La camiseta con la nueve de Giovanni Simeone es la más vendida de la Fiorentina antes del comienzo de la Serie A. Es un reflejo de lo que fue la temporada 2017-2018, la primera en el club, el cuarto de su carrera después de River, Banfield y Genoa. En 38 partidos, marcó 14 goles, una cantidad mayor a los convertidos por Gabriel Omar Batistuta en la primera de sus nueve temporadas en el equipo de la renacentista Florencia. Un registro que Simeone, a los 23 años, toma como estímulo para lo que vendrá.

–¿Mirás ese tipo de estadísticas?

–Es algo que me motiva un montón. Todos me hablaban de Batistuta cuando llegué al club porque es la máxima referencia. Pude hacer 14 goles, sé que estoy a la altura y sé que puedo dar muchísimo más todavía. Eso no significa que voy a ser Batistuta y lograr que logró él. Yo quiero ser Gio Simeone. Hay gente importante en el fútbol que habla de mí y eso me entusiasma. Hace dos años estaba en Argentina y en este tiempo cambié un montón.

–¿Qué es el gol?

–Es lo más importante, lo único. El delantero tiene que pensar y estar enamorado del gol. La mejor fórmula para un delantero es tener siempre un gol en la cabeza. Tener la posibilidad de hacer goles es hermoso.

–Ya convertiste contra Juventus, Roma, Inter, Milan y Napoli. ¿Tienen otro peso esos goles?

–Poder hacer goles a todos los grandes no estaba entre mis objetivos y lograrlo en tan poco tiempo me da satisfacción porque sé que puedo dar más. Tengo mucho por crecer. No veo mi techo para nada. Son muestras de que puedo seguir mejorando.

–¿Cuán importante es la confianza para un nueve?

–El oficio de delantero es más mental que cualquier otra cosa. Los delanteros trabajamos mucho para el equipo, necesitamos estar serenos y equilibrados para aprovechar los momentos que nos toca entrar en juego, que a veces son muy pocos. A veces van pasando los minutos sin que participes, pero tenés que estar tranquilo para tener la chance que tal vez sea la única del partido.

–¿Qué encontraste en Italia para acumular 26 goles en dos temporadas?

–La experiencia del jugar. Desde que empecé en River hasta ahora fui avanzando de a poco y creciendo. En Banfield me dieron una mano grande al tener continuidad. Muchos jugadores se quedan plantados en un lugar esperando su chance. Yo prefiero subir a otro tren, jugar y sumar minutos. Es la mejor forma de conocerse a uno mismo y de ir creciendo. Por eso digo que no veo mi techo y quiero mejorar.

–¿Qué sabor te quedó de tu etapa en River?

–Podría haber dado más, aunque había muchos jugadores importantes por delante. Viví experiencias increíbles. Algún día espero recibir el llamado de River si  decido volver a la Argentina. Por ahora pienso vivir muchos años en Europa.

–¿Sos muy autoexigente?

–Bastante. A veces es malo porque no puedo disfrutar las cosas que hago. Mi papá me enseñó que siempre hay algo más para mejorar, es una huella que me dejó.

–¿Te molesta que se te pregunte tanto por tu papá?

–Para nada. Es mi familia. No me puede molestar algo que llevo en la sangre. Tampoco me pesa. Me encanta tener un padre que ame el fútbol como lo amo yo. Más allá de todo lo que me enseñó como jugador, es un padre estupendo, siempre está atento y detrás de todo. Es normal y entiendo que pregunten por él. Aunque me gustaría que me pregunten más por mí, por mi juego y mi historia.

–¿Qué te interesa además del fútbol?

–Me gusta mucho la historia del arte. Viene heredado de mi abuelo Carlos, el papá de mi viejo, que me contaba historias, y de mi tía Natalia que siempre me regala libros. Cuando llegué acá, no pude hacer otra cosa que ir al centro de Firenze y empezar a conocer. Tengo claro que necesito aprender y mejorar cosas más allá del fútbol. Estudiar, leer y tener algo de cultura es importante para cualquier jugador y acá hay muchas cosas por hacer. Ves una piedra y guarda una historia.

–¿Qué haces para relajarte?

–Voy al centro de la ciudad o leo. Me gusta buscar cosas para conocer. Acá hay muchísimo y estoy cerca de Venecia, Pisa, de un montón de lugares.

–¿Florencia es una ciudad muy futbolera?

–Son muy pasionales. Fiorentina es el único equipo de la ciudad. Ahora, desde la llegada de Cristiano Ronaldo todos están pendientes del partido contra Juventus. Su incorporación le hace muy bien al Calcio y está bueno que Messi, Neymar y Ronaldo jueguen en diferentes ligas.

–Rusia marcó el final para una generación de jugadores en la Argentina. ¿Te sentís parte de la nueva generación?

–Si bien necesito seguir mejorando, veo que en la Selección hay posibilidades. Cuando termina un Mundial, aparecen oportunidades. Pero todo va a depender de lo que haga en Fiorentina. Es uno de mis objetivos y mis sueños: desde chico siempre quise jugar en la Selección. Es algo que tengo en la cabeza porque además me crié viendo a mi viejo con la camiseta argentina.

–¿Por qué sentís que hay chances?

–Porque veo que Manu Lanzini, (Giovani) Lo Celso y (Ezequiel) Mammana, por ejemplo, tienen la posibilidad de estar y es la edad justa para tener la oportunidad. Los veo convocados y confirmo que es el momento. Espero que se dé y voy a dar todo para que pase. «

Actualización 17 de agosto de 2018: Simeone fue convocado a la Selección mayor, para jugar dos amistosos en septiembre de 2018.