A dos días del Día Internacional de la Mujer, el deporte siempre enseña: Boca, River, Independiente y Racing, entre otros equipos,  reconocieron los derechos políticos de sus socias varias décadas antes que el Estado. Las mujeres ya podían participar en las elecciones de los clubes -y formar parte de sus comisiones directivas-, previo a que se promulgara la ley de sufragio femenino en el país.

Desde su fundación en 1905, Boca tiene socias mujeres. Las primeras fueron las esposas, hijas y hermanas de los fundadores. Si bien nunca hubo impedimentos estatutarios, el contexto social hizo que, durante la primera década, votaran pocas “bosteras”. Pese a que los historiadores del club coinciden en que, probablemente, al principio muchos maridos hayan asistido a votar “en representación del grupo familiar”, hubo mujeres -como la hermana de Juan Antonio Farenga- que lo hicieron por sí mismas desde siempre.

“La personería jurídica del club se creó en 1929, pero antes hubo varios comicios. A las mujeres siempre se les permitió votar pero muchas se automarginaron y votaron recién entre 1926 y 1928 porque era una sociedad netamente machista”, destaca Héctor Pérez, integrante de la Subcomisión de Historia de Boca. En las elecciones del 2015, se registraron 2.591 votos en la categoría damas mientras que, en las de 2019, fueron 4.146.

En River, los primeros libros de altas y bajas de socios se crearon en 1923, incluyendo el de mujeres. Ya en los balances de 1931, figura el extracto “votarán en esta asamblea las socias activas del número 1 al 418 inclusive”. Pero en realidad, las socias riverplatenses también formaron parte del acto eleccionario desde la fundación del club.

“Nunca hubo diferencias entre los socios y las socias. Para nosotros siempre votaron, pero quedó todo registrado a partir de la década del 20 cuando River, al igual que otros clubes, presenta sus papeles ante el organismo nacional correspondiente”, confirma Rodrigo Daskal, vocal de la Comisión Directiva y presidente del Museo River. Actualmente, el padrón es mixto, por lo que no se sabe cuántas mujeres participan de las elecciones.

Según el departamento de Género y Diversidad de Independiente, en 1927, las mujeres elevaron un reclamo formal para ser consideradas asociadas activas. El 15 de febrero de 1929, el club creó la categoría de Socia y comenzó a reconocerlas como tales. En principio, fueron 76 las mujeres que solicitaron ser socias. Por sorteo, Francisca Antonia Pérez, de 16 años, fue la que obtuvo el carnet número uno. Desde entonces, además de sufragar, también pueden integrar las comisiones directivas.

 “Ahora tenemos un padrón unificado para que el que no se identifica con ningún género no tenga que optar por el binario, pero estimamos que hay un 30% de socias mujeres”, explica Esther Pochak, abogada e integrante del Departamento de Género de Independiente.

Del otro lado de Avellaneda, los registros datan de 1925, cuando se admitieron las primeras socias mujeres. De la misma forma, convertirlas en activas les permitió votar. Actualmente, Racing tiene 203 socias que llevan más de 50 años siendo reconocidas por el club. A ellas, se las identifica como las socias Bodas de Oro. “Nuestra institución se caracteriza por tener muchas hinchas y socias. También sumamos 289 vitalicias con más de 30 años de antigüedad”, destaca Gerardo Gónzalez, del departamento de Vitalicios de Racing. “Yo tengo 68 años y me asociaron al nacer. Cuando cumplí 18 años voté por primera vez, pero mi mamá ya era socia y votaba mucho antes. Entonces votaban menos mujeres y había un padrón dividido, se notaba la diferencia”, confirma Beatriz Piromalli, socia “Bodas de Oro”.

Mientras Boca, River, Independiente y Racing abrían la cancha, la política nacional seguía en deuda con las mujeres. Por eso, en 1930, Carmela Horne de Burmeister, descendiente de la alta sociedad argentina, fundó la Asociación del Sufragio Femenino con el objetivo de comenzar a visibilizar que el voto, para las mujeres, era necesario y urgente. Ellas también lucharon para obtener la posibilidad de votar fuera del ámbito deportivo.

En enero de 1930, la revista Caras y Caretas armó una encuesta sobre el voto femenino en la que tres mujeres emitieron su opinión. “No todas las leyes han de tener carácter político. Las hay -y son más- las que influyen en la economía doméstica, la educación del niño y la moral social. ¿Y se dirá que las mujeres no sabemos opinar cuando de todo esto se trata? La contestación fluye de la misma pregunta”, manifestó Alicia de Guillot, periodista.

En paralelo, los equipos de barrio también dieron batalla. Lanús, fundado en 1915, reconoció en 2021 a las vitalicias que acumulaban 75 años en el club. Esto significa que, al menos desde 1946, hay mujeres formando parte de su vida política. Grandes o chicas, las instituciones de fútbol fueron superadores del atraso que en el país arrastraba a las mujeres, que recién en 1951 votaron a nivel nacional. Hasta entonces, el deporte era el único espacio que no distinguían su condición de género.