«Soy el responsable de tomar decisiones. Hoy la clave de la derrota tiene que ver con responsabilidades mías que soy el entrenador de partido por el plan de partido. Tal vez, planteado de otra forma hubiera salido mucho mejor. No creo humano achacarle la responsabilidad a Caballero».

«La responsabilidad es toda mía. Buscar sistemáticamente situaciones que tengan que ver con los jugadores en el campo es responsabilidad del conductor. En esa realidad tampoco pudimos encontrar sociedades que le hubieran dado rédito a Argentina, aprovechando a Messi. Tenía pensado que el plan de este partido iba a generar presión sobre el rival y disputa en la mitad de la cancha pero después de la desgracia del primer gol nos costó todo mucho. Se quebró emocionalmente el partido y no tuvimos argumentos futbolísticos para quebrar la historia».

«Todo lo que le sucede al equipo en relación a la merma del rendimiento de algunos jugadores tiene que ver con la conducción. El proyecto no prosperó y así es difícil que funcionen algunos jugadores. Estaba muy esperanzado y tengo mucho dolor por la derrota. No habré leído el partido como correspondía. Como conductores nos tenemos que hacer cargos de realidades y esta realidad me toca a mí».

«No se si siento vergüenza, sino dolor. Hace mucho tiempo como conductor de un equipo no me tocaba esto. Y me tocó con la camiseta de mi país. Es muy doloroso. Hay que apostar a la posibilidad que quede. Y pelear. No nos queda otra más allá de que el sentimiento de mucho dolor por no haber estado a la altura de lo que quería el pueblo argentino».

«A la gente hay que pedirle disculpas. Hicieron un esfuerzo para ver a Argentina en un lugar que no está. Yo tenía tanta ilusión como ellos. Estoy dolido por este resultado que nos incomoda mucho. Intenté hacer lo mejor posible hasta ahora. Y no he encontrado la posibilidad de darle a los hinchas lo que ellos quieren».

«Los jugadores están muy mal. Estábamos muy ilusionados de lograr el primer lugar y estar cerca de la clasificación. Esto nos aleja. Y nos deja muy doloridos. Teníamos la sensación de que iba a ser un partido de despegue. Y no lo fue. Hay que aprovechar las fortalezas de un grupo que valoro mucho y que aun no hemos podido consolidarlo. Nos queda pelear por la bala que queda. Luchar por ella para tener un lugar en la siguiente fase».

«Nosotros veníamos con un sistema. En el primer tiempo neutralizamos bastante y tuvimos dominio pero nos costó mucho que le llegue la pelota a Leo. Estaba previsto que con el ingreso de Christian el sistema se iba a cambiar para encontrar más desnivel en el último tercio del campo. Después del gol el equipo se golpeó mucho. Quisimos poner jugadores que nos den la posibilidad de dar vuelta la historia. Esas facetas anímicas todavía no hemos podido descubrir para ayudar a que no pasen, siguen pasando. Es responsabilidad del que conduce».

«El plan del partido a la hora de ir a buscar a Croacia iba a generar que la toma de presión sobre los laterales sean los de afuera. En una mitad de cancha que iba a equiparar al rival. Nos faltaron variantes de juego para que a través del dominio se generaran situaciones. Buscamos eso con los cambios».

«La sensación es que nos golpeó mucho el primer gol. No tuvimos el juego del segundo tiempo contra Islandia. Ahora nos queda un partido. Hay que buscar la posibilidad que nos den los demás para ver si podemos estar en la segunda fase, un lugar donde todos pensamos que iba a ser más sencillo llegar. Termina siendo como la clasificación, a último momento y con mucha presión. Buscamos de todas las maneras y no encontramos lo queríamos. No es una responsabilidad parcial, sino total del conductor.»