El Bayern Munich conquistó el Mundial de Clubes de Qatar tras derrotar por 1 a 0 a Tigres de México y así se consagró como el campeón de todo lo que puso en juego en esta temporada: Bundesliga, Copa de Alemania, Supercopa de Alemania, Champions League, Supercopa de Europa y, ahora, el Mundial de Clubes. El gigante bávaro se une al Barcelona de 2009, con Pep Guardiola, como los dos únicos equipos en llevar a sus vitrinas los seis títulos disponibles para un equipo europeo. 

El único gol de la final llegó a los 59 minutos, con polémica. El polaco Robert Lewandowski chocó contra el argentino Nahuel Guzmán y luego el francés Benjamín Pavard remató al gol. El juez de línea levantó la bandera fuera de juego del delantero. Sin embargo, luego de revisar la acción, el VAR marcó que el polaco estaba en una posición lícita aunque milimétrica. Lo llamativo es que Lewandowski tocó su pelota con la mano, y eso más allá de la intención o no, debiera derivar en la anulación del gol. El uruguayo Esteban Ostojich, sin embargo, lo convalidó. 

«Hemos hecho historia, tenemos nuestro sextuplete. Lograr seis títulos consecutivamente es algo muy especial. Creo que es uno de los mayores éxitos en el fútbol. Se recordará durante mucho tiempo a nuestro equipo», celebró Lewandowski, elegido mejor jugador del torneo. Bayern no contó con el central Jerome Boateng, que regresó a Alemania para asistir al funeral de su ex pareja, una modelo de 25 años encontrada muerta en su domicilio, y la baja del delantero Thomas Müller tras dar positivo de coronavirus.

Tigres hizo un papel digno, aunque estuvo muy lejos del arco alemán. «Pienso que ellos fueron superiores y merecieron el triunfo», afirmó Ferretti, el histórico técnico del conjunto mexicano, que se va de este Mundial con la cabeza alta pese a no haber podido poner fin a la racha de títulos consecutivos del representante europeo en este torneo FIFA, que se eleva ahora a ocho seguidos.Antes de la final se disputó el partido por el tercer puesto, en el que el Al-Ahly egipcio ganó por penales (3-2 tras empate 0-0) al Palmeiras brasileño.

El reciente campeón de la Copa Libertadores firmó la peor actuación histórica de la zona Conmebol en esta competición, ya que por primera vez no hubo un equipo sudamericano en el podio.