Este miércoles, desde las 18 hs, se inaugurará en el Centro Cultural Borges la muestra Mundialitas en la que Rep, su artífice, mostrará una selección de los dibujos realizados para los micros que aparecen diariamente en la TV Pública y que permiten  apreciar “la cocina” de su dibujo, la forma en que diversos trazos se van convirtiendo en una imagen.

Artista de larga trayectoria, Rep dibuja con frecuencia a la vista del público. A la vez, realiza un trabajo solitario que se ha expresado de diferentes formas, desde su participación  en Página 12 a  libros como Diego. Nacido para molestar  (Planeta), que se trata de “la vida ilustrada de un personaje ilustre”. También es autor de Y Rep hizo los barrios (Planeta, 2014), Bellas artes (Planeta, 2014), Postales (Planeta, 1993), 200 años de peronismo (Planeta, 2010) y Evita. Nacida para molestar (Planeta, 2019), entre otros. Ilustró, además, El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha (Planeta, 2018) y La Divina Comedia, editada en fascículos por Página/12 en 2014.

También hace trabajos para Télam, ha realizado colaboraciones para distintos medios extranjeros y actualmente conduce el programa televisivo Mundo Rep.  

En diálogo con Tiempo Argentino, se refirió a la muestra que podrá verse en el Borges hasta el 29 de enero y de otros temas relacionados con su condición de dibujante.

-¿En qué consiste, exactamente, la muestra Mundialitas que se inaugura en el Centro Cultural Borges?

-Para Mundialitas produje 60 clips de un minuto y pico. Cada uno de esos clips lleva unos ocho dibujos. Por esta razón, produje en total unos 400. Cuando el Borges me ofrece hacer la muestra, hice una selección de los 70 de los que considero más representativos y los que más me gustan. Son el resultado de esas manos que danzan sobre el papel sin que el espectador sepa qué va a salir hasta que el dibujo se completa. Son la constancia de que ese proceso que se muestra se transformó en un dibujo en papel realizado con fibra, con lápiz, con grafito, con acuarelas o acrílicos. Lo que se expone es el producto final de lo que en Mundialitas se muestra que se está haciendo.

Vos dibujaste en vivo en diferentes situaciones. Te he visto realizar murales en público ¿Sentís una predilección por mostrar el proceso del dibujo?

-Me gusta mostrar la aventura de lo que sucede a partir de las manos.  Hay algo que me gusta mucho de un corto que filmó una vez Picasso que se llama El misterio Picasso, donde vemos cómo a partir de una tela en blanco va sacando líneas que son un misterio. En su caso lo  hace sin un afán didáctico ni de ilustración, sino con toda la libertad del mundo. Puede hacer un arlequín y luego un toro que puede terminar en una gallina. La libertad que tiene Picasso en ese corto es otra. Eso me gusta como elemento para que la gente vea cómo de una mano sale una línea y que va a parar a un lugar que es una incógnita. En realidad,  los dibujos de Mundialitas son  un sustituto de mi ambición final que es muy difícil de hacer, que es la animación, algo muy costoso, requiere un equipo y toda  una producción, una inversión. Creo que mi disfrute mayor sería ese: dibujos que cobren vida de una manera artística realizados con  departamentos de arte, guión, luz y producción  que sean muy cuidadosos y muy cariñosos con el producto final.

-Cómo surgió el recurso de filmarte.

-La idea de filmar mis manos dibujando con una idea previa, con un guión previo, surgió durante la pandemia. Es muy rara la vez en que hago un dibujo que no tenga una finalidad que ya está en mi cabeza. En mí no hay un automatismo, sino una finalidad. Lo que quiero que se vea sin red es que pongo mis manos sobre el papel y de a poquito voy viendo cómo comunico  lo que tengo pensado. En el caso de Mundialitas son 60 anécdotas de los 21 mundiales que preceden a Qatar que tiene un afán absolutamente histórico, se basa en lo que ocurrió en los mundiales. En otros casos puedo ser más lírico e inventar algo, generar una historia, pero siempre con  una finalidad figurativa.

-¿Eso más lirico es lo que hacés en Mundo Rep, en que dibujás mientras entrevistás?

