Nacido en Barcelona en 1964, el escritor estaba radicado en Los Ángeles, Estados Unidos, desde 1994.  Allí murió este viernes vencido por la enfermedad que había dado los primeros síntomas en 2018.

Planeta comunicó su fallecimiento con estas palabras: “Hoy es un día muy triste para todo el equipo de Planeta que le conoció y trabajó con él durante 20 años, en los que se ha forjado una amistad que trasciende lo profesional”.  Y agregó que con su fallecimiento desaparece “uno de los mejores novelistas contemporáneos”.

Además de ser un novelista bestseller, Zafón trabajaba para Hollywood, ya que antes de lanzarse a la literatura trabajó en el mundo del cine y, además, fue publicista.

Con La sombra del viento, traducida a ´40 idiomas y publicada en más de 50 países fue conocido internacionalmente, ganó numerosos premios y fue seleccionada para la lista que en 2007 realizaron 81 escritores y críticos de América Latina y de España en la que consignaron cuáles eran, según su criterio, los mejores 100 libros de los últimos 25 años escritos en lengua español. Fue publicada en 2001 y vendió más de 10 millones de ejemplares. El escenario de la acción de esta novela es una Barcelona gótica, donde se encuentra el imaginario Cementerio de los libros olvidados. Con esta historia dio comienzo a una tetralogía que se completaría El juego del ángel (2008), El prisionero del cielo (2011) y El laberinto de los espíritus (2016).

Su primera novela, El príncipe de la niebla, fue publicada en 1993 y por ella recibió el Premio Edebé de Literatura Juvenil. Luego se convirtió en el primer volumen de la trilogía que integraron El palacio de la medianoche y Las luces de septiembre.

Los autores cuyas novelas son muy populares y alcanzan altos niveles de venta suelen producir desconfianza en el mundo literario y Ruiz Zafón no fue la excepción. Según lo consigna el escritor Eduardo Mendoza en El país de España “el autor de La sombra del viento nunca estuvo muy presente en los círculos literarios, con los que era crítico. ‘El supuesto mundillo literario –aseguraba Ruiz Zafón- es 1% literario y 99% mundillo´”.

Como todo escritor, también él tenía su propia manera de crear a través de la literatura. «Mi método de trabajo –afirmó- está dividido por capas. Escribo como se hace una película, en tres fases. La primera es la preproducción, en la que creas un mapa de lo que harás; pero cuando te pones a hacerlo ya te das cuenta de que vas a cambiarlo todo. Luego viene el rodaje: recoger los elementos con los que se hará la película; pero todo es más complejo y hay más niveles de los que habías previsto. Entonces, a medida que escribes, ves capas y capas de profundidad, y empiezas a cambiar cosas. En esa fase es cuando empiezo a preguntarme: ‘¿Y si cambiase los cables, o el lenguaje, o el estilo?’”

En los últimos tiempos, el escritor que no tenía problemas en contar los secretos de su cocina literaria, vivía prácticamente recluido en su casa de Malibú, donde murió.