La segunda fecha del torneo de Primera se aproxima con dos novedades por afuera de lo que ocurre en el juego. Una de ellas es que los precios de las entradas aumentarán 33%. Las generales para los partidos de la máxima categoría, que tenían un precio de 150 pesos, pasarán a costar 200, según lo estableció el Comité de Regularización de la AFA que encabeza Armando Pérez, un golpe al bolsillo de los hinchas. La otra es un parcial regreso de los hinchas visitantes, en algunos partidos de la provincia de Buenos Aires, como lo informó la Agencia de Prevención de Violencia en el Deporte (Aprevide).

El tarifazo del fútbol lo anunció la AFA en un comunicado, aunque sin especificar el criterio. El último aumento de las entradas había sido en enero (esa vez, las generales pasaron de 120 a 150 pesos). Ahora llega a 200, un 33%. Según la medición de la Dirección de Estadísticas y Censos de la Ciudad de Buenos Aires en los primeros siete meses del año, la inflación porteña –aunque se puede proyectar a todo el país- fue de 37%.

En términos porcentuales, el aumento para la Primera B Nacional y la B Metropolitana será mayor: ronda el 40%. En la B Nacional, las generales costaban 130 y ahora tendrán un valor de 180. En la B Metropolitana pasarán de 100 a 140. A su vez, en la Primera C costarán 120 pesos (hasta acá salían 90) y en la Primera D se impondrá un precio de 90 pesos (antes, 65).

Aunque no tiene relación, el incremento se conoció el mismo día en que el titular de la Aprevide, Juan Manuel Lugones, anunció que en el partido Olimpo-Lanús habrá hinchas visitantes, algo que podría extenderse a otros encuentros que se jueguen en territorio de la provincia de Buenos Aires. Una posibilidad es que eso ocurra con Banfield-Colón, Independiente-Godoy Cruz, Estudiantes-Sarmiento y Defensa y Justicia-San Lorenzo. “En esta primera etapa vamos a llevar público visitante a los partidos de Primera”, dijo Lugones en diálogo con el canal TyC Sports.

El año pasado también hubo partidos del torneo local con público visitante. Aunque desde 2013 –después del asesinato de un hincha de Lanús en La Plata- que nunca se levantó la prohibición general. En ese lapso, según Lugones, no hubo “incidentes con ninguno de los equipos de la provincia de Buenos Aires”.