No son deportistas conocidos por el gran público pero hasta Alberto Fernández los aplaudirá este viernes en el estadio Nido de Pájaro de la capital china: Francesca Baruzzi (23 años) y Franco Dal Farra (21) serán los abanderados de la delegación argentina que del 4 al 20 de febrero participará en los Juegos Olímpicos de Invierno Pekín 2022, una competencia que para nuestro país parece despertar más interés diplomático que deportivo.

Mientras el presidente aprovechará el viaje para reunirse con Xi Jinping, seis atletas argentinos (dos de esquí alpino, dos de esquí de base, una corredora de luge y una patinadora de sobre hielo) representarán a un país que, como casi todo el hemisferio sur, tiene muy poca cultura deportiva de invierno. Poco antes de llegar a China, los esquiadores barilochenses Baruzzi y Dal Farra le explicaron a Tiempo cómo es ser deportista de élite y olímpico en disciplinas que necesitan nieve o hielo.

Foto: @franbaruzzi

FDF: –En Argentina, hay pocas ciudades en la Cordillera: San Martín de los Andes, Villa La Angostura, El Bolsón, Bariloche, Esquel o Ushuaia. El resto casi siempre son ciudades sin nieve y, por lo tanto, sin centros de esquí.

FB: –En gran parte de Argentina no hay cultura de deportes de invierno por una cuestión geográfica. El esquí de alto rendimiento es para quienes vivimos cerca de las montañas. Mucha gente de Buenos Aires y del resto del país vienen de vacaciones y esquían una semana, pero es diferente. 

FDF: –Acá, los centros de esquí están lejos de las ciudades y los medios de elevación son caros, por lo que en Argentina el esquí termina siendo más difícil y caro que en otros países.

FB: –El esquí sí se puede practicar en Argentina porque, en definitiva, lo que se necesita son montañas, pero hay otros deportes de invierno para los que no hay infraestructura. Una chica de luge se clasificó a Pekín (Verónica Ravenna, porteña residente en Canadá) pero en el país no hay pistas porque no resultan rentables. También viaja una chica de patinaje en velocidad sobre hielo (Victoria Rodríguez, neuquina), y creo que tampoco hay pistas en el país. Son caras.

FDF: –No soy un experto en el cambio climático, pero algunos dicen que hay lugares que hacía 20 años se podía esquiar porque había más nieve, y ahora no. Por lo que yo viví, en 2021 en Bariloche no pudimos esquiar durante tres semanas de agosto por una sequía importante, pero en 2020 hubo nevadas espectaculares.

FB: –Cuatro o cinco meses del año, de noviembre a abril, entreno y compito en el hemisferio norte. Y en nuestro invierno tenemos la temporada sudamericana, que la hago en Usuhaia.

FDF: –Arranqué con el esquí de fondo de chico: me enseñó mi mamá. A los 10 años empecé con carreritas en Andino de Bariloche y después quise ser deportista de alto rendimiento. Desde 2019 trabajo todos los días en esto. No tengo sponsors pero sí recibo dos becas, una de Nación y otra provincial.

FB: –Empecé con el esquí a los 2 años porque mis viejos son instructores. Desde los 6 hasta los 16 seguí en Andino y entonces me sumé al equipo nacional. Hago esquí alpino y el mejor lugar para entrenar en Argentina es el Cerro Castor, en Usuahia. Las pistas deben estar preparadas, inyectadas o regadas con agua, para que se conviertan en hielo, así soportan la presión que hacemos.

FDF: –En el Cerro Catedral de Bariloche hay una pista de esquí de fondo que tiene nieve de buena calidad. Está a 1750 metros y ahí entreno todos los días en invierno. Después, de noviembre a abril, estamos en Europa.

FB: –De las cuatro categorías de esquí alpino (eslalon, eslalon gigante, eslalon supergigante y descenso), la velocidad varía de 50 a 140 kilómetros por hora. Cuando compito entro en trance. Dejo que mi cuerpo haga lo que sabe hacer y que mi mente quede en blanco para fluir y no estresarme. Pensar mucho te lleva a caerte o ir más lento.

FDF: –El esquí de base es una mezcla entre sprint y distancia. En bajada se puede llegar a los 60 kilómetros por hora pero es menos veloz que el esquí alpino. Sí es un deporte muy físico, comparable al atletismo, al remo y a la natación.

FB: –Desde noviembre estoy en Europa, entrenándome, y llegaré a Pekín el martes 1 de febrero. Voy a competir en tres categorías y tengo una expectavia superexigente, de quedar en el top 15, aunque sé que dentro del top 25 igual estaría muy contenta. Pero el objetivo es ir por todo.

FDF: –Llegué a Europa el 10 de octubre del año pasado y me fui primero a Serbia, a la casa de mi entrenador, que es de ese país. Primero hice un entrenamiento en seco, sin nieve, para corregir algunos tips de entrenamiento, y después empecé a competir en diferentes países. Voy a Pekín en búsqueda de mis mejores marcas. Competiré en tres pruebas diferentes, el esquiatlón, de 30 kilómetros; el esprint, de 1700 metros; y los 15 kilómetros clásicos.

FB: –Fui abanderada en los Juegos de la Juventud de Invierno, en Lillehammer (Noruega) 2016, y lo viví como una experiencia hermosa, pero esto será aun mejor. Estoy supercontenta y orgullosa de llevar la bandera argentina en mis manos.

FDF: –No puedo creer que voy a ser abanderado: esta semana me dieron la noticia y no lo esperaba para nada. Siempre vi las ceremonias de apertura por televisión y ahora me toca a mí.