El último domingo, el capitán del Olympique de Marsella, Dimitri Payet, recibió un botellazo en la cabeza cuando se disponía a tirar un córner. Sólo iban cuatro minutos de juego contra el Olympique de Lyon, uno de los clásicos de la Ligue 1 donde juega Messi cada fin de semana. El partido quedó suspendido. Este fue el último de una serie de actos violentos en el fútbol francés que ya han provocado la suspensión de varios partidos esta temporada en la Ligue 1. Ante esta situación, el ministro del Interior Gérald Darmanin anunció este martes que el gobierno presentará «en 15 días» medidas para mejorar la seguridad en los estadios.

El autor del lanzamiento de botella que impactó en Dimitri Payet y que llevó a la suspensión del Lyon-Marsella del pasado domingo fue condenado este martes a seis meses de prisión, que solo cumplirá si comete otro delito en un plazo de cinco años. El aficionado no podrá acceder al estadio del Lyon durante cinco años. Juzgado de manera inmediata, la fiscalía había reclamado seis meses de prisión firme para sancionar el acto cometido por el condenado.

«Hemos acordado trabajar conjuntamente sobre cuatro aspectos», explicó Darmanin tras una reunión con responsables de varios clubes, de las instancias del fútbol francés y los ministros de Justicia y de Deporte. El encuentro abordó la prohibición de acceso a hinchas violentos, la cuestión de cómo garantizar la seguridad de los estadios y de los vigilantes privados, así como el proceso para decidir la suspensión de un partido en curso.

«Acordamos trabajar muy rápidamente y, en 15 días, en el mismo formato, reunirnos de nuevo para presentar propuestas al primer ministro y a las instancias dirigentes del fútbol», agregó el ministro del Interior. Este incidente, que implicó la suspensión del encuentro en Lyon, se saldó con un cruce de declaraciones entre las diferentes partes implicadas: dirigentes de clubes, árbitro, prefectura regional y la Liga de Fútbol Profesional (LFP). El foco se puso de nuevo en el fútbol en Francia luego de los incidentes del Lyon-Marsella del domingo, enésimo episodio de altercados esta temporada en la Ligue 1.