En caso de que la FIFA no impugne el nuevo Estatuto que los dirigentes del fútbol argentino votaron el viernes en Ezeiza, Daniel Angelici, en su carácter de vicepresidente segundo del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal, determinará la «idoneidad ética» de los candidatos a presidente de la AFA. Angelici, entonces, evaluará a Angelici, ya que, en principio, ocupará el segundo lugar en la candidatura de Claudio «Chiqui» Tapia, presidente de Barracas Central. La modificación del artículo 87, cocinada de antemano, fue lo sustancial. En ronda, en la esquina de la Asamblea, cerca de las heladeras con agua mineral y el ventilador de pie, Angelici y Tapia vieron cómo ejecutaban la maniobra los asambleístas. A pesar del calor, andaban sueltos de cuerpo bajo el tinglado. «Todo se encamina al triunfo de Los Chalchaleros –ironiza un dirigente de Ascenso Unido–. Hace un año y medio estamos firmes en un sentido, y no hemos cambiado nada. Lo que creo es que algunos se han dado cuenta de que íbamos a ganar la pulseada y se terminaron acercando a nosotros». Las elecciones serán el 29 de marzo. Algunos, en verdad, es Angelici, quien guiará a Tapia hacia la AFA desde el Colegio Público de Abogados.

Hasta el viernes al mediodía, la Conmebol era la encargada de realizar los «exámenes de integridad» de los candidatos a integrar el Comité Ejecutivo. Roberto Álvarez, vice de San Lorenzo, se retiró antes del inicio de la Asamblea Extraordinaria cuando olfateó lo que vendría. Fue el único club, además de Talleres de Córdoba, ausente, que no votó el retoque. Exaltado e histriónico, Marcelo Achille, presidente de Defensores de Belgrano, fue el que mocionó para iniciar la jugada del artículo 87 punto 2. «Accedimos a todo. Pero no vamos a tolerar que abusen de nuestros derechos. Queremos tener la soberanía política para resolver si los candidatos son aptos. Que no nos avasallen desde la Conmebol. Por eso propongo que el Colegio Público de Abogados de la Capital Federal evalúe la idoneidad ética de los candidatos». Achille fue aplaudido. Otros dirigentes pidieron la palabra sólo para apoyarlo. Achille remarcó, para cerrar su discurso: «Que donde dice Conmebol, diga Colegio Público de Abogados».

Los inspectores de la Inspección General de Justicia aclararon que debían tratar artículo por artículo antes de aprobar el 87. Rápido de reflejos, y sin pedir la palabra ni el micrófono, el asambleísta Darío Richarte apuró: «Propongo como moción votar del 1 al 86». Aprobaron del 1 al 86. Richarte, además de ser designado vicepresidente tercero de Boca por Angelici, fue matriculado como abogado en el Colegio Público de la Capital. Richarte fue nombrado como «Darío» por Angelici en la escucha telefónica con Fernando Mitjans, presidente del Tribunal de Disciplina de la AFA. El «Sergio» que cita Angelici en el audio en el que busca favorecer a Boca con la inclusión de dos jugadores suspendidos en el partido de desempate ante Vélez para ingresar a la Copa Libertadores es Sergio Fernández, también integrante del Tribunal de Disciplina, juez de Cámara en lo Contencioso Administrativo Federal y socio de Richarte en su estudio.

El artículo Angelici se aprobó con 69 votos positivos, ninguno negativo y una abstención. 

«No es la mejor forma de solucionarlo –admite el chalchalero de Ascenso Unido–. Es una salida provisoria para impedir que la Conmebol meta un empleado suyo a manejar el fútbol argentino. Alejandro Marón es un empleado de Alejandro Domínguez». Marón, expresidente de Lanús, acumuló poder en el último tiempo de Julio Grondona en la AFA. Es asesor jurídico del paraguayo Domínguez, actual presidente de la Conmebol, acusado de atribuirles cargos a amigos y familiares. Marón fue el que introdujo los «exámenes de idoneidad» a los candidatos a presidente en el nuevo Estatuto de la Conmebol, redactado luego del escándalo de corrupción en el fútbol. En el Órgano de Decisión de la Comisión de Ética de la Conmebol hay un argentino: Fernando Luís María Mancini Hebeca, juez en la provincia de Buenos Aires y miembro del Tribunal de Apelaciones de la AFA. Esa interna entró en juego a la hora de elegir el rector para determinar la idoneidad de los candidatos.

Mientras algunos dirigentes salían como chicotazo en busca de aire fresco al verde del predio, y otros se saludaban felices con apretones de mano y abrazos calurosos por la votación, Jair Bertoni, representante de la FIFA en la Asamblea, habló fuerte y claro: «El cambio del código de idoneidad en el artículo 87 del Estatuto atenta contra los principios de gobernanza de la FIFA. Esto será reportado ante el Consejo de la FIFA y se tomarán decisiones». Un rato después, en el estacionamiento del estadio de futsal, Javier Medín, miembro del Comité de Regularización, sostuvo: «No nos tenemos que olvidar que venimos de una época en que ni siquiera se votaba. Era todo por aclamación. Veremos qué pasa si el Estatuto viene impugnado». Angelici y Tapia, con las camisas azuladas transpiradas, se retiraron por la salida trasera después de compartir la tarde. Ante el vacío –el Comité de Ética de la AFA no está constituido–, Angelici se adelantó para ocupar el espacio y sumar más poder a través de la alianza con Tapia. «A lo mejor el representante de San Lorenzo tenía calor y por eso se fue –chicaneó Angelici, y afirmó–. Hay una mayoría para que Tapia sea el nuevo presidente de la AFA. Es el único que dijo que va a ser candidato a presidente. Si hay otro, se tendrá que presentar…».