A Diego Giustozzi, el entrenador del equipo, los músculos se le habían tensado de tal manera que ya ni siquiera podía caminar. Con la cara llena de sudor, al borde de la zona de juego, el responsable de darle el salto de calidad al Futsal argentino trataba de digerir lo que acababa de ocurrir. No había palabras para explicar lo que sentía: en Cali, Colombia, la Selección Argentina acababa de conquistar, por primera vez en su historia, un mundial de futsal. La gloria llegó tras superar a Rusia por 5-4 en la final.

Nunca antes otra selección que no fuera la de España o la de Brasil había ganado un mundial de futsal. Durante las siete ediciones anteriores, como si el deporte fuera un tanto previsible, se habían repartido los campeonatos entre brasileños (1989, 1992, 1996, 2008, 2012) y españoles (2000 y 2004). Pero Argentina, ayer, llegó para romper la hegemonía y para meterse, de esa manera, en la historia grande de un deporte que -dicen- tiene mucho para crecer.

«Siempre lo dijimos, un resultado no va a cambiar lo que hicimos para llegar hasta acá. Lo queríamos más que nadie, podíamos ganar o perder, Rusia es una potencia y la pelota podía entrar o no. Pero por suerte se dio. Demostramos que queríamos ganar el título más que nadie en el mundo. Ya nos íbamos vacíos por todo lo que dimos con el Mundial que habíamos hecho hasta antes de la final, pero esto, se imaginan, es lo máximo», decía Fernando Wilhelm, capitán de la Selección y elegido mejor jugador del Mundial, apenas terminado el partido. En ese momento, Wilhelm terminaba de alcanzar su máximo logro como deportista.

Argentina, que desde la llegada de Giustozzi evolucionó al punto de conquistar el mundo, consiguió algo que pocos pensaban. En un deporte que se había vuelto fuerte dentro del territorio nacional, pero con poca inversión económica, el título podría -incluso- ser un nuevo punto de partida para que la liga nacional tenga más importancia. Todavía todos los torneos de futsal del país son amateurs, por lo que varios de los mejores jugadores argentinos se terminan yendo al exterior para poder vivir de su talento.

Con el título de ayer, Argentina alcanzó su noveno mundial bajo la organización de la FIFA, luego de los dos conseguidos por la Selección Mayor de fútbol (1978 y 1986) y los seis de la Sub 20 (1979/1995/1997/2001/2005 y 2007). «Enorme esfuerzo de los chicos del Futsal. Ahora a armar el equipo de los jóvenes que nos representarán en los juegos de Buenos Aires 2018», publicó en su cuenta de Twitter Gerardo Werthein, presidente del Comité Olímpico Argentino, en un gesto que pretende darle impulso a la disciplina.

Argentina jugó ayer tan bien que el triunfo, salvo sobre el final, cuando Rusia logró acercarse a tan sólo un gol a falta de 20 segundos, estuvo siempre controlado. Con goles de Alamiro Vaporaki, Juan Cuzzolino, Alan Brandi (en dos oportunidades) y Constantino Vaporaki llegó un triunfo merecido. Hubo otra gran actuación de Nicolás Sarmiento, quien fue elegido como el mejor arquero del certamen. Ayer por la tarde, en Cali, Argentina hizo historia.

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