El salón de Adolfo Bioy Casares del Buenos Aires Lawn Tennis Club está casi lleno. La última vez que Agustín Calleri pisó una cancha en ese lugar como jugador tenía enfrente al español Juan Carlos Ferrero. Era el año que marcaría su retiro, el 2009, después de haber sido 16° del mundo en 2003 y haber jugado ocho años la Copa Davis. Esta vez no está solo. Adelante hay periodistas y dirigentes. Es la presentación oficial de su candidatura a presidente de la AAT para las elecciones de abril con la agrupación Experiencia y Cambio. A Calleri lo acompañan algunos integrantes de la Legión como José Acasuso y Mariano Zabaleta (además cuenta con el apoyo de David Nalbandian, Guillermo Coria y Gastón Gaudio desde afuera); también lo secundan Martín Vassallo Argüello y Florencia Labat, y los dirigentes Tomás Lynch y Jorge Cano. Es el nuevo desafío del cordobés a los 41 años, tras seis de dedicarse a la política en Córdoba desde sus inicios con José Manuel de la Sota. Fue titular de la Agencia Córdoba Deportes y diputado nacional hasta el año pasado. «Son días intensos porque estoy recorriendo, charlando y escuchando mientras se juega el torneo», dice Calleri. 

–¿Por qué te presentás?

–Sentí que era el momento porque no estoy solo. Muchos jugadores de la Legión me acompañan, también presidentes de federaciones y clubes. Todo el tenis argentino necesita un cambio, no estamos yendo por el buen camino y creemos que con buenos manejos, conocimientos de gestión, apoyo, tratando de gestionar para los clubes, se puede hacer mucho.  

–¿En qué se evidencia que se necesita renovar?

–La Asociación está mal en menores, en el tenis social, en el profesional… La dirigencia deja mucho que desear. No hay transparencia. Y el tenis profesional nace del tenis social. Un jugador no nace profesional, empieza en un club y tenemos que enfocarnos ahí, en la competencia, en el desarrollo. Hoy los chicos se van a jugar al rugby o al básquet porque no hay competencia, no se las ingenian para potenciarlo. Hay mucha  desorganización, no se coordinan los torneos. Hay que ocuparse del tenis social, armar un Interclubes que se juegue cada 15 días, de marzo a diciembre, que genere sentimiento de pertenencia, que los chicos viajen. Los clubes tienen que ser escuchados siempre, no cada tres años. No puede ser que hoy la Asociación sólo tenga 12 mil afiliados en un país que viene de ganar la Copa Davis, con cerca de tres millones de personas que juegan al tenis.

–¿Hablaste con Carlos Mac Allister?

–Sí, hablé. A Carlos lo conozco mucho por los años que trabajé en Deportes en Córdoba. El apoyo institucional desde la Secretaría va a estar. Ellos tienen que apoyar a la cabeza de la AAT esté quien esté.

–Cuando eras jugador decías que eras apolítico…

–Sí, en general el deportista no se vincula con la política, más siendo jugador de tenis porque te pasás nueve meses afuera del país y no te vinculás. Desde que arranqué en política entendí que hay que involucrarse y en este caso ayudar a que el tenis siga creciendo. Tengo la experiencia de gestionar políticas deportivas y la verdad es que no puedo ver que el tenis se esté muriendo y mirar para otro lado. El tenis nos dio mucho a los de la Legión y esto es devolver un poquito. No involucrarse sería egoísta.

–¿Lo que hizo Agustín Pichot en el rugby es un modelo a seguir?

–Puede ser desde el ejemplo de que hay que involucrarse e innovar. Hoy el rugby creció muchísimo en las provincias, la UAR se fortaleció y Pichot generó toda una estructura nacional.

–De ganar las elecciones, ¿Daniel Orsanic seguiría como capitán?

–Sí, con Daniel hablé. Soy amigo suyo, lo planteamos y si él quiere seguir siendo capitán del equipo argentino, no hay ningún problema. Es una decisión de él pero nuestro espacio cuenta con su continuidad.

–¿Y con Juan Martín del Potro hablaste?

-No, con Juan Martín no. Él ya expresó su decisión después de ganar la Copa Davis, algo que nunca se había logrado, y hay que respetarlo. Si llego a ganar las elecciones, seguro tenga una charla, pero para saber cómo está, hablar de tenis, escucharlo… Por algo Dios nos dio dos orejas y una boca. Llegado el momento lo llamaría, pero no sólo para saber si quiere estar o no sino para escucharlo.

Clerc, un nombre de peso para el oficialismo

Del otro lado, y como hace mucho no pasaba, José Luis Clerc es el candidato a presidente por el oficialismo. En su equipo también están Diego Gutiérrez y Daniel Fidalgo, actuales dirigentes de la AAT. Esta vez habrá dos listas. Cuando Calleri y su equipo se enteraron de que sería Batata el elegido, se reunieron con él para invitarlo a sumarse a su agrupación. Finalmente el ex número 4 del mundo en 1981 y ganador de 25 títulos no aceptó sumarse.

«Me sorprendió su elección. El año pasado en la asamblea quedaron expuestas las irregularidades de la actual dirigencia y eso se lo transmití a Batata cuando charlamos, le dije que se sume… Una semana dijo que sí, otra que no, hasta que decidió irse con lo viejo», dijo Calleri sobre su rival en las elecciones de abril. 

Más allá de todo, está claro que el nombre de Clerc pesa. Hace tiempo que Batata venía acercándose a la dirigencia de la AAT, y su posible candidatura era un secreto a voces en el mundo del tenis. En noviembre del año pasado, cuando ya había tomado la decisión de presentarse, le dijo al diario La Nación que estaba «muy entusiasmado y comprometido»