A treinta años de la muerte de la gran escritora argentina, en el Museo del Libro y de la Lengua puede verse una muestra que recorre su obra. Un merecido homenaje a una figura fundamental de la cultura.
Fue cronista, periodista, escritora de cuentos, novelas y también de relatos dirigidos a los lectores más pequeños.
A pesar de ser una de las voces literarias más significativas de la década del 60, tuvo por lo menos dos factores que impidieron que alcanzara un lugar acorde con la calidad de su escritura. El primero, sin duda, fue el hecho de ser mujer. El segundo, su pertenencia de clase y su historia familiar. Fue hija del historiador Guillermo Gallardo, nieta del científico y ministro Ángel Gallardo, bisnieta de Miguel Cané y tataranieta de Bartolomé Mitre. A esto se le agrega que su tío abuelo, León Gallardo, fue “camarero secreto” de tres papas, Pio X, Benedicto XV y Pio XI.
Según las circunstancias históricas, todos estos elementos opacaron la consideración de su escritura o ésta fue prejuiciosamente ninguneada. El abolengo y el dinero que se le “perdonaron” a Bioy Casares, fueron menos “perdonables”, según parece, en una mujer.
Fue, entre otros, el escritor Leopoldo Brizuela, quien colaboró citándola, refiriéndose a ella, analizando su obra, para que el nombre de Sara Gallardo comenzara a resonar nuevamente en el campo de la cultura argentina. Según Brizuela, Gallardo compuso un personaje: el de la chica frívola que se interesa por distintos temas. Pero la frivolidad fue sólo una máscara detrás de la cual ocultaba un mirada lúcida y sensible sobre la realidad.
Aunque el título de la muestra coincide con el título de un libro de Gastón Bachelard, la referencia parece haber sido elegida sólo en función de darle un criterio espacial al recorrido por la obra de la escritora. Ese recorrido surge de uno de sus libros: Historias de mis libros y otras cosas, una pequeña autobiografía y está estructurado en siete núcleos de su obra que fueron marcados por la propia autora.
La muestra incluye, además, primeras ediciones de sus obras, parte de su producción periodística y fotografías.
Gallardo se lanzó a publicar con tres novelas: Enero (1958), Pantalones azules (1963) y Los galgos, los galgos (1968), obra que en su momento fue consagratoria. Más tarde escribiría Eisejuaz (1971) y La rosa en el viento (1979). El país del humo (1977) fue un libro de cuentos, género que también abordaría en sus creaciones destinadas a los más chicos, Teo y la TV y Dos amigos.
Como periodista, escribió, entre otros medios, en Confirmado, Primera plana y La Nación. Es desde ese oficio que puedo palpar una realidad que de otro modo posiblemente le hubiera pasado inadvertida.
La muestra del Museo del Libro y de la Lengua permite abordar la figura de Gallardo de forma integral a través de materiales muy diversos que incluyen, por ejemplo, ejemplares de los medios en que un artículo suyo fue nota de tapa.
Sara Gallardo, la poética del espacio podrá verse hasta el 3 marzo del año próximo. De martes a domingos de 14 a 19 en el Museo del libro y de la lenguaNi feriado ni fiesta. El primer día de mayo fue establecido en 1889 por la…
Los ministros de Trabajo de Buenos Aires, Tierra del Fuego, la Pampa, Formosa, Santiago del…
Ambas iniciativas incluidas en la media sanción a la Ley Bases del gobierno nacional fueron…
El oficialismo y el PRO votaron en contra, Unión por la Patria se abstuvo y…
La Agencia Nacional de Seguridad Vial confirmó en un comunicado que fue hackeada, aunque expresó…
Así lo alertan oganizaciones sociales, y anticiparon que lo denunciarán judicialmente. En plena madrugada, la…
Es para conseguir dólares que permitan recapitalizar el Banco Central y liberar el cepo cambiario.…
El presidente agradeció a los bloques opositores aliados y dejó traslucir que espera la aprobación…
Luego de aprobar el texto en general, la Cámara Baja sostuvo su apoyo a los…
La medida de fuerza, en rechazo al capítulo fiscal que incluye la restitución del Impuesto…
Se trata de la Escuela Primaria N° 4 DE 12 Provincia de la Pampa que…
La maratónica sesión dejó momentos que alimentaron las redes sociales. El balcón de Karina, y…