El 10 de junio de 2013, poco antes de un partido contra Estudiantes, un hincha de Lanús fue asesinado en el ingreso al Estadio Único Ciudad de La Plata en medio de la represión policial. Al día siguiente, Julio Grondona, entonces presidente de la AFA –con el apoyo del gobernador Daniel Scioli y del Estado nacional– ejecutó una medida sin precedentes en  Primera División: la suspensión del público visitante en las canchas. En principio, la propuesta solo contemplaba las dos fechas restantes del campeonato. Sin embargo, lejos de haber sido una propuesta transitoria, también continuará vigente en la recién comenzada Copa de la Liga 2022.
Casi una década después de 2013, los incidentes no terminan por el motivo que sea: cruces o internas entre hinchas y operativos policiales fallidos. Y pese a que solo se permite el ingreso de ambas parcialidades en la Copa Argentina y en torneos de verano, enero de 2022 volvió a dejar un balance negativo en esas pocas excepciones de partidos con dos hinchadas. El caso trágico fue el asesinato de Juan Calvente, un hincha de Independiente que viajaba a La Plata para ver el amistoso de su equipo ante San Lorenzo y se topó con un corte en la autopista: un balín lo mató durante la pelea entre los simpatizantes y los manifestantes que protestaban por falta de luz.


Pocos días después, durante la final que se disputó entre Boca y San Lorenzo por la Copa Internacional de Verano, también en La Plata, decenas de hinchas fueron reprimidos con balas de goma en el ingreso a la cancha de Estudiantes. Muchos tenían entrada y sin embargo nunca llegaron al estadio, víctimas de la mala organización.


“Que se permita el ingreso de visitantes a la Copa Argentina o a las copas de verano tiene que ver con que son partidos puntuales, entre semana, con otra organización. Pero se tiene que rever, porque es importante que todo el fútbol argentino en sus torneos locales pueda recibir al público visitante”, puntualiza Sergio Gianturco, vicepresidente de Temperley.


Para el Ascenso, esta medida es una vieja conocida. El 3 de julio de 2007, hinchas de Chicago persiguieron y asesinaron a un hincha de Tigre tras un partido por la Promoción. Además de sancionar al club de Mataderos, los organismos de seguridad comunicaron la suspensión del público visitante. Al igual que en Primera División, la medida fue presentada como preventiva y a corto plazo, pero aún se mantiene hasta la actualidad. “En el Ascenso hay muchos más partidos y el traslado de la parcialidad visitante se da por todo el país. Entiendo que la organización del público es compleja en razón de todos los encuentros que se juegan, pero se puede hacer”, confía Gianturco.


Pero aun sin público visitante –ni enfrentamientos internos entre barras– hay violencia. En noviembre pasado, cuando River goleó a Racing y se consagró campeón de la Liga Profesional, hubo incidentes en la entrada del Monumental. Al igual que en el torneo de verano, la policía reprimió a los hinchas que intentaban ingresar al partido con su entrada –y muchos no pudieron hacerlo–.


Los incidentes que tomaron carácter internacional hicieron tambalear ministerios de seguridad. Cuando un grupo de hinchas de River apedreó el micro de Boca horas antes de la final de la Copa Libertadores 2018, debió renunciar Martín Ocampo, entonces ministro de Seguridad de la Ciudad, pero el problema principal –nuevamente– no fue atendido: los operativos de prevención no están a la altura. “Además de apuntar al comportamiento de la gente, para que la vuelta se pueda dar en todas las categorías, tenemos que trabajar coordinadamente entre clubes y autoridades”, explica Gianturco.


Permitir el ingreso del público visitante significa, también, redoblar la apuesta en términos de seguridad y, lógicamente, eso tiene un costo más alto para los clubes. El factor económico –que es poco nombrado– influye también de manera directa aunque podría ser compensado con la venta de entradas.


Fueron muchos los funcionarios que se pronunciaron sobre el tema en esta última década, como el expresidente Mauricio Macri. Días antes de disputarse aquella final, le pidió públicamente a la entonces ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, que gestionara un operativo para permitir que las dos hinchadas puedan vivenciar el evento. Pero aun sin público visitante, la revancha fue suspendida y terminó jugándose en España.


Ya en 2022, Matías Lammens, ministro de Turismo y Deporte, señaló en enero que tiene pensada una reunión con los encargados de Seguridad de todas las jurisdicciones para elaborar estrategias en conjunto: “Mi idea es que podamos habilitar nuevamente a los visitantes y que el club que quiera hacerlo, pueda hacerlo”, dijo. En septiembre de 2021, Aníbal Fernández, actual ministro de Seguridad, había dicho algo parecido: “¿Tan bestias seremos que no podemos tener visitantes? Yo creo que se puede hacer”.


Pero otro campeonato está en marcha y, por noveno año consecutivo, no hay visitantes. “La AFA no nos comunicó nada, solo tenemos trascendidos periodísticos. La expectativa está. Creemos que la vuelta es viable y es importante tanto para los clubes como para el espectáculo”, finaliza Gianturco.