“En el barrio de Flores está nuestra pequeña Corea. Allí tenemos todo, incluso un maestro calígrafo muy importante” dice Nicolás Baraessas, director de la editorial Hwarang que fundó para publicar en la Argentina a autores coreanos. Como es traductor inglés –español y coreano-español, algunos de esos autores los traduce él mismo.
Nicolás es argentino y en su árbol genealógico no figura ningún ancestro coreano, lo que no le impidió sentirse fascinado por ese país en el que vivió más de un año. “En 2013 fui al Centro Coreano que estaba en Palermo Chico a ver un ciclo de cine–explica-. Ese centro se mudó ahora a Retiro. Yo no sabía nada de Corea y quedé tan impresionado con el cine que me puse a estudiar la lengua en Flores con un nativo coreano, porque todavía ni siquiera había cursos. Cuando terminé mi traductorado de inglés en el Lenguas Vivas Sofía Spangenberg decidí ir a la Universidad de Seúl a hacer un perfeccionamiento del idioma coreano, porque me quería dedicar a traducirlo. Estando allí me dí cuenta de que de esa cultura impresionante casi no llegaba nada a Buenos Aires, excepto algo de cine, literatura y música. Así se me ocurrió el proyecto de la editorial y acá estamos.”
-¿Qué significa Hwarang, el nombre de la editorial?
– En el antiguo reino de Silla, en la península coreana, existía un grupo de jóvenes guerreros poetas llamados hwarang. Tenían que ser jóvenes y bellos y conocer todas las artes marciales y todas las armas. Era un grupo de elite que resguardaba el tesoro cultural de la nación. La palabra significa literalmente muchacho-flor. Hwarang Editorial busca recuperar ese espíritu y difundir la cultura coreana en el mundo de habla hispana. Aquí los textos se publican por lo general si antes tuvieron éxito en Estados Unidos o en Europa. Nosotros quisimos traer directamente la literatura coreana sin depender de esas intermediaciones.
-¿Y qué tipo de textos publica la editorial?
-Textos de literatura, aunque también tenemos un libro de cocina coreana, que es muy rica. El primero de los libros que publicamos lo traduje yo. La editorial es muy nueva, la fundamos en mayo del año pasado junto con mi socio, Santiago Moabre. Hasta el momento tenemos tres libros publicados y en marzo estaremos sacando dos más. Uno será de poesía y el otro será un libro mío con palabras coreanas que no tienen traducción al español. Son palabras poéticas, con muchos significados que no podrían traducirse con un solo vocablo. Va a haber un dibujo, la caligrafía de esa palabra y una aproximación a lo que significa. Va a ser un libro objeto para familiarizarnos un poco más con lo que significa la cultura coreana.
-¿Quiénes son los lectores en Argentina de esa literatura?
-Por un lado gente que está interesada en Corea por el cine y por la música y quiere dar un pasito más y conocer su literatura. Por otro, gente de China y de Japón interesada en la literatura y que quiere conocer algo más de Asia. No puedo decir que los libros coreanos sean best sellers, pero tienen su nicho.
-¿Publican escritores coreanos jóvenes o ya consagrados?
-Hasta el momento, han sido escritores consagrados, pero este año pensamos en publicar autores contemporáneos. Nuestro primer libro fue de Yi Sang, el poeta más importante del siglo XX coreano. Él vivió en un momento muy complicado, cuando Japón invade Corea. La dominación se dio entre 1910 y 1945. En ese período los coreanos tenían prohibido escribir en su lengua, tenían que hacerlo en japonés y él escribía en una mezcla de coreano y japonés. Su estilo es raro y vanguardista, cuando en Corea no es algo común el vanguardismo. Por eso decidimos hacer una edición muy rara en la que está mi versión en español. Luego, a partir de mi versión un poeta catalán lo tradujo al catañol que es la mezcla de español y catalán, un poeta paraguayo lo tradujo al chopará, mezcla de guaraní y español y un poeta brasileño lo tradujo al portuñol. El objetivo era jugar con la idea del poeta que tiene que estar entre dos mundos y entre dos lenguas.
-¿Y Por qué te empeñas en sufrir, el otro libro, qué es?
