La selección argentina, campeona de la Copa América 2021, comenzará el viaje hacia el Mundial de Qatar en Calama, a media hora de la mina de cobre de Chuquicamata. En pleno Atacama, en el Estadio Zorros del Desierto, Lionel Messi jugará el 27 de enero el primer partido del año con la selección en un “oasis”, donde las “arrugas de los ancianos no coinciden con su edad geológica”, donde, escribe el Che Guevara en su diario de viaje iniciático en 1952, “pobres héroes mueren en las mil trampas con que la naturaleza defiende sus tesoros, sin otro ideal que el de alcanzar el pan de cada día”. El viaje de Messi y la selección que dirige Lionel Scaloni tiene como destino soñado otro estadio en otro desierto, donde también murieron trabajadores en condiciones inhumanas en la construcción de la infraestructura: el 18 de diciembre se jugará la final de Qatar en el Estadio Icónico de Lusail, construido para la Copa del Mundo. Clasificada en tiempo récord después de 13 fechas de Eliminatorias, con un equipo en funcionamiento y con certezas, la selección se centra en los votos de confianza de la fórmula Messi-Scaloni 2022.

La ruta de Messi, sin embargo, tendrá su inicio en las canchas cuando París Saint-Germain visite el 9 de enero a Lyon. PSG lidera la Ligue 1 con 13 puntos de ventaja. Después de la excursión en el desierto de Atacama ante Chile, el calendario 2022 de la selección continuará con el cierre de la doble fecha ante Colombia como local, el 1 de febrero en el Monumental. El 15 de febrero, PSG jugará la ida de los octavos de final de la Champions ante Real Madrid. Las Eliminatorias terminarán después de que la selección reciba a Venezuela, el 24 de marzo, y de que visite a Ecuador, el 29 (todavía queda pendiente la resolución de la FIFA del partido ante Brasil, suspendido por la invasión de campo de funcionarios del gobierno de Jair Bolsonaro). Apenas dos días después de la finalización de las Eliminatorias, el 31 de marzo, se sortearán los grupos del Mundial, aunque la fecha podría cambiar ya que faltarán conocerse las selecciones clasificadas vía repechajes. Qatar 2022 sigue una línea: será el Mundial más atípico de la historia, por fecha, lugar y hasta sorteo.

A mitad de año, el 1 de junio en Wembley, Argentina tiene un compromiso ya cerrado: Italia, campeona de la Euro, aún sin pasaje a Qatar. Entre el propio Messi y Scaloni dosificarán cargas, regularán hasta dónde exigir(se). Messi es el futbolista que casi nunca hace pretemporadas. El año pasado, por su transferencia histórica a PSG; en 2020, por el escándalo del burofax, anticipo de la salida de Barcelona; en 2019, por la Copa América que ganó Brasil; y en 2018 por el Mundial de Rusia. De ahí que un puñado de días de la mitad de 2022 serán claves. “Messi quiere jugar todo, sobre todo en la selección. Viendo lo que pasó últimamente, cómo está jugando y cómo se está desenvolviendo, es una tranquilidad que para el Mundial queden 11 meses -dice el periodista Ariel Senosiain, autor de Messi, el genio incompleto-. Evidentemente, necesita un trabajo físico importante. En la liga francesa le faltó explosión, le costó sacarse rivales de encima con la facilidad que lo hizo en la Copa América. Tiene 34 años, no 20 o 25, pero todavía puede tener ese arranque que hoy no se le ve tanto”. En la previa al Mundial de Sudáfrica 2010, Fernando Signorini, entonces preparador físico de la selección, había advertido: “Llega cansado, el daño ya está hecho y es irreversible”. Las principales ligas de Europa terminarán una semana antes del inicio de Qatar.

De las inferiores de Newell’s, campeones del mundo Sub 20 en 1997 y 2005, moldeados por los formadores Pekerman-Tocalli, Scaloni y Messi trabaron relación de inmediato en 2005, cuando Messi fue expulsado 46 segundos después de que debutara con la camiseta de la selección, y Scaloni saltara en su defensa ante el árbitro alemán Markus Merk. Compañeros en el Mundial de Alemania 2006, se abrazaron en el festejo del gol de Maxi Rodríguez ante México. Se reencontraban esporádicamente en Mallorca, donde aún vive Scaloni. Hasta que los volvió a unir la selección, cuando Scaloni entró en el cuerpo técnico de Jorge Sampaoli en 2017. “No es fácil lo que hicimos con la selección -dijo Messi-. Scaloni viene creando un grupo fuerte. Estamos muy ilusionados con seguir creciendo y llegar de la mejor manera a nuestro sueño”. Messi y Scaloni también podrán encontrarse el 17 de enero en Suiza en los Premios The Best de la FIFA, nominados a mejor futbolista y entrenador de 2021.

“La clave es ser simple, no tener un doble discurso. Le ha entrado por ese lado, y por saber que puede jugar cualquiera. Ha hecho cambios, ha sacado a chicos con mucha trayectoria. Y Messi nos ayudó mucho en el grupo. Él, de muchos de estos chicos, es el ídolo. Salvo alguno, como (Rodrigo) De Paul, que le pierde el respeto enseguida… Leo sabe que tiene mucha ascendencia”, dice Roberto Ayala, uno de los ayudantes de Scaloni, el DT artífice del primer título con la selección de Messi, que llegará a Qatar con 35 años, más líder que nunca en el vestuario. Messi, en concreto, llegará al Mundial con la Ligue 1 2022/2023 a mitad de camino, con los seis partidos de grupo de Champions de la nueva temporada y con los dos o tres amistosos de la selección que planea la AFA. Será un ajetreo común a la mayoría de los futbolistas, una puerta que abre Qatar de mantener el ritmo de juego, sin el habitual parate.

Si en 2018 la selección se internó en la concentración de Barcelona antes de viajar a Rusia, con la cancelación del amistoso ante Israel en Jerusalén en el centro de la polémica, ahora pareciera más que complicada una preparación similar. La selección de Messi y Scaloni ganó tiempo de convivencia y conocimiento durante las Copa América 2019 y 2021. En el receso de mitad de 2022, Messi podría abocarse a un trabajo integral con los ojos en Qatar: físico, mental y, por qué no, que ayude a generar mística, como las preparaciones maradonianas en Napoli y en aquel campo de La Pampa. Quizá, como en otras oportunidades, Messi se encierre en su estancia de Arroyo Seco, en las afueras de Rosario. Dos meses antes de Alemania 2006, su primer Mundial, cuando el entonces jugador de Barcelona padecía sucesivas lesiones musculares, se entrenó en el club Real Arroyo Seco. Y en diciembre de 2013, seis meses antes de Brasil 2014, también en Arroyo Seco, se puso el short de la selección y se entrenó a las órdenes del preparador físico Elvio Paolorroso. Messi es el único con un lugar asegurado por Scaloni. La lista es 23 futbolistas. Lusail, la metrópoli-isla de la final, es una ciudad aún en construcción, adjudicada a la empresa de Florentino Pérez, el presidente de Real Madrid. La historia viva de Lusail comenzará a escribirse, literalmente, cuando la pelota ruede en el desierto de Qatar, el 21 de noviembre. Pareciera que falta una vida. Pero que quede claro: es este año.