Alexis Gómez bate el mate mientras disfruta de sus vacaciones en su casa de San Martín, en el norte del Gran Buenos Aires. Cuando termine el descanso, tendrá que volver a la India, el país en el que reubicó su carrera de futbolista desde los últimos cuatro meses.

Ya jugó para el Sudeva FC de Nueva Delhi, en la I-League, la segunda categoría del fútbol indio –en donde convirtió ocho goles y dio tres asistencias en once partidos–, pero ahora tendrá nuevo club: se mudará de la capital del flamante país más poblado del mundo –superó a China– a otra de sus principales ciudades, Calcuta, para reforzar al Mohammedan SC. «El fútbol allá no tiene mucho desarrollo. Por eso quizás me destaqué mucho», le dice a Tiempo con una sonrisa y aún asombrado por una experiencia que no suelen tener los argentinos: jugar en India.

El exjugador de Estudiantes de Buenos Aires, UAI Urquiza y Deportivo Riestra, de 23 años y 55 partidos en nuestro Ascenso entre 2017 y 2022, habla de un fútbol exótico y recuerda sus épocas de baby fútbol que, también en San Martín, compartió con Enzo Fernández, campeón mundial en Qatar 2022.

«El fútbol en Argentina tiene mucha más agresividad, físicamente hablando. En India eso no se ve. Por eso saqué provecho y me fue bien. En algunas jugadas iba a presionar y miraba para atrás y nadie me seguía», comenta Gómez, acostumbrado hasta 2022 a otro contexto deportivo, nuestro Ascenso. «Se me facilitó mucho. El Nacional o y la B son muy competitivas, hay mucho roce, canchas reducidas. En India tengo mucho espacio«, dice.

Alexis juega de enganche o media punta en la I-League. En 2023 empezó en el Sudeva Delhi y lo que queda del año lo hará en el en el Mohammedan SC de Calcuta: «Ya vamos con mi mujer y nos quedamos allá. Además, ya jugué en esa ciudad y sé que el fútbol se siente distinto. Hacés una jugada buena, se sorprenden y lo demuestran. Eso está bueno».

Alexis asegura que Argentina es una referencia: «En India quieren tener un fútbol parecido al nuestro. Me hacían preguntas y conté lo que vivía acá». No obstante, entiende que hay una diferencia cultural y deportiva: «Los chicos son muy buenos pero en el club en el que estuve no se vivía el fútbol como nosotros lo hacemos. En un partido nos hicieron un gol y el defensor dijo que no había problema. Lo insulté de arriba a abajo. ¿Cómo no va a haber problemas cuando nos hacen un gol?«.

Foto: @ILeagueOfficial

Futbolistas argentinos por el exterior hay muchos, pero India es un lugar tan distinto al resto que parece fuera de este mundo: «Cuando camino por Delhi es un quilombo, las calles están al revés que acá. Cuando llegué al aeropuerto, el primer día, fue terrible. Salí, uno me dice mi nombre, me agarró la valija y me llevó al auto. Era uno que vendía viajes en taxi y pensé que me había venido a buscar. El tipo me preguntó a qué hotel iba y me hacía preguntas, todo por traductor. Yo me extrañé de que no supiera. Llegamos al hotel y quería que pague el hotel y el taxi. Tuve que llamar al agente. Tenía un cagazo bárbaro».

La comida también es un tema a tener en cuenta. «Vivir en India es un poco difícil, es otra cultura en la convivencia y en la comida. En el hotel, cuando concentramos, es todo picante y yo trato de comer arroz blanco o sacarle el condimento al pollo tirándole agua. Como siempre lo mismo», comenta Gómez.

Dice, igualmente, que se siente cómodo ahí y que su idea es ahora jugar una temporada larga y luego seguir en Asia, salvo que llegue una oferta de Europa. «Cuando un argentino va a jugar lo tratan muy bien. Siempre se sacan fotos y eso a uno lo pone contento. Cuando empezás a hacer goles de tiro libre, por ejemplo, ya te miran de otra manera. ‘Uh, mirá, es argentino‘», dice Alexis, que confirma que Qatar 2022 reafirmó el amor de los indios hacia los colores albicelestes.

Él lo sabe bien, además, porque tiene relación con uno de los jugadores de la Scaloneta, con quien jugaba en el baby del club de barrio La Recova, en Villa Libertad, San Martín: «Se enteraron de que soy amigo de Enzo Fernández y querían que le mande saludos. Cuando llegué a Seduva toda la gente estaba contenta. Me decían ‘Messi, Messi'».

Alexis entonces recuerda su paso por el baby, donde fue campeón de la categoría 2000 en cinco ocasiones y jugaba con el actual volante del Chelsea. «Éramos chicos y todo el mundo nos iba a ver. Jugaba Enzo. Gente de otro club se quedaba para ver nuestra categoría porque éramos chicos y hacíamos cosas de grandes. Tirábamos paredes, hacíamos jugadas de pelota parada o laterales».

«Quiere un pibe bien Caseros…», decía un título del diario deportivo Olé del 31 de marzo del 2017, que afirmaba que River y Boca hacían sondeos para tener entre sus filas a Alexis Gómez. «Debuté a los 16 años. Ahí vinieron Boca, River y Lanús a buscarme. Estuve en Boca dos semanas, pero siempre con contrato en Estudiantes (BA). Fue en 2017, cuando estaba Claudio Vivas. Estuve con jugadores como (Exequiel) Zeballos y (Agustín) Almendra. En los primeros días ya me dijeron que me quedara, que le gustaba al club. El presidente de Estudiantes se ve que pidió mucha plata. En Lanús pasó lo mismo, estuve dos semanas en la pensión. En 2019, estaba Diego Martínez en Estudiantes (actualmente en Tigre) y no me tenía muy en cuenta. Entonces le pedí jugar en Reserva, me fue bien y me vino a buscar Fortaleza de Brasil. Estuve dos meses, viajó el presidente para arreglar y no se qué pasó esta vez. Siempre pasaba algo. En 2020 me dejaron libre en Estudiantes. Es algo de no creer».

Pero el fútbol local es parte del pasado y hoy Gómez es el representante argentino del lugar menos pensado. «