El concierto que ofrecerá Facundo Agudin se llama Nuevo Tango Nuevo II-Proyecto Cortázar. Simultáneamente el repertorio se edita en un CD con el mismo director al frente de su Orquesta Musique des Lumières.

Las obras fueron encargadas a los compositores Pablo Ortiz, Julio Viera y Marcelo Nisinman especialmente para este proyecto por Agudn,  Musique des Lumières y el sello discográfico alemán Oehms Classics, parte del proyecto de grabaciones y conciertos Nuevo Tango Nuevo.

Rocamadour, de Ortiz, está inspirada en la carta de la Maga al bebé Rocamadour, en Rayuela. La noche boca arriba, de Viera, es un melodrama sobre el cuento homónimo de Cortázar. Tercera Generación, de Nisinman, se inspira en el poema publicado en Último Round. 

En diálogo con Tiempo Argentino, Agudín habla acerca de Proyecto Cortázar.

-Más allá de que Julio Cortázar era un melómano, cuál es el motivo que te llevó a encargar obras musicales referidas a él.

-Cortázar es sin duda uno de los grandes autores del siglo del siglo XX. Tengo la pasión de establecer puentes entre disciplinas artistícas, y cierta experiencia en la creación de obras musicales inspiradas en literatura. En 2011 inauguramos el laberinto de Borges y Kodama en la Fondazione Cini de Venecia con un estreno de Julio Viera; en 2015 estrenamos Romulo Magno de Andreas Pflueger sobre la pieza de Dürrenmatt; en este momento estamos lanzando The Bordsky Album, con estrenos de cuatro compositores inspirados en poemas de Joseph Brodsky. Junto a mi orquesta suiza Musique des Lumières, el equipo del disco Nuevo Tango Nuevo (Oehms Classics 2012) es el mismo que el del «Proyecto Cortazar»: Pablo Ortiz, Marcelo Nisinman, Julio Viera. El disco se grabó en 2014 pero saldrá al mercado a fin de este año, bajo el sello IBS Classical. Estoy feliz de poder estrenarlo con la ONMA en Buenos Aires esta semana, además, en presencia de los tres autores.

-¿Qué crees que aporta Cortázar al imaginario tanto al imaginario de París como de Buenos Aires?

-Lo que en mi opinión aporta Cortázar es un oxígeno de originalidad, de velocidad, de riqueza de asociaciones. Su flexibilidad estilística nos pone en un estado de alerta permanente. En apenas unos segundos, podemos pasar de ser el boxeador a ser el hombre sentado en el sillón de terciopelo verde, a estar en el ascensor con los conejos, a vernos a nosotros mismos desde el interior del acuario o a ser arrastrados por la escalinata de la pirámide. Siempre me impresionò esa forma de «velocidad», y naturalmente ese control de los medios técnicos. Es un verdadero desafío para un compositor.

-¿Con qué criterio fueron elegidos los compositores?

-Como decìa, a través de los anños, Nisinman-Ortiz-Viera-Agudin hemos conformado un equipo. Nació con el proyecto Nuevo Tango Nuevo, y este programa es un paso suplementario. Somos amigos. Compartimos un mismo tejido de referencias culturales, viviendo respectivamente en París, California, Buenos Aires y Basilea.

-¿Cuáles son las características de las obras?

4. La obra de Julio Viera, La noche boca arriba, es técnicamente un melodrama: una obra de orquesta con un relator. Incluye la casi totalidad de las líneas del relato. El colorido de la escritura de Viera es fascinante: cada escena, desde la moto sobre el empedrado mojado de París, hasta la pérdida de conciencia en el hospital y el violento «viaje» por la selva (y el fatal desenlace) están tratados de manera sutil y en un lenguaje vívido, casi cinematográfico. En el caso de Rocamadour, de Pablo Ortiz, creo que se abre al espectador una suerte de enigma estético: las cartas de la Maga, en Rayuela, han inspirado una fantasía orquestal virtuosa y abstracta, cercana al minimalismo americano pero fuertemente anclada en una obstinación rtmica inquietante, oscura, cercana al candombe. La obra de Marcelo Nisinman, que concluye el programa, se llama Tercera Generación. Está inspirada en un texto breve pero poderoso, que al comienzo dice: «mientras dure la máscara / todos somos judíos alemanes / mientras los presupuestos alimenten ejércitos / todos somos judíos alemanes (…)». Es una obra impactante, en la que Nisinman muestra una pluma flexible y rinde, en mi opinión, varios homenajes. El mismo ejecuta la parte reservada al badoneón solista. Creo que será un programa interesante para el público de Buenos Aires.

-¿Qué significa para ustedes tocar Proyecto Cortázar en Argentina?

-El álbum Proyecto Cortázar está en este momento en su fase de postproducción en el estudio de IBS Classical, en Granada. A Pablo, Marcelo, Julio y a mí, nos pareció sumamente importante poder dar el estreno americano de estas tres obras junto a la Orquesta Nacional de Música Argentina. Ante la propuesta de la Dirección de la orquesta, rápidamente nos pusimos en contacto para coordinar las agendas entre distintos continentes. Estamos muy emocionados de tocar Proyecto Cortázar en Argentina, junto a músicos argentinos. Es un desafío importante para todos nosotros, y casi un símbolo de resistencia y confianza en la fuerza artística del territorio cultural en el que nacimos.

La entrada al concierto es libre y gratuita. En Sarmiento 151, CABA.