-Es una antología de ensayos, cuentos e ilustraciones del primer feminismo coreano, de las pioneras del feminismo. Corea era un país muy aislado que no tenía relación con el mundo excepto con China. Con la invasión japonesa entran también las vanguardias occidentales, el feminismo, el comunismo. El libro recoge trabajos de las tres primeras escritoras que mamaron lo que fue el feminismo de ese momento, que llegó a través de Occidente. Kim Myeongsun, Na Hyeseok y Kim Iryeop, que integran el libro, fueron las primeras feministas de la historia coreana.
-¿Qué características tiene la literatura coreana?
-Está muy marcada por el realismo. Es una literatura muy política, muy de crítica social. El cuento es un género muy importante, quizá más que la novela. Tiene una estética muy tradicional, pero los géneros son los occidentales.
-¿No tiene géneros propios?
-Tenía un estilo de poesía que se llamaba sijo y muchas fábulas moralistas. Eran una sociedad confuciana y toda la literatura era para generar virtud en el pueblo, era literatura didáctica. En el siglo XX eso se transformó en un estilo realista que trató de seguir siendo moralista y ejemplificador. Esto comenzó a cambiar recién en el siglo XXI.
-En Seúl hay un monumento muy importante levantado en honor de un rey que modificó el alfabeto. ¿En qué consistió esa modificación?
-Eso es algo muy interesante. En el siglo XV, cuando vivió este rey, en Corea la mayoría del pueblo era analfabeto. Sólo las clases altas escribían y lo hacían en chino, con el alfabeto chino. A este rey, llamado Sejong, se le ocurrió crear un alfabeto pensado para el coreano. Ceo que es un caso único en el mundo de un alfabeto artificial que se haya establecido y perdurado a través del tiempo. Él, junto a un grupo de eruditos, creó el hangul, un alfabeto que podés memorizar en tres horas. La escritura china es ideográfica, en cambio el alfabeto coreano, el hangul, no está integrado por ideogramas, sino que cada sonido corresponde a una letra, como en el alfabeto romano. La idea era crear un alfabeto simple, adecuado a los sonidos coreanos y que todo el mundo pueda aprenderlo. Ya que es un alfabeto artificial creado de forma razonada para ser simple y fácil de aprender, la UNESCO lo catalogó como patrimonio intangible de la humanidad. El chino es muy complicado, los caracteres son infinitos por lo que incluso Mao tuvo que simplificarlo luego de la Revolución. En Corea, la aristocracia siguió escribiendo en chino por mucho tiempo porque era un instrumento de poder. Las mujeres, en cambio, escribían en hangul. Recién en la segunda mitad del siglo XX el hangul se masifica y se deja de escribir en chino. El hangul fue creado en 1443 y tuvieron que pasar cinco siglos para que lo usara todo el mundo. Un coreano de hoy, si no sabe chino no puede leer, por ejemplo, la literatura escrita hasta el siglo XIX.
-¿Persisten la tradición de la caligrafía y esos pinceles tan hermosos como los chinos, de forma almendrada?
-Sí, al punto que el emblema de Corea del Norte tiene una hoz, un martillo y entre ambos, un pincel.
-¿Cuáles son las características de la comida coreana?
-Los sabores intensos, el picante. La divina trinidad son el ajo, el aceite de sésamo y una pasta de ajíes fermentada. Nosotros estamos acostumbrados al plato individual. En Corea, en cambio, la comida es comunitaria: hay muchos platos y todo se comparte. Se basa en la teoría de los cinco colores porque en ellos están los nutrientes necesarios. También es importante la diversidad de texturas. Se comían perros, pero con la occidentalización se empezó a rechazar y hoy está totalmente prohibido comerlos. Comen sí los del gusano de seda como si fueran una especie de nachos. No les gusta el dulce. Yo había llevado dulce de leche y no le gustó a nadie.
-¿Vos das cursos de literatura coreana?
-Sí. Constan de cuatro clases y se abordan dos cuentos por clase. Cuando se lee literatura coreana el tema es que el lector se encuentra con un montón de cápsulas culturales que no puede descifrar. Los talleres son también una forma de acercar más gente a la literatura coreana para que los libros no sean botellas arrojadas al mar.
-La cultura coreana está ocupando un lugar muy importante en este momento, ¿no es así?
-Sí, la cultura coreana está en el centro de la escena. Que una película coreana, Parasite, haya ganado un Oscar es algo totalmente nuevo.