Los ojos de América (2014) reconstruye el plan trazado en cartas entre Severino di Giovanni y su joven compañera, en el contexto de la primera dictadura argentina: amor, estruendos, publicaciones editoriales y críticas del movimiento anarquista. Es un documental que obedece al orden amoroso y político de la historia argentina de finales de los años veinte. Exhibe la operación de amor reflejada en las cartas que intercambian la estudiante del Liceo de Señoritas N2, Josefa América “Fina” Scarfó, y el tipógrafo ácrata italiano Severino di Giovanni. Con pausas de sombras de patio, cuerdas o pianos sin apuros y letra manuscrita en tintas, el romance abre y cierra el registro de archivo y le otorga nueva mirada estética a la historia de amor político por correspondencia. 

La película comienza unos años después del encuentro, cuando en 1927 América se ve cuestionada por los “anarquistas de salón” entre otros grupos sociales que la rodean por la diferencia de edad que mantienen –hay alteraciones en el dato, unos 10, 14 o 16 años- y por la situación familiar de Severino. Él tiene tres hijos con su esposa Teresina, había alquilado la casa anexa y propietaria de los Scarfó, y es perseguido por la policía por golpes a bancos, irrupción de folletería antifascista en teatros e impresiones ácratas en Cúlmine. La historia es mayor y continúa en mudanzas, refugios, acciones colectivas, separaciones, asaltos y citas clandestinas hasta el comienzo de los treinta cuando América cobra un papel central como hermana de Paulino Scarfó y, según La Nación, amante de “Al Capone”, ambos fusilados por el primer gobierno de facto del país, a cargo de Félix Uriburu. Desde 1931 hasta finales de siglo y comienzos del XXI, poco se supo de América ni de la colección de sus cartas robadas.

Fina trabajó como secretaria para Salvadora Medina Onrubia, directora de Crítica y llevó adelante con su segundo marido la editorial Americalee. En este punto, la presentación de la documentación del audiovisual magnifica la curiosidad: América en su tenacidad por la lectura, la escritura y el lenguaje extranjero, durante toda su vida, hasta sus 93 años. 

Al transcurrir de los discursos libertarios más puros, se entrelinean actos de agentes, mensajeros, confidentes entre acciones de imprenta, cultivos de flores, estruendos del movimiento contra el fascismo y la burguesía. Además se presentan documentos (foto)gráficos y televisivos inéditos de luchas obreras, ejecuciones y lugares que funcionaron como escondites, en un lenguaje visual cuidado, con representaciones actorales sinceras y cámara ralentada en empedrados de época. Se suman los testimonios de su querida cercana, Marina Legaz Bursuk y de Osvaldo Bayer, su amigo y biógrafo de Severino.

Entre los sucesos que combinan el tiempo pausado de la escritura con la lectura escénica, se evidencia el arduo trabajo de selección de archivo de la investigación periodística por parte de los directores. A través de la letra manuscrita en tinta o al tecleo de máquinas de todo tipo nos es posible reingresar a estos papeles que fueran confiscados en el Museo Policial durante 68 años, y recuperados por Osvaldo Bayer durante la gestión de Carlos Corach, en 1999. Así América recibió la caja y pudo abrazarlas al calor de su pecho, como cuenta Bayer sobre el deseo último de América: «Estas cartas me pertenecen».

El eje o el devenir del proceso estético del film de Daina Rosenfeld y Aníbal “Corcho” Garisto se centra en la escritura-lectura de una carta de noviembre de 1927 de la joven América al teórico Emile Armand sobre el concepto del “amor libre” respecto de su “caso”. Se la divide en fragmentos, cuya continuidad está dada por otras piezas de correspondencias de amor en donde “Fina” y “el rubio malito” se cargan de deseo, se recuerdan y en la que indefectiblemente las esquelas se conciben como recurso para resolver la ausencia. 

A medida que la historia avanza, advertimos que todas las cartas fueron respondidas y lograron el encuentro de los amantes en la casa de Burzaco en octubre de 1929. Menos de dos años después, la historia ejecutó el peor final: entre otras pérdidas nucleares, el fusilamiento de Severino di Giovanni y el secuestro del tesoro escrito.

A unos días del cumplimiento de los diez años de su muerte, el documental ganador en DOCUTV Latinoamérica y de reciente nominación a los premios Martín Fierro 2016, es accesible por alquiler online en la página Vimeo. O consultas por Facebook: Los ojos de América. 

Por fuera del film, se pueden encontrar otras fuentes. América fue novelada por María Luisa Magnanoli en Un café muy dulce; hay un testimonio audiovisual único en Anarquistas. Mártires y Vindicadores, de Leonardo Fernández y está la publicación de la carta que la película traza como eje a Emile Armand, en un compilado dado a luz por Osvaldo Baigorra en El amor libre. Eros y Anarquía, de la editorial Utopía libertaria.

Cabe destacar que Los ojos de América de Daina Rosenfeld y Aníbal Garisto es una creación que aborda la subjetividad en profundidad de la pionera del amor y la gestión editorial. En una pasada publicación de Tiempo difundida por Sudestada, la leímos como “heroína de cine mudo” (26 de enero de 2012, Suplemento Ocio y Relax), pero aún hoy tiene mucho por (re)escribir. Vale el interés de volver la mirada sobre las cartas develadas. 


Ficha técnica:

Dirección, guión, producción, fotografía y montaje:

Daiana Rosenfeld y Aníbal “Corcho” Garisto.

América Scarfó: María Eugenia Belavi.

Severino Di Giovanni: Pedro Risi.

Roberto Arlt: jorge Roberto Prado.

Música: Martín Rodriguez.

Productora asociada: Grupos Inkas.

Amiga: Marina Legaz Bursuk

Biógrafo: Osvaldo Bayer.

Duración: 1 hora.

Para su visualización: https://vimeo.com/164753099