Al calor de las tensiones por la disputa de poder en la AFA, a mediados del año pasado, un dirigente que todavía camina por las oficinas de Viamonte 1366 aventuró que el fútbol gratis moriría, en caso de morir, después de las elecciones de medio término que se avecinan. Dijo que resistiría pese al macrismo. «Publicalo así y te ganás el Pulitzer: diga lo que diga el gobierno, hasta las elecciones legislativas el fútbol va a seguir siendo televisado de manera gratuita», sostuvo una tarde de 2016 en medio de la pulseada entre la Casa Rosada y la AFA en la que hoy, entre sus autoridades, se perfila un nuevo actor –rumbo– acorde a la época: ganan terreno los CEO.

En ese momento, la frase era una declaración de guerra. Un desafío a Balcarce 50, obstinado en desmontar el Fútbol para Todos (FpT). El pronóstico, de todos modos, podría cumplirse alentado por el propio gobierno, que utilizó todos los instrumentos a su alcance para sepultar al FpT y para devolver el deporte a manos privadas. Ahora quiere revivirlo. O, al menos, mantener su esencia hasta noviembre cuando se configure el nuevo mapa del Congreso Nacional. La estrategia oficial acaso sea lo único que se mantiene inalterable desde que el Ejecutivo metió los pies en la AFA: obtener sus objetivos a través de la presión.

Se estima que la etapa mas caliente de la campaña electoral de las legislativas será entre agosto y octubre, el lapso que, según el contrato firmado con Fox–Turner, se volvería a cobrar un abono para ver fútbol después de ocho años. El costo rondaría los 300 pesos mensuales. Las empresas estadounidenses, por lo pronto, pretenden empezar a recuperar parte de la inversión y del dinero girado a la cuenta de la AFA mientras prepara el lanzamiento de las nuevas transmisiones.

En algunas órbitas oficiales sostienen que ya pagaron el costo político de terminar con el fútbol gratuito. Si fuera por ellos, incluso, habrían sacado el deporte de las televisaciones abiertas mucho antes. En otras oficinas consideran que es un riesgo innecesario en la antesala de la primera elección de peso para Cambiemos: sería un nuevo golpe al bolsillo de los ciudadanos y podría tener impacto en las urnas. Lo mejor es contener el daño. Congelar el cambio de modelo hasta noviembre. Por lo bajo, sin hacerlo oficial, el gobierno trabaja esa línea e intenta acordar con todos los actores involucrados: Fox–Turner, los cableoperadores y Torneos, la productora que se encargará de las transmisiones de partidos. La carta con la que intentaría seducirlos sería variada e iría desde promociones –bonificar el cargo del pago para ver por tres meses– hasta mantener algunos partidos por televisión abierta. Desde Fox–Turner, por ahora, niegan que haya cualquier acuerdo.

En Viamonte 1366, esta vez, viven la disputa sin inquietarse. Solo manejan la información que se difundió en algunos medios capaces de crear un clima. No hay ningún aviso oficial. Entienden, además, que la AFA ya arregló los números para ceder los derechos televisivos y nada les queda por negociar. Su interés es que ingrese el dinero de la oferta elegida en marzo, por la que Fox–Turner pagó 1200 millones de pesos como ingreso y garantizó 3200 millones por año. «La Asociación siempre se pronunció a favor de que la gente vea fútbol en forma gratuita. Si se consigue financiar para que pueda ser viable, bienvenida sea. Pero no depende de esta casa», dice un directivo que estaba antes de la asunción de Claudio Tapia y que hoy continúa. «No tengas dudas de que el fútbol va a ser gratuito hasta las elecciones», ratifica el dirigente que lo pronosticó el año pasado.

Los asuntos de la nueva AFA son otros. Como, por ejemplo, la salida de la Superliga, el formato que se copió de España y que se estrenará en el próximo semestre. Poco a poco, la estructura que cobija a los equipos de Primera se va poblando y, con los votos de 22 de los 30 clubes de la A, quedó a cargo de Mariano Javier Elizondo, un contador llegado de la mano de Marcelo Tinelli, el presidente que no fue por decisiones personales. Nada le impidió colar a su candidato, un ex CEO del Grupo Indalo nacido hace 44 años en Villa Mercedes, San Luis. La relación tiene otro nombre en común: Martín Redrado, quien contaba con Elizondo entre su grupo de trabajo y a quien Tinelli intentó incorporar como asesor económico para San Lorenzo en 2012.

La Superliga emergerá con un outsider del fútbol en la cúpula. Estará nada menos que por arriba de dirigentes como Javier Brito (River) y Matías Lammens (San Lorenzo). No es el único CEO empoderado en Viamonte 1366. Hace poco mas de un mes, Gerardo León –con pasado en Exxel Group, gerenciador de Quilmes en el 2000– dejó el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) para asumir como director ejecutivo de la AFA, uno de los dos cargos rentados según el nuevo estatuto.

Son algunas de las imágenes del nuevo modelo. El fútbol gratuito podría recibir la última palada de tierra en noviembre cuando no haya elecciones a la vista. Llegará la hora del fútbol pago donde parte de los recursos y las decisiones estarán en manos de los representantes de las corporaciones.