Tres semanas atrás, cuando Leicester se consagró campeón de la Premier League inglesa dos años después de haber ascendido y con el cuarto presupuesto más bajo de una Liga en la que compiten gigantes como Manchester United, Manchester City o Chelsea, el mundo del fútbol no dudó en catalogar la gesta del equipo de Claudio Ranieri como la hazaña más grande de la historia de la pelota. Sin embargo, algunos memoriosos se encargaron de agregarle un apéndice a la afirmación: «La hazaña más grande de la historia… desde el Nottingham Forest de Brian Clough.»
En enero de 1975, Clough fue contratado por el Forest, que navegaba por la mitad de la tabla de la segunda división inglesa. El entrenador, que algunos años atrás había llevado a Derby County desde el ascenso hasta la semifinal de la Copa de Europa (la actual Champions League) y esa misma temporada venía de ser despedido tras sólo siete partidos en el campeón Leeds United por pedido de los jugadores -una historia brillantemente recreada en el libro The Damned United, que también tiene su versión cinematográfica-, logró subir a la máxima categoría en un año y medio. Entonces, llegaría la gloria: en su primera temporada en Primera, Nottingham fue campeón de la liga y de la Copa de la Liga. Y en la campaña siguiente, la 1978/79, se consagraría campeón de Europa, un logro que repetiría un año después.
El documental I Believe in Miracles (Yo creo en los milagros), estrenado en 2015, cuenta aquella gesta del Forest desde las voces de los protagonistas. Todo gira alrededor de la figura de Clough, un hombre tan carismático como excéntrico, capaz de multar a un futbolista tras enterarse que se entrenaba por su cuenta en los días que él había ordenado descanso. El único testimonio que falta es el suyo propio: el DT falleció en 2004 por un cáncer que derivó de su grave problema de alcoholismo.