A la selección se le terminaron los días en Rusia. Francia lo sacó del Mundial con un partido descomunal de Mbappé, la gran figura en Kazán con dos goles, el arquitecto del triunfo por 4-3 de los europeos. La Argentina había dado vuelta el partido, siempre cambiante, en el comienzo del complemento. Pero no pudo aguantar el poderío ofensivo de los comandados por Didier Deschamps y se desinfló después del empate de Pavard. El golazo del lateral demolió al equipo comandado por Jorge Sampaoli, no logró reaccionar y Mbappé aniquiló las esperanzas de la selección con dos contragolpes letales, veloces, a puro toque. 


De arranque, en el primer tiempo, Francia sacó ventaja con su carta favorita: Mbappé y su velocidad para galopar con campo abierto. Solo le pudieron frenar con una falta en el área y Griezmann concretó el 1-0 de penal. El 10 lastimó cada vez que pudo correr, fue imposible de contener. La Argentina, sin embargo, se chocó con el 1-1 con una zapatazo de zurda de Di María para irse al entretiempo con la ilusión en pie. Y el partido parecía inclinarse para la selección cuando Mercado metió la punta del botín para corregir un disparo de Messi para el 2-1.

Pero faltaba demasiado en el partidazo en Kazán. Mbappé, que había estado controlado por unos poces minutos, volvió a enchufarse después del empate 2-2 de Pavard. Fue mucho para la frágil defensa argentina. Lastimó dos veces para adueñarse del juego, sacar a la Argentina del Mundial y clasificar a octavos. También dejó fuera de juego a una generación que acumuló tres finales. Que cruzó el Rubicón en Brasil y que subió la vara. Será otra generación la que intente volver a levantar la Copa. Ya no será en Rusia.