Podrías desarrollar la idea?

Lo pienso sobre todo en cómo lo utilizaba Rodolfo Walsh

Por ejemplo cuando señala en Carta a Vicki 150 faps y una muchacha, cinco cadáveres y una nena. El señalar esa desproporción en un operativo “legal” es política. El efecto del número siempre es en relación.

– Viendo y escuchando una de ellas me di cuenta de cuánto me molesta la cuenta diaria de muertos. ¿No crees que hay cierta actitud deportiva en esto, solo que quien gana en este juego macabro es quien tiene menos muertos, no el que hace más goles?

-Muy buena idea. No es una pregunta. Y ahí ponés un buen ejemplo de política del número.

-¿Qué estarías haciendo hoy en el Museo del Libro y de la Lengua si no existiera el coronavirus?

–Estaría inaugurando la muestra Tinta Roja (género y prensa amarilla) basada en la colección del diario Crónica  que hay en la BN. Ya habríamos presentado el libro Biblioteca feminista de Flor Abbate y La Berkins, una combatiente de frontera de Josefina Fernández para lo que habríamos tirado el Museo por la ventana.  

-¿Cuáles crees que son hoy los debates que se dan o deberían darse acerca de la lengua?

–A esos debates los vas a ver a través de una nueva sección Lenguas Vivas. Este es el speach: La sección LENGUAS VIVAS del Museo del libro y de la lengua se propone como un espacio en el que las voces que se hablan en nuestro territorio resuenen sin aduana ni peaje, ni establecer jerarquías entre la llamada alta cultura y la cultura popular, ni entre les hablantes y les profesionales académicos para mostrar sus movimientos, conflictos e invenciones y – fuera de todo criterio de purismo, dar cuenta de su existencia plural y su índole preminente y política.

Los videos pueden verse en:

https://www.youtube.com/user/bibnal/videos