«Pelota de Papel 2 es un sueño colectivo», resumió el periodista y productor general del libro Juanky Jurado en la presentación realizada en la última Feria del Libro. El equipo que salió a la cancha a principios de mayo para escribir 42 cuentos lo conforman futbolistas, escritores y comunicadores que prologan los textos y explican el detrás de escena, e ilustradores que acompañan con imágenes las diferentes historias. En ellas, los deportistas aprovechan para abrirse y describirse como casi nunca se los ve. Sueltos, detallan anécdotas de sus infancias que los llevaron a ser futbolistas, o recuerdan a seres queridos que los acompañaron en su sacrificio adolescente de tratar de llegar a Primera, o se dedican a narrar sus miedos o deseos más profundos. Y tanto en los cuentos como en las presentaciones posteriores, todos los que integran la lista de convocados de Pelota de Papel 2 defienden el rol social del futbolista. 

«Ojalá que sea un punto de partida para que muchos más jugadores se animen a contar sus historias. Sabemos que por nuestra profesión estamos más expuestos, la gente te ama o te odia muy fácil, entonces hay que aprovechar nuestro tiempo para apoyar causas nobles desde el ámbito social», le dice a Tiempo Emmanuel Gigliotti, autor del cuento «Cantaba Gardel», donde narra sus sensaciones antes de su último partido en China, su regreso a Independiente con un penal errado que le trajo malos recuerdos y su regreso a la gloria, con su primer título como profesional con la Copa Sudamericana que ganó el Rojo en el Maracaná ante el Flamengo.

Fernando Gago es el encargado de abrir el libro con un texto titulado Resiliencia, palabra que aprendió a los golpes producto de sus lesiones y que comenzó a tomar como bandera para tratar de superar sus dificultades futbolísticas. Otros exmundialistas que participaron fueron Javier Saviola (autor de un bello cuento en el que homenajea a su padre y a su amigo el periodista Jorge «Topo» López, quien murió mientras cubría el Mundial de Brasil 2014), Pablo Aimar (prologuista de un emotivo relato de Adrián Bianchi sobre la emoción de su padre al ver por primera vez a Lionel Messi), Juampi Sorin y Tito Bonano. Pero también formaron parte de la edición protagonistas que están entre los preseleccionados para Rusia 2018, como Nahuel Guzmán (estuvo en la primera edición) y su prologuista Guido Pizarro, y Lautaro Martínez (también el más joven de la Selección). Además, el propio Jorge Sampaoli es autor del epílogo del libro («…usar el arte. Usar las palabras. Armar un equipo noble como el de Pelota de Papel y plantarse y discutir y emocionar»), y su colaborador, Sebastián Beccacece, escribió «El sueño», donde un padre y un hijo hablan de que es momento del sueño de la vida. 

«Lo principal de este libro es que demostramos que podemos hacer otra cosa más que patear una pelota de fútbol. Hay algunos que dibujan, otros que son prologuistas, otros que son escritores, y todos nos sumamos a este proyecto principalmente por lo que significa: somos futbolistas que participamos de una acción social y que apostamos a que esto sirva para que más chicos, tengan o no los sueños que teníamos nosotros cuando comenzamos a vincularnos con el fútbol, se animen a soñar», dice Héctor Bracamonte, lector en el primer libro y escritor en el segundo. 

Como el libro y sus protagonistas no son ajenos a lo que sucede en la sociedad, en las dos presentaciones principales que tuvo el libro aparecieron pañuelos verdes pidiendo por el aborto legal, libre, seguro y gratuito, y muchas mujeres escribieron en Pelota de Papel 2. «Este libro tiene que ver mucho con la diversidad, que es una pelea que se da dentro y fuera de la cancha», explica Evelina Cabrera, autora del texto «A escondidas», exjugadora de futbol y fundadora de la Asociación de Fútbol Femenino de Argentina. «Es nuestra obligación acompañarlas en esta lucha por la inclusión», sostiene Sorín, excapitán de la Selección.

Al igual que en la primera edición, publicada en 2016, los derechos de autor del libro también tienen un proyecto solidario y se destinan por un lado a la Fundación Sí, y por el otro a Nada Crece en la Sombra, una ONG uruguaya. A diferencia de la ópera prima, además de sumarse muchos más futbolistas a la convocatoria, la citación llegó también para deportistas que viven más allá del Río de la Plata, como Mikel San José, defensor español del Athletic Bilbao, y a otros que ya no están pero que entendían que merecían ser reivindicados, como el histórico arquero Américo Tesoriere y el defensor Juan Carlos Touriño. Otro de los agregados es que los futbolistas, además de escribir los cuentos, se animaron a prologar o a realizar ilustraciones, como lo hicieron Ignacio Boggino y Augusto Solari. «Lo hice porque tuve el apoyo de un grande como Sebastián Domenech y pude acompañar al texto de Bonano. Esto que se armó es fundamental para sacar al jugador de fútbol de su papel habitual y llevarlo a otro plano», explica el jugador de Racing. «Quedé sorprendido por su valentía de querer ser los primeros jugadores en publicar una ilustración en un libro. Pelota de Papel tiene mucho de inclusión, revolución y romper barreras», agrega Domenech.

Desde la salida del primer libro, los integrantes de Pelota de Papel llevan recorridos diferentes escuelas, clubes, pensiones y cárceles defendiendo un proyecto colectivo. Una de esas charlas se dio en la pensión de San Lorenzo, donde dos años después un grupo de juveniles del Ciclón terminó realizándole la ilustración al cuento Nuestro ídolo, que presentó Fabricio Coloccini, donde le agradece a un amigo que, como tantos otros, no pudo llegar a Primera, pero siempre acompañó con solidaridad. «Este libro, así como el anterior, sirve para cumplir sueños», contó Sebastián Domínguez, uno de los impulsores del proyecto junto con Ariel Scher y Agustín Lucas.