-En ese caso lo que hago es ilustrar el clima que se genera con el invitado y que tiene que ver no con él, sino con el tema. Si se plantea Martín Fierro, Rodolfo Walsh, Piazzolla, Quino o la historieta, la estrella siempre va a ser el clima, luego está el invitado hablando de ese tema y, por último, el dibujo que captura ese momento en el cual pregunto y dibujo y el invitado contesta. Lo que dibujo en ese momento es como una captura, como una foto final. Es un aporte de cronista-dibujante a una entrevista que, en realidad, puede llegar a ser convencional porque planteamos un tema, invitamos a gente que sabe de ese tema, hay pregunta, respuesta y no hay mucha opinión mía. Entonces, ese programa lo podría hacer casi cualquiera. El tema es que como dibujante yo puedo hacer un aporte, aportar una incógnita. Por otra parte, el programa está muy bien pensado desde la producción, tiene una linda escenografía, está muy cuidado. Mundo Rep es de esas cosas que realmente se hacen en equipo, que no se pueden hacer solo. Mundialitas es más bien la responsabilidad de dos personas. Su director es Santiago García Isler. En Mundo Rep es necesario un equipo que te esté cuidando, que prepare las peguntas, que se ocupe de los invitados. Para un dibujante como yo que siempre fue “un solista”, un individualista, es muy importante la experiencia colectiva.  

– La pandemia te permitió producir mucho.

-Sì, comencé con la idea de filmarme en marzo-abril de 2020. A partir de ese momento no paré más. Se me generaron un montón de trabajos, incluso el de Télam que hago hoy que muchas veces tiene la mano dibujando. No es un dibujo animado en tanto que el personaje que planteo no se mueve, sino que es un dibujo quieto. Lo que se anima es el proceso.  El movimiento está en cómo se va haciendo.

-¿Qué significa para vos esta exposición de dibujos que fijan hechos histórícos de otros mundiales en el marco del Mundial de Qatar?

-En realidad, es un trabajo coyuntural. Elegí  70 dibujos que son los más logrados, pero no estoy dibujando El Quijote que es para siempre. Hablo de mundiales que tienen una sede distinta cada cuatro años y una vez que terminan, el Mundial como experiencia y como fiebre se evapora. Creo que mi disfrute va a ser ver que la gente mire en un monitor las 60 animaciones de Mundialitas, los 60 clips, y que cuando quiera ver el dibujo terminado pueda verlo en detalle en  un costado. Si hablamos del cabezazo de Zidane, por ejemplo, en Mundialitas va a ver  cómo va saliendo la línea, primero la cabeza, luego la figura, después el fondo coloreado. Eso es algo efímero que dura un par de segundos. Pero el resultado de esa experiencia de mis manos que no tiene ningún boceto previo va a estar allí colgado. Cuando este año fui a Francia y visité el Museo Picasso, vi los cortos que siempre había visto en mi casa y están también los lienzos. Los lienzos completan de alguna manera lo que uno vio en una película en blanco y negro. Se ve la porosidad del soporte, se ven un montón de cosas que en el registro digital no se ven. Yo me entregué al mundo digital, pero siempre quiero recordarle a la gente que provengo y pertenezco al mundo analógico, el mundo de la mano sobre el papel. Esta muestra es una constancia de que si los trabajos los hacía en una tablet, no dejaba un original. En cambio, al ser filmadas mis manos sobre el papel, queda un original. Utilizo las ventajas de la cámara digital, el aceleramiento, la técnica, la edición misma y todas las ventajas, pero lo analógico es lo que realmente me parió.

-¿Hay una desacralización del arte en mostrar en público el procedimiento de tus dibujos?

-Nunca lo pensé pero puede ser, es como decir esto no es tan difícil, no es mágico, se hace. La gente no sabe mucho de estas cosas. En mis años de laburo, de exposiciones, de firma de libros, muchas veces me dicen que no sabían si los dibujos los hacía una máquina. Muchos tienen la idea de que esto se hacer de una manera seriada. Cuando yo voy con Saborido a dibujar en público en distintos lugares, la gente ve dudas, momentos en que hay accidentes, balbuceos. Las correcciones se hacen a la vista de todos y entonces la gente ve que no repito un trazo como si fuera un loro, que hay inseguridad y que de esa inseguridad  hay que sacar los recursos para corregir y completar una idea que rara vez es igual a otra.

-Fácil no es. En todo caso lo es para vos que sabés hacerlo. Creo que lo importante es mostrar el proceso de lo que para la gente cree que es medio mágico.

-Sí, es raro. Te hablé de la magia de Picasso y también he visto algún otro dibujante que no repite formas. Yo no tengo esa magia. Pero cuando hay una experiencia performática en la que alguien apoya un pincel u otro instrumento en un lienzo y no sabés dónde va a parar, cuando hay inseguridades, te preguntás qué habrá en esa cabeza. Eso es muy lindo cuando tiene una concreción estética comunicada.

La muestra Mundialitas podrá verse hasta el 29 de enero el pabellón I ubicado en el primer piso del Centro Cultural Borges, en Viamonte 525, CABA. Las visitas don de miércoles a domingo de 14 a 20 con entrada libre y gratuita.