Una de las atletas que más luchó para que se revea la situación fue la bicampeona olímpica de salto con garrocha, Yelena Isinbayeva, quien al enterarse de la prohibición estalló furiosa.

«Que todos esos deportistas extranjeros pseudo limpios respiren aliviados y ganen sus pseudo medallas de oro en nuestra ausencia», protestó Isinbáyeva, que en Río quería buscar su cuarta medalla olímpica antes del retiro, luego de haber conquistado los oros en Atenas 2004 y Beijing 2008 y el bronce de Londres 2012.

La garrochista, de 34 años, será una de las 68 atletas rusas que no podrá competir en Brasil. Otros de los principales damnificados por la medida son Serguéi Shubenkov, campeón mundial de 110 metros con vallas; Masha Kuchina, flamante campeona mundial de salto en alto en Beijing e Iván Újov, oro en la misma especialidad en Londres 2012.

En tanto, el presidente de la IAAF, el inglés Sebastian Coe, dijo: «Si bien estamos satisfechos de que nuestras normas, y nuestro poder para afianzar nuestras reglas y el código antidopaje han sido apoyados, este no es un día para declaraciones triunfantes».

«No estoy aquí para detener a los atletas de competición. Es el deseo instintivo de nuestra federación incluir, no excluir», aclaró uno de los atletas más importantes de la historia de Gran Bretaña.