En un año, a las siete de la mañana hora de Argentina, la pelota rodará en el Estadio Al Bayt de Jorn y comenzará el partido inaugural del Mundial de Qatar, con la selección local en el campo de juego y 60 mil personas en las tribunas. Qatar será la primera selección organizadora en debutar en un Mundial. Y será la primera vez en la historia que un hincha podrá ver en la cancha cuatro partidos en un día, porque todos se jugarán en ocho estadios en un radio de 46 km. La fase de grupos se jugará a las 7, 10, 13 y 16 horas. La selección argentina, clasificada en tiempo récord después de 13 fechas de Eliminatorias, llegará con Lionel Messi y sus 35 años a Asia Occidental. A Corea del Sur-Japón 2002 se había clasificado en 14 partidos. Aquel año, en Asia Oriental estuvieron Roberto Ayala, Walter Samuel y Pablo Aimar, piezas clave en el cuerpo técnico de Lionel Scaloni. Saben lo que es lidiar con cierto favoritismo. Y 2021, dijo Scaloni, fue “un año magnífico” para la selección argentina.

A 365 días de Qatar 2022 hay 13 selecciones clasificadas: el país sede, Brasil y Argentina por Sudamérica, y Alemania, Bélgica, Dinamarca, Francia, Inglaterra, Países Bajos, Croacia, España, Serbia y Suiza por Europa. Restan 19 selecciones en el último Mundial con 32 (y hay 61 con chances de meterse en la Copa). Qatar 2022 se jugará del 21 de noviembre al 18 de diciembre, corrido del calendario, no en el receso de temporada a mitad de año. Las cinco ligas top de Europa anunciaron que terminarán apenas una semana antes del inicio del Mundial. Y los futbolistas deberán soportar temperaturas sofocantes. El agotamiento se sentirá por partida doble. Qatar 2022 será el quinto y acaso último Mundial de Messi. “Vivo el día a día, año a año. No sé qué pasará en el Mundial o después. No lo pienso. Pasará lo que tenga que pasar”, terció el capitán argentino. Neymar, el líder de Brasil, dijo que, a pesar de que llegará con 30 años, no sabe si jugará otro Mundial: si tendrá la “fuerza mental” para bancar las exigencias del fútbol profesional.

Si en Rusia 2018 se impuso Francia, el campeón del contraataque, el VAR y la pelota parada, Qatar le abre una puerta a selecciones más ofensivas, como la Italia campeona de la Euro, que todavía debe pasar por el repechaje para llegar al Mundial, igual que Portugal, campeona de la Euro 2016. “Se juega cada vez más al ataque, en el sentido de que hay una propuesta de los entrenadores de ir a buscar el partido en campo contrario. Los planteos son divertidos por dos razones: el Barcelona de Guardiola revolucionó la sensibilidad de jugadores y entrenadores, que ya no quieren jugar a encerrarse, ni entienden el fútbol de la especulación, sin mucho tiempo con la pelota, ese juego del sufrimiento que estuvo de moda en los 90 con Italia como la capital del fútbol”, dice el periodista Diego Torres, de El País de España. “Ahora, otra cosa es que veamos un fútbol de calidad, de grandes jugadores. Porque los futbolistas de verdadero talento no abundan. Quizás estemos en la paradoja de que en los 90 había mucha calidad y mucha propuesta terrenal y resultadista. Ahora sucede al revés: hay cada vez menos jugadores de calidad y la propuesta, por una cuestión del negocio de la televisión, suele ser más atractiva que hace una y dos décadas”.

En 1995, la selección argentina Sub 20 ganó en Qatar el primer Mundial de la era de José Pekerman en juveniles. Gustavo Lombardi era el lateral derecho. Hoy es comentarista de fútbol. Qatar no era el país que es hoy en la geopolítica del fútbol, dueño de París Saint-Germain, la nueva casa de Messi, y socio de la FIFA de Gianni Infantino. La explotación del petróleo que convirtió a Qatar en un país rico recién se aceleró en los 2000 después de que el jeque Hamad bin Jalifa Al Thani derrocara a su padre en la monarquía. “Nada que ver a lo que ahora vemos por televisión. Era un país desértico, de pocas construcciones, con un hotel donde paraban todas las delegaciones -cuenta Lombardi-. Era ruta y construcciones precarias, imágenes de pobreza, de tiendas ambulantes, de corridas de camellos, como si fuese una película de Indiana Jones”. El Mundial Sub 20 de Qatar 95 se jugó en tres estadios. El local sacó un punto en su grupo. En 2021, Qatar, actual campeón de Asia, participó de la Copa de Oro de la Concacaf: perdió 1-0 en semifinales ante Estados Unidos, el campeón. En 2019 había participado de la Copa América que ganó Brasil. “Aún así, en el Mundial Sub 17 de Italia 91 le ganamos el tercer puesto a Qatar, y por penales -recuerda Lombardi-. Ya había un desarrollo. Y unos años antes había estado Maradona”. Después de la lluvia de petrodólares, Gabriel Batistuta se transformó en el embajador argentino en Qatar: jugó en el Al-Arabi entre 2003 y 2005.

A Brasil y Argentina, los clasificados de Sudamérica, les falta medirse con las selecciones potencias de Europa. Desde el Mundial de Corea del Sur-Japón 2002, cuando ganó Brasil, que un sudamericano no gana: Italia (Alemania 2006), España (Sudáfrica 2010), Alemania (Brasil 2014) y Francia (Rusia 2018), una seguidilla sin precedentes desde Uruguay 1930. En el último Mundial ni siquiera hubo un sudamericano en las semifinales: todas las selecciones fueron europeas. “Brasil y Argentina necesitan competir con los europeos. Entiendo la posición de no jugar antes del Mundial para no comerte un partido malo y bajar la moral. Argentina históricamente jugaba con Israel. Y antes de Rusia, jugó con España y se comió un baile. Pero a los jugadores sudamericanos les falta ese roce, si bien juegan allá -considera Lombardi-. Hoy las selecciones más competitivas son las europeas, por nivel individual, por el formato de la Liga de Naciones, las clasificatorias. Siempre están en contacto entre ellos. Acá no son fáciles los partidos, pero se juegan a otro ritmo. Deberían aprovechar el roce con los europeos”.

El 30 de noviembre comenzará en Qatar la Copa Árabe, un ensayo general a un año del Mundial más atípico de la historia. La Copa Árabe, organizada en sus orígenes por la Unión de Asociaciones de Fútbol Árabes (UAFA), se jugó por última vez en 2012. La UAFA, no reconocida por la FIFA, no quiere pertenecer a ni a la confederación asiática ni a la africana. A Infantino poco le importa: necesita votos de países para que los Mundiales sean cada dos años en lugar de cuatro. El 31 de marzo, por lo pronto, está programado el sorteo de Qatar 2022 en Doha. Y el 18 de diciembre de 2022, en el Estadio Icónico de Lusail, se jugará la final. A Argentina, dijo Messi, “le falta para ser candidata”, aunque “está por el buen camino”. El pentacampeón Brasil ya lleva casi 20 años sin levantar la Copa del Mundo. Francia, con el juego físico y los artistas Paul Pogba, Antoine Griezmann y Kylian Mbappé, intentará retener la Copa. El invierno del Hemisferio Norte tendrá por primera vez un campeón mundial en Qatar, el país más pequeño (11.571 km2) que dispone de la gran vidriera del fútbol, y que hasta planea “zonas de alojamiento” en el desierto y hoteles flotantes en el puerto.