Fue hace casi un año, el 26 de febrero de 2020. En la otra vida, la de estadios llenos y festejos a los abrazos. El reloj: 93 minutos 40 segundos. El resultado: Tigres de México 3 – Alianza de San Salvador 2. El equipo de Monterrey había caído 2 a 1 en la ida. Tiro libre en el vértice del área. El arquero Nahuel Guzmán va a buscar el gol que le de vida a Tigres más allá de los octavos de final de la Liga de Campeones de la Concacaf. Y el gol llega, con un frentazo seco. Corrida desesperada, festejo loco. Casi diez meses después, el 23 de diciembre, la aventura terminó con Tigres por primera vez campeón de la Concachampions, el mayor logro en la historia del club y con el pasaje para jugar el Mundial de Clubes de Qatar. Para Guzmán, estallado en lágrimas durante la consagración, fue un desahogo: había perdido la final de Libertadores ante River en 2015 y tres finales de la Liga de Campeones de la Concacaf, en 2016, 2017 y 2019. Desde las 15 de este jueves buscará la hazaña ante el Bayern Múnich en la final del Mundial de Clubes. 

El Patón es un personaje particular dentro del mundo del fútbol no solo porque es capaz de hacer un gol de cabeza aunque juegue como arquero. Su buzo de Newell ‘s llevaba un pañuelo de las Madres de Plaza de Mayo y las Islas Malvinas. Ya como referente del fútbol mexicano se tiñó el pelo con los colores de la bandera del arcoiris para visibilizar la homofobia dentro del ambiente de la pelota. Cuando era citado a la Selección, sus guantes llevaban distintas leyendas: “Nunca Más”, “Memoria, verdad, justicia”, “Aguanten las Madres”, “Aguanten las Abuelas”. Con la entidad que preside Estela de Carlotto lo une un vínculo especial: hasta se dio una vuelta en la presentación pública del nieto 130, Javier Matías Darroux Mijalchuk. Aunque más recordada es su presentación en una conferencia de prensa en Tigres, donde hizo una verdadera performance: apareció de traje y corbata, y luego de la última pregunta se paró para mostrar que debajo sólo llevaba una malla roja. “Recuerden que no todo es lo que parece”, dijo al retirarse. Este miércoles, en el día de su cumpleaños número 35, a horas del partido más importante a nivel clubes, decidió celebrarlo posteando en sus redes sociales una especie de cuento breve con su papá como protagonista, de quien entre otras cosas heredó el oficio de arquero.



Ante el Bayern Munich, nada menos, deberá demostrar todo su talento debajo de los tres palos. Será un duelo de estilos en el arco: las locuras del rosarino contra la sobriedad del alemán Manuel Neuer. Pero no será el único: también será atractivo el del delantero francés de Tigres Pierre-André Gignac y la estrella polaca del Bayern, Robert Lewandowski, quienes llegan a la final como los dos máximos goleadores del torneo con tres y dos goles respectivamente, y como autores de todos los goles firmados por sus equipos en Qatar. Los mexicanos llegan a la final después de haber eliminado al campeón de Asia, el Ulsan Hyundai surcoreano en cuartos (2-1), y de dar la sorpresa ante Palmeiras brasileño en semifinales (1-0). Buscarán cortar la racha de siete ediciones del Mundial de Clubes conquistadas por clubes europeos, desde el título del Corinthians brasileño en 2012. Es la primera vez que un equipo de Concacaf avanza hasta esta instancia y por eso la expectativa es total en México. Aunque Guzmán también abrió la polémica en ese sentido: “Este es un Mundial de Clubes, vamos a representar solamente a Tigres y no vamos a representar a nadie más que quiera colgarse de nuestras tetas”, sentenció el arquero argentino en un video en redes sociales que rápidamente generó controversia. La cementera Cemex, empresa que está detrás de la administración del equipo de fútbol, publicó un video donde aseguraban que el equipo sí representaría al país durante su participación en esta competencia. Ante esto, Guzmán respondió al mensaje con ironía y resignación: “Lo que uste’ diga, patrón”.

Para el Bayern Munich lo que está en juego es poder llevarse el sexto título de una temporada 19/20 marcada por el Covid 19 que lo tuvo como absoluto protagonista en el campo: campeón de Champions League, Bundesliga, Copa de Alemania, Supercopa de Alemania y Supercopa de Europa. Sólo el Barcelona de Pep Guardiola pudo llevarse los seis título en juego en una misma temporada. «Estoy convencido de que la afición del Barça no quiere que gane el Bayern, porque seguirían siendo los únicos de la historia en haberlo conseguido», afirmó Javier Mascherano desde Qatar, invitado por la FIFA. Así, Guzmán y Guido Pizarro no serán los únicos argentinos presentes en la final. 

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(Foto: twitter TigresOficial)



Aunque suena a imposible, los mexicanos se agarran del  recuerdo de la victoria de México ante Alemania (1-0) en el Mundial de Rusia 2018, un antecedente de lo que sería un batacazo resonante. El 17 de junio de 2018 la selección de Alemania comenzaba la defensa del título logrado en Brasil cuatro años atrás. Un gol de Hirving Lozano llenó de dudas al equipo de Joachim Low, que finalmente quedó último en su grupo, mientras que el Tri lograría el pase a octavos. Neuer era el arquero. «Recuerdo el partido de 2018 contra México, y no es un recuerdo positivo», confesó el alemán, que ya sufrió un gol de Gignac, cuando el delantero jugaba para Francia, con un tanto en la victoria de los Bleus por 2-0 en noviembre de 2015. Pero Neuer no es el único jugador del Bayern que sufrió a México en Rusia. Joshua Kimmich, Jérôme Boateng y Thomas Müller también disputaron aquel partido, mientras que Leon Goretzka y Niklas Süle lo vieron desde el banco de suplentes. Por el lado de Tigres también hay caras repetidas: los defensores Carlos Salcedo y Hugo Ayala y el extremo Javier Aquino, que irán por más historia.