El mercado de pases del fútbol argentino que cerrará el miércoles, un día antes de que se inicie la Copa de la Liga 2022, puso el corazón sobre la mesa. O, al menos, esa es la tendencia en la superficie. Los 28 clubes de la nuevamente ampliada Primera División incorporaron, en total, 197 futbolistas. Entre ellos hay un grupo selecto: los jugadores que fueron campeones en el club al que regresan. Darío Benedetto y Guillermo “Pol” Fernández (Boca), Luis Miguel “El Pulga” Rodríguez (Colón), Mauro Boselli (Estudiantes de La Plata), Diego Valeri, Nicolás Pasquini y Fernando Monetti (Lanús), Gabriel Hauche (Racing), Emanuel Mammana y Juan Fernando Quintero (River) y Leandro Fernández (Independiente) son viejas nuevas transferencias en el fútbol argentino. Ganaron títulos locales o internacionales con los nuevos viejos clubes. El promedio de edad de los regresados es de 31,9 años. Sólo Mammana (25) y Quintero (29) no superan la línea de los 30. Se trata de un rescate emotivo y de una necesidad de rascar la sensibilidad en una economía partida por el dólar.

Benedetto y Quintero, protagonistas con goles en la histórica final de la Copa Libertadores 2018 que River le ganó a Boca en Madrid, son apenas la punta del iceberg. Algunos jugadores intentarán con la vuelta relanzar sus carreras. Otros transitan el último tramo antes del retiro. “Estoy dispuesto a aceptar cualquier tipo de responsabilidad. La decisión fue tomada con el corazón, sin pensar absolutamente más en nada”, dijo Benedetto en la conferencia de presentación en La Bombonera. Y repitió: “Estoy feliz, feliz”. Es, en buena medida, eso: volver a los lugares donde fueron felices, un refugio emocional y psicológico. Otros que volvieron de cesiones de fogueo o que dejaron una huella -mayor o menor- y retornaron son Gastón Ávila (Boca), Matías Pisano (Aldosivi), Enrique Bologna y Darío Cvitanich (Banfield), Brian Fernández (Colón), Leonel Vangioni (Newell’s), Gonzalo Bergessio (Platense), José Luis Gómez (Racing), Gonzalo Berterame y Adam Bareiro (San Lorenzo), Walter Montoya (Rosario Central), Alexis Castro (Tigre), Gastón Suso (Platense) y Carlos Quintana (Patronato).

En paralelo, los préstamos y las contrataciones en condición de libres son las estrellas (en caída) de los pases en el fútbol argentino. River, último campeón de la Liga, sumó a préstamo a Leandro González Pirez (Inter Miami), Mammana (libre tras su paso por Zenit y Sochi de Rusia), Tomás Pochettino (Austin) y Esequiel Barco (Atlanta United). Y libre a Quintero (Shenzhen de China) y a Carlos Airala, juvenil de Ferro. González Pirez también salió campeón con River, cuando ganó la B Nacional 2011/2012 en la vuelta a Primera. Aunque River sacó dinero de la tesorería por Elías Gómez (1,5 millones de dólares a Argentinos por el 70% de la ficha) y Andrés Herrera (2,5 millones por el 70% a San Lorenzo). Pero lo que prima es la contratación de libres, como Boselli (Cerro Porteño), Valeri (Portland Timbers), Hauche (Aldosivi) y Leandro Fernández (Inter de Brasil). Boselli fue el goleador de Estudiantes en la Libertadores que conquistó en 2009. Valeri, campeón del Apertura 2007 con Lanús, primer título en Primera. Leandro  Fernández, pieza de recambio en el Independiente que logró la Sudamericana 2017. Y Hauche, campeón del Torneo Transición 2014 con Racing, que aún quiere rescatar de Libertad de Paraguay al chileno Marcelo Díaz, campeón en la Superliga 2018/2019.

Hay un punto en común que repercutirá en la cancha. “No me sentía importante, jugaba pocos minutos”, aceptó Benedetto, en el Elche de España el último semestre. Benedetto jugó 16 partidos -en verdad, apenas 754 minutos de 1440- y marcó dos goles. Quintero estuvo un año y medio en el Shenzhen chino. Su registro es bajo: 21 partidos, un gol y seis asistencias. “Quiero agredecerle a la gente y decirle que me voy a esforzar mucho para ayudar al equipo y darles alegría a todos. Esta es una historia nueva”, dijo Quintero, afuera hoy de la selección colombiana, que parece que se quedará sin el Mundial de Qatar. Pol Fernández afrontará su tercera etapa en Boca, donde ganó tres títulos. El Pulga Rodríguez jugará la Libertadores con Colón, donde es ídolo. Pasquini y Monetti ganaron el torneo de Primera División 2016 con Lanús, cuyo entrenador campeón además volvió al club: Jorge Almirón.

En este mercado, hay hasta un no pase (de momento) que responde pura y exclusivamente a los sentimientos: Juan Cruz Komar, el capitán más joven en la historia de Talleres, quiere jugar en Rosario Central, el club del que es hincha (y socio), y en el que su padre trabaja como coordinador del baby fútbol. A los 25 años, se bajó de la pretemporada, dejó Córdoba y se instaló en Rosario: se entrena en la calle y en canchitas de alquiler. Andrés Fassi, el presidente de Talleres, denunció que recibió “80 amenazas de muerte” en su celular de la barra brava de Central. Fassi le pide porcentajes de jugadores a Central, anegado de pagar los 3 millones de dólares que pide Talleres. Komar rompe el estereotipo de futbolista. Con contrato hasta junio de 2023 y con la Libertadores 2022 por delante, cuestiona el profesionalismo. Va detrás de su sueño de niño: jugar en Central. Lo hace desde Rosario, donde esa “pasión” se extiende hasta narcotraficantes y barrabravas dueños de pases de jugadores. Pero también lo hace desde la convicción de que no son esclavos modernos y, a veces, millonarios. Y que pueden decidir con el corazón.