Aunque faltan dos partidos, acaso los más importantes de la Copa América Colombia 2022, el estreno oficial de la selección dirigida por Germán Portanova ya muestra señales positivas. Por segunda seguida entre las cuatro mejores del continente, los puntos positivos que quedaron de la primera fase convergen en la palabra más usada por el entrenador y una de las menos toleradas en este deporte: proceso.
“Las cosas no suceden de un día al otro. Para lograr una identidad desde las juveniles se necesita más trabajo. Lo estamos intentando y después de esta primera fase nos vamos conformes”, celebró el jueves Portanova, tras el triunfo clave frente a Venezuela (1-0) en la última fecha de la fase de grupos.
A diferencia del anterior ciclo a cargo de Carlos Borrello, Argentina busca una identidad de juego basada en el protagonismo y la tenencia de la pelota. Algo que varias jugadoras como Estefanía Banini y Florencia Bonsegundo pidieron tras el Mundial de Francia 2019. Quizá por eso, tras su gol frente a Venezuela, Bonsegundo festejó por partida doble: “Siempre quisimos intentar jugar y, cuando no se puede, ser prolijas. Hoy se sufrió un poquito, pero esta Selección me representa.Este cambio es el que pedíamos post Mundial. El grupo va a salir muy fortalecido”.
A esta identidad de juego se le suma que las jugadoras llegan mejor físicamente. La actual goleadora del torneo, Yamila Rodríguez, declaró que, tras el semiprofesionalismo iniciado en el fútbol argentino, se percibe como una jugadora diferente respecto a la Copa anterior, la de Chile 2018: “Estoy mejor, más veloz. Y eso se nota dentro de la cancha y en los números”.
Mañana lunes a las 21 Argentina jugará frente a Colombia la primera semifinal. No solo buscará el pasaje a la final del torneo si no que también quedar entre las tres primeras para, de esa manera, conseguir el pasaje directo al Mundial de Australia/Nueva Zelanda 2023 y lograr uno de los dos cupos para los Juegos Olímpicos París 2024.
“Estoy muy contento cómo se jugó hasta el momento. Sensaciones de alegría por el funcionamiento que venimos trabajando hace tiempo. No tenemos que tirar manteca al techo pero durante esta Copa se nos dio bastante bien”, dijo Portanova tras el 1-0 ante Venezuela. Argentina empieza a tener una identidad.
“Objetivos factibles”, había propuesto el entrenador el día que asumió. Y, sin temor a las críticas, siempre sostuvo que la Copa América para Argentina comenzaría tras el partido frente a Brasil. “Nos superaron pero no nos fuimos mal con nuestro funcionamiento. Cada vez que competimos queremos ganar, pero no colgadas del travesaño, sino con nuestra identidad”, dijo Portanova tras la derrota 0-4 del debut.
Argentina comenzó su propio torneo a partir de la segunda fecha. Frente a Perú (4-0) y Uruguay (5-0), la Selección sumó nueve goles y ninguno en contra. Un equipo corto que busca el protagonismo a través de triangulaciones y la circulación de la pelota por al ras del piso.
En ambos partidos, los puntos más altos fueron sus dos extremas en el sistema de juego 4-3-3 que Portanova emplea. La explosión, velocidad, guapeza y efectividad de Yamila Rodríguez se complementó a la perfección con la gambeta, el freno y la calma a la hora de tomar decisiones de Estefanía Banini.
Además, Daiana Falfán -que se ganó el puesto en el centro del mediocampo tras la lesión de Lorena Benítez- le dio la conexión entre las defensoras y delanteras que requiere la identidad de juego a la que aspira Portanova.
“Si no nos desalentamos en las derrotas tampoco nos la tenemos que creer en la victorias”, declaró el entrenador luego del 5-0 a Uruguay. Lógico, sabía que a, pesar de los dos triunfos consecutivos, el jueves pasado frente a Venezuela se jugaba la clasificación a la semifinal. A la Selección le bastaba con empatar o ganar para pasar a la siguiente fase y eso se notó. “Fuimos un equipo con mucha intensidad a la hora de defendernos, vimos una nueva faceta en nuestro juego. Por momentos sufrimos pero sabíamos que era el partido más parejo del grupo”, declaró Eliana Stábile.
Al igual que confesó su referente Marcelo Bielsa, para Portanova un equipo protagonista no es sólo aquel que mantiene la posesión de la pelota y el dominio del partido porque, cauteloso, sabe que no siempre eso ocurre en el fútbol. Para ambos entrenadores, jugar bien implica saber defender cuando no se tiene la pelota y saber qué hacer cuando se la tiene. Y Argentina, en los últimos tres partidos, jugó bien.
Mañana, tras la clasificación a la semifinal y a los Juegos Panamericanos de Chile 2023, la Selección jugará en Bucaramanga en un estadio teñido de amarillo que alentará a Colombia como sucede desde el inicio de la Copa.
“Yo soy un admirador del fútbol colombiano femenino. Tienen una hermosa tenencia, un juego muy vistoso. Cómo le vamos a jugar no lo puedo decir, pero sabemos del valor de sus jugadoras y de lo que vienen haciendo”, adelantó Portanova.
La última vez que se enfrentaron ambas selecciones en la Copa América fue en 2018, cuando Argentina ganó 3 a 1 y se quedó con el tercer puesto que le valió jugar el repechaje para el Mundial de Francia 2019 ante Panamá. Argentina buscará, como frente a Venezuela, aprovechar los momentos y no perder la calma. Ser cautelosas, al igual que su entrenador.
Y claro que, como hace cuatro años, el corazón también jugará un rol importante. No por nada las jugadoras de la Selección eligieron la canción que cantan en la zona mixta tras cada partido: “Al equipo que tiene más aguante, lo llevo dentro del corazón. Saltando, cantando, prendidos a los trapos, dejamos el alma en el tablón. ¡Dale Selección, Selección!”. «