Golden State Warriors se consagró anoche campeón de la NBA por séptima vez en la historia al imponerse por 4-2 en la serie final de la temporada 2021-2022 luego de superar este jueves como visitante a Boston Celtics por 103 a 90.

En esta final de temporada se dio una lucha entre uno de los dos terceros equipos más ganadores de anillos en el historial de la NBA junto a Chicago Bulls con seis títulos como los Warriors, contra otro como Boston Celtics que a la par de Los Ángeles Lakers lideran muy lejos la estadística con los 17 que obtuvieron a lo largo de esta competencia.

Es el cuarto anillo de campeón de la dinastía Curry-Thompson-Green, bajo el mandato de Steve Kerr, tras los títulos logrados en 2015, 2017 y 2018.

La consagración definitiva de Stephen Curry

Muchos teorizan sobre la influencia de Curry sobre el juego, a partir de sus indescifrables tiros a distancia. Para muchos, cambió para siempre la forma de jugar y el concepto de «rango de tiro». Sin embargo, nunca se había quedado con el premio Bill Russell, al mejor jugador de las finales, que significa el máximo galardón individual que otorga la NBA.

Pero anoche el MVP, el mejor de la final y de esta temporada en la que además alcanzó el privilegio de convertirse en el máximo triplero de la historia fue el base de Golden State, Stephen Curry, quien anotó 34 puntos para convertirse en el máximo anotador de esta nueva jornada consagratoria de los de San Francisco.

En 2015, el MVP se lo había quedado su compañero Andre Iguodala, hoy veterano que jugó un minuto en la final de anoche. Tanto en 2017 como en 2018, el premio había sido para Kevin Durant. En las finales perdidas por los Warriors en 2016, se lo había ganado su contrincante Lebron James, mientras que en 2019 -en la restante final perdida- Curry vio cómo se lo llevaba Kawhi Leonard.

Esta vez, no se interpuso ningún compañero y Steph se quedó no solo con el título sino también con el preciado MVP de las Finales. Curry tiene 34 años y solo un puñado de jugadores lograron obtener ese premio a esa edad: Kareem Abdul-Jabbar, John Havlicek, Michael Jordan y Lebron James.

El premio de Curry no solo es simbólico. Es más que merecido. En las finales, promedió 31 puntos, 6 rebotes y 5 asistencias. En el último juego, metió 34 puntos, con 7 rebotes y 7 asistencias, además de 6 triples.

Los triples son justamente la especialidad de la casa. En toda la serie, metió nada menos que 31 triples, una media de 5 por encuentro, con un 44% de efectividad. En el juego 1, metió 7 tiros a distancia en 14 intentos; en el juego 2, clavó 5 en 12 tiros; en el juego 3, 6 en 11; en el juego 4, otra vez 7 en 14. El juego 5 «arruinó» su estadística ya que no sumó ningún triple, en 9 intentos. En el sexto, volvió a su normalidad y metió 6, en 11 tiros. Un total de 31 triples en 71 intentos, durante esta serie final; un envidiable 44% de efectividad desde la tercera dimensión.

«¿Qué significa ganar el MVP? Significa que ganamos. Significa que aprovechamos la oportunidad de regresar aquí. Escuchamos todas las conversaciones, todos los comentarios… al final del día se trata de lo que hacemos en el campo. No hay que hablar, hay que hacerlo. De eso se trata», declaró Curry después del partido.