A principios de 2021, en el mes de enero, se inauguraba en  el Museo Mar de la ciudad balnearia por antonomasia de los argentinos la muestra fotográfica Tres miradas sobre Mar del Plata integrada por tres fotógrafos: Annemarie Heinrich, Ataúlfo Pérez Aznar, y Alberto Goldenstein.

La muestra fue curada por  Andrés Duprat, director del Museo Nacional de Bellas Artes y organizada por el Ministerio de Cultura de la Nación, el Ministerio de Producción e Innovación Tecnológica, con el auspicio del Fondo Nacional de las Artes y el apoyo de la Embajada de Alemania en Buenos Aires y de la asociación Amigos del Bellas Artes.

La pandemia hizo que exposición, aunque visitada por el público local,  no pudiera ser vista por los  turistas de todo el país que suelen visitar en verano la ciudad de Mar del Plata, ya que las condiciones sanitarias impusieron importantes restricciones al turismo.

Los porteños que no pudieron verla y todos aquellos que visiten la ciudad de Buenos Aires, tienen una segunda oportunidad  para hacerlo durante estos últimos días de septiembre y todo el mes de octubre. Tres miradas sobre Mar del Plata se ha trasladado a Buenos Aires y puede visitarse en la Casa de la Cultura del Fondo Nacional de las Artes.

Durante la reciente inauguración, de la que participaron, entre otras autoridades, el ministro de Cultura Tristán Bauer y la presidenta del Fondo Nacional de las Artes (FNA), Diana Saiegh, dijo Andrés Duprat: “Son tres miradas interesantes. La de Annemarie de las décadas del 40 y  50, la de Ataúlfo que capta la transición de la dictadura a la democracia y la de Alberto Goldenstein en un momento tan particular de la Argentina como el 2001”.

En representación de Annemarie Heinrich, fallecida en 2005, estuvo su hija, Alicia Sanguinetti, que también se dedica a la fotografía.

Annemarie Heinrich, nació en Alemania, pero se nacionalizó argentina. Fue una pionera en materia fotográfica. Sus imágenes muestran una ciudad señorial en pleno desarrollo debido, entre otras cosas, al auge del turismo social que se impulsó durante las décadas del 40 y del 50.”

Por su parte, Ataúlfo Pérez Aznar, le dice a Tiempo Argentino: “Tuve una relación con Mar del Plata desde que nací y más aún a partir del año 59 en que mi padre, siendo ministro de Educación de la Provincia de Buenos Aires, fundó la Universidad de Mar del Plata. Como teníamos departamento íbamos, como se acostumbraba antes, los tres meses de las vacaciones de verano y en las vacaciones de invierno.”

Y agrega: “Viví diversas  épocas de Mar del Plata, desde que era una ciudad mucho más tranquila de lo que es ahora, con muchos chalets realmente extraordinarios que luego fueron demolidos para hacer grandes edificios. Cuando el Bristol Center le sacó el sol a la playa yo tenía 16 o 17 años y había aspectos de la ciudad que odiaba. En el año 76, los militares nos fueron a buscar a Helen Zout y a mí –en ese momento estábamos casados-, por lo que pasamos a la clandestinidad hasta el año 80. De regreso, Mar del Plata fue el primer lugar  donde realicé un trabajo con libertad, luego de haber vivido en Buenos Aires aislado de todo el mundo, sin poder sacar fotos a no ser en un lugar turístico como La Boca.  En el 81, en Mar del Plata andar con la cámara de fotos era viable y yo continué sacando fotos de esa ciudad desde entonces.”

“Cuando volví  –cuenta- tomé las cosas que me molestaban de adolescente con otra filosofía. Advertí que eran parte de la Cultura y que Mar del Plata es una metáfora de los argentinos. En Buenos Aires todo el mundo anda uniformado con la ropa de ir a trabajar. En Mar del Plata, en cambio, la gente se libera y entonces advertís las distintas regiones de donde vienen. El ejemplo más claro creo que es la foto de Lavagna con sandalias y medias. En Buenos Aires no se hubiera animado a atender así a un periodista.” 

Una conocida foto suya muestra a una mujer que tiene puesto el corpiño debajo del traje de baño. “Cuando yo era chico –afirma- todas las señoras grandes usaban el corpiño debajo de la malla, pero cuando saqué esa foto en el año 85 eso parecía ya algo nunca visto. El único recuerdo de mi niñez que no pude tomar con la cámara fueron las sogas de las que la gente mayor y no tanto se tomaba para entrar al mar.”

Estaba por publicar un libro con fotos de Mar del Plata, pero la pandemia modificó sus planes. De todos modos, en esa fecha ya había publicado dos, uno del año 1988 y otro en 2009, que ganó el Premio Latinoamericano del Centro de Fotografía de Montevideo. “Yo soy de La plata –dice- pero he sacado más fotos en Mar del Plata que en mi propia ciudad. Por eso tengo un cuerpo de trabajo en el que se ven los cambios escenográficos, todas las transformaciones de la ciudad. Además de ser geógrafo, estudié antropología cultural como complemento porque siempre me interesó el ser humano y su entorno que es lo que he tratado de plasmar a través de mis imágenes.”

Las fotografías de Goldenstein cierran el recorrido de la muestra y son las únicas en color. En ellas es posible observar los contrastes que se dan en la ciudad costera, donde los lugares solitarios conviven con los grandes edificios cuya proliferación le ha quitado a Mar del Plata la plenitud de la luz y ha conformado en el centro un paisaje abigarrado difícil de asociar con la tranquilidad y el descanso.

El conjunto de fotografías de estos tres artistas, según Duprat, «revela la metamorfosis de la ciudad, las transformaciones del paisaje urbano y los cambios en las costumbres sociales. Sin embargo, también nos permite constatar las continuidades, lo inalterable, aquello que logra traspasar el tiempo como las invariables geográficas: la playa y el mar”.

La muestra Tres Miradas sobre Mar del Plata  podrá visitarse durante los últimos días de septiembre y todo el mes de octubre de 2021, de jueves a domingo entre las14 y las 19, en la Casa de la Cultura del FNA, Rufino de Elizalde 2831, CABA.

El ingreso a la sala se hará por orden de llegada, respetando los protocolos correspondientes con un máximo de cuatro personas por vez.