1) River y Boca podrán fallar penales, pero igual ganarán. Ese parece ser el espíritu en el tramo final de la Superliga, que los tiene como protagonistas gracias al “efecto Bover”. Este domingo, River le ganó 1-0 a Banfield en el Monumental. Y Borré estrelló un penal en el travesaño. El equipo de Gallardo registra cinco penales errados de los ocho que tuvo en la actual Superliga. Boca goleó 4-0 a Central Córdoba en Santiago del Estero. En el medio, el Ruso Rodríguez le atajó un penal primero a Tevez y luego a Soldano. Faltan tres fechas. A River, líder con 42 puntos, le queda Estudiantes de visitante, Defensa y Justicia de local, y cierra con Atlético en Tucumán. A Boca, único escolta con 39, Godoy Cruz de local, Colón de visitante, y cierra con el Gimnasia de Maradona en la Bombonera. No se pierden pisada, sí penales.

2) Messi igualó a Bochini en cantidad de partidos con la camiseta de un mismo club: 714 en Barcelona, 714 en Independiente. Y, acaso para homenajearlo, metió una asistencia bochinesca a Griezmann en el Camp Nou. Barcelona le ganó 2-1 a Getafe y quedó a un punto de Real Madrid en la Liga de España. Cualquier semejanza con la Superliga argentina no es coincidencia. “Me alegra que seas vos quien haya alcanzado mi récord. Te felicito por el profesional que sos”, lo saludó Bochini a Messi.

3) El equipo femenino de River dio el gran golpe en el torneo. Este sábado se impuso 4-1 ante UAI Urquiza, actual bicampeón de la Primera División, y le sacó el invicto. Aunque había empezado abajo en el marcador por el gol de Larroquette, River se encendió: marcaron Martelli, Birizamberri (2) y Morcillo. El domingo, Boca goleó 6-0 al SAT y, así, le sacó seis puntos a UAI Urquiza, que tiene un partido menos. Restan cuatro fechas. Y los ocho primeros clasificarán a la Zona Campeonato.

4) En la previa del 1-1 entre Nueva Chicago y Temperley por la Primera Nacional -sí, se jugó-, hubo facazos, piñas y corridas en las tribunas del estadio República de Mataderos. Los incidentes no terminaron con un muerto, como el fin de semana pasado, cuando murió una persona por un disparo en Bahía Blanca, en el marco de Villa Mitre-Olimpo por el Federal A. Pero dos personas fueron heridas con armas blancas. Los hechos sucedieron por la disputa de poder y negocios en la barra brava, al igual que la semana pasada, cuando barras de Independiente Rivadavia de Mendoza entraron hasta el campo de juego y suspendieron el partido ante Atlanta por la Primera Nacional. Este lunes clausuraron de manera preventiva la cancha de Chicago “para preservar las pruebas”, indicó la Justicia. Una de las principales hipótesis es que las facas se encontraban adentro del estadio. Ni la Policía de la Ciudad ni los organismos de seguridad llamaron a la fiscal interviniente, Adriana Bellavigna, cuando comenzó la violencia. Se enteró casi dos horas después, por un llamado del fiscal general porteño Juan Mahiques. Bellavigna habló de “connivencia policial y dirigencial”. Hay dos detenidos y un prófugo.

5) El franco-maliense Moussa Marega se cansó del racismo en el fútbol y dejó la cancha, a pesar de los intentos de compañeros, rivales y árbitro para que no saliera. El delantero de Porto de Portugal escuchó gritos de mono y cánticos racistas en su contra después de marcar el 2-1 que le dio el triunfo a su equipo en la visita a Vitória de Guimarães, y decidió salir como acto de protesta. Antes, en el festejo del gol, le habían arrojado una butaca. Ocurre que Europa vive una ola de racismo que se traslada a los estadios de fútbol. “Quería simplemente decirle a esos idiotas que vienen al estadio a lanzar gritos racistas que se jodan. Agradezco también a los árbitros que no me hayan protegido y me hayan mostrado una tarjeta amarilla por defender mi color de piel”, escribió Marega en su cuenta de Instagram. “Espero no verlos nunca más en un terreno de juego. ¡Son una vergüenza!”.