“¡Felicitaciones!”, le dice Germán Ruggiero a su hijo Juan Cruz apenas atraviesa la puerta de su casa después de la jornada laboral en la Clínica 25 de mayo de Mar del Plata. Su hijo descansa en el sillón, despatarrado. Solo quiere comer y dormir. Su día transcurrió dentro del agua, surfeando olas para no perder ritmo en el deporte que practica desde chico. “¿Por qué?”, pregunta descolocado Juan Cruz. “¡Ganaste!”, festeja Germán. Sucede que Juan Cruz -figura del Team Quicksilver y promesa del surf nacional- obtuvo la puntuación más alta en Menores de 18 años (M18), su categoría. Aunque a las olas se había subido una semana antes, en el primer torneo de virtual de la disciplina. La novedad era el veredicto de los jueces que evaluaron su actuación en un video filmado por Martín Passeri, su entrenador y seis veces campeón argentino. “Estuve surfeando todo el día. Ni agarré el celular”, cuenta sobre cómo recibió el resultado de la competencia virtual, una alternativa cada vez más aceptada entre los deportes amateurs, sin la estructura, difusión y capacidad económica del resto.

A Tomás Maimone -marplatense, 21 años, estudiante de Administración de empresas- también le tocó ganar en tiempos de pandemia. La victoria fue en la categoría IV Dan, de 18 a 35 años, en el primer Campeonato Sudamericano Virtual de Taekwon-Do ITF. Argentina se quedó con el oro en todas las categorías de adultos Danes disputada entre 640 competidores de Uruguay, Canadá, Estados Unidos, Chile, Argentina, Paraguay, Bolivia, Brasil, Venezuela, Colombia y Perú. “Si gano o pierdo no me cambia mucho. Lo que cambia es lograr mejorar. El arte marcial busca la superación, no vencer a un rival”, cuenta Maimone, que aprovechó el aislamiento para perfeccionar la técnica y la elongación. Sin la posibilidad de luchar por el coronavirus, se organizaron torneos de formas -secuencia de movimientos de ataque y defensa que simulan un combate- a través de ITF Play Live, un invento argentino diseñado y desarrollado por un equipo nacional encabezado por Néstor Galarraga, director de eventos deportivos de la International Taekwon-Do Federation. “Entendiendo que esto va para largo, creamos una aplicación virtual que permite competir y atiende la necesidad de no quedarse parados”, explica el creador del sistema de streaming que ya se usó en distintos países del continente. También servirá para disputar el campeonato europeo antes de fin de año y el asiático, en el primer trimestre del próximo año. “El taekwondo demostró que está a la altura de cualquier deporte: se pudo organizar en pandemia, incluso con campeonatos internacionales”, evalúa Maimone.

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Sin un calendario presencial a la vista, el ajedrez y la arquería también son algunas  de las disciplinas que eligieron la vía virtual para que el virus no frene por completo la actividad. Como la pandemia, el fenómeno es global: la famosa maratón de Nueva York esta vez se recorrió a distancia, con runners de todo el mundo que completaron los 42,195 kilómetros durante los últimos 17 días, desde sus casas. Sucedió lo mismo con la de Boston: la carrera más antigua del mundo contó con más de 15 mil participantes de 83 países, entre ellos los campeones en silla de ruedas Tatyana McFadden y Daniel Romanchuk. 

Acaso el ajedrez podrá quedar marcado como el juego que ayudó a sobrellevar la pandemia. Las plataformas online dan cuenta de un crecimiento de entre 30 y 40% de las partidas. Ni las grandes compañías ni las figuras internacionales quisieron quedarse afuera del auge de una de las pocas industrias deportivas en ascenso en 2020. Asociado a Chess24.com, Magnus Carlsen, el campeón mundial, organizó su propio torneo con los ocho mejores jugadores, canales en nueve idiomas y la recompensa más alta de la historia en el formato online (250 mil dólares en premios) . 

Lejos de ese fenómeno, la arquería también optó por un formato con distanciamiento social. A mediados de agosto, Pedro Codina, barilochense de 14 años, compitió desde su casa en el campeonato internacional y, pese a las complejidad del clima ventoso, logró el cuarto puesto en la categoría senior, con su papá Alejandro como asistente. La Federación Argentina de Tiro con Arco dio por terminada la temporada al cancelar más de 120 competencias y solo se realizan actividades virtuales para mantener a los deportistas en movimiento. “Todo esto surge para incentivar a la gente, mantenerlos activos y distraerse un poco del encierro. Un torneo es un incentivo para despegarse del sillón y practicar”, reflexiona Maimone. En su caso, nunca dejó de moverse: se entrenó en el patio de su casa o el garage junto a sus hermanos Matías y Ailen, también taekwondonistas. 

Para el surf, el primer semestre del año fue más complejo. Los meses de aislamiento más estrictos volvieron imposible la actividad. “Si el mar no está liberado, no podemos hacer ningún tipo de práctica que equipare a las del agua. Ahora, con estos formatos, tenemos una forma de trabajar, entrenar y rendir con un objetivo”, dice Passera, también integrante del Team Quicksilver de Argentina. En ambas disciplinas, la transmisión en vivo sólo se reserva para el momento de la evaluación. En el caso del surf, cuentan con 72 horas para zambullirse en las olas y grabar los movimientos para enviar a los jueces. “Lo complejo es captar las mejores imágenes. La diferencia principal es que quizás no teníamos límite de cantidad de olas, como pasa en las competencias convencionales”, analiza Passera sobre las ventajas de la virtualidad. Para Maimone, las nuevas características del taekwondo también elevaron el nivel. En una competencia presencial un error marca el final de la participación. “Así como yo mando el mejor video, los rivales hacen lo mismo. Al filmarlo y hacerlo -dice- la cantidad de veces que quieras, todos los competidores tienen un gran nivel”. 

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Los números de contagios y los rebrotes del maldito virus anticipan avances y retrocesos en todas las actividades, incluso las deportivas que por ahora se juegan sin público. El factor económico, además, tendrá su peso en la balanza. Así lo describió Gerardo Wertheint, que dejará el cargo de presidente del Comité Olímpico Argentino cuando termine Tokio 2021. “Vamos a tener que ser más cuidadosos con la administración de nuestro gastos, por lo cual las delegaciones no viajarán con tanta fluidez. Habrá que tener mayor creatividad para generar un mundo de competencias que sean en persona y virtuales”, dijo a Página 12. “Por cuestiones económicas y estructurales es difícil montar todo un torneo. Aunque el surfista entra solo al agua, tiene distancia con respecto a otros deportistas y no debería haber contacto porque se penaliza”, detalla Passera. “El taekwondo ITF -el que no es olímpico- no tiene apoyo del Estado. Lo organizamos con una carpeta debajo del brazo y se ha vuelto una disciplina autosustentable”, dice Galarraga, el creador del streaming en vivo, una app con estética gamer. Para fin de año, podría llegar otra novedad en este arte marcial: un campeonato nacional mixto, con una etapa clasificatoria virtual y una final con presencia, en Buenos Aires. 

Acaso en ese momento, Maimone vuelva a experimentar la adrenalina de competir cara a cara, de pararse frente a los jueces, de recibir las indicaciones del entrenador y el aliento de la familia y los amigos. “También -agrega- se extraña terminar de competir y abrazarte con el rival. Hoy no lo conozco, casi ni le veo la cara. Igual, antes que nada, dame la competencia virtual”.