La Argentina no solo está en la segunda fase del Mundial en China sino que solo una debacle lo sacará de los cuartos de final de la competencia. La sufrida victoria frente a Rusia (69-61) dejó al equipo de Sergio Hernández con puntaje ideal en el grupo B y los puntos, se sabe, se arrastran a la próxima instancia que comenzará el viernes frente a Venezuela. Otro triunfo podría concretar la clasificación a los cuartos de final de un Mundial por ahora sin grandes sorpresas. Pero para eso aún falta. Es tiempo de balance, de encontrar algunas claves para comprender el buen funcionamiento de la selección.

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(Foto: CABB)

Los líderes, en su nivel. Las imágenes finales ante Rusia sintetizan el aporte central de Facundo Campazzo: es el que impone el ritmo, el que comanda al equipo, el que inicia la defensa y el que sale al rescate cuando la pelota pesa un poco más. El robo y los puntos finales ante los europeos son apenas una muestra de la implicancia del base. A los 39 años, Luis Scola también aparece como un elemento esencial en el equipo: en China se convirtió en nada menos que el segundo goleador en la historia de los mundiales y todavía le quedan más puntos por gritar. Es un dato estelar de un jugador que atraviesa su quinta copa del mundo con un nivel y una injerencia centrales para la celeste y blanca.

Hay equipo. Si la Argentina logró ganar sus primeras tres presentaciones es porque los dirigidos por Sergio Hernández demostraron una identidad y un sello colectivo. El equipo y el juego fluyen más allá de algunos cuartos (ante Nigeria y Rusia) en los que perdió el control. A la larga, terminó imponiéndose sobre sus rivales incluso en el tortuoso y apretado final ante Rusia. 

Garino corazón. En silencio y sin pedir ningún cartel, el 29 de la selección es una pieza clave. Su rol defensivo es a veces tan invisible como fundamental. Argentina mejoró en defensa, se volvió más confiable en relación a lo que mostraba antes del Mundial (toma más rebotes y genera más pérdidas en el rival, por caso) y en gran parte se debe a la garra y el orden que aplica el marplatense. También suma en ataque con vistosas volcadas y puntos al atacar el aro. 

De a dos es mejor. Los mejores pasajes en ofensiva se vieron cuando Campazzo y Nicolás Laprovittola estuvieron juntos en el quinteto en estos 120 minutos en China. Con ellos, la selección tiene mejor y más pases, penetraciones y tiros a distancia. Y el resto de sus compañeros se lucen más cuando los bases (desde esta temporada compartirán también el plantel de Real Madrid) organizan cada avance.

Los que suman en segundo plano. Tanto Marcos Delia como Garino y Luca Vildoza aparecieron en diferentes momentos de la fase de grupos para darle un alivio a las figuras. Es clave que tomen confianza y le puedan dar pequeños descansos a los protagonistas sobre todo sabiendo que Hernández suele apostar por una rotación baja. En los últimos dos partidos, solo utilizó a nueve de los doce jugadores disponibles. Máximo Fjellerup es otro ejemplo: volvió a jugar 12 minutos frente a Rusia después de no haber participado ante Nigeria y cumplió una valiosa función en el mejor pasaje de la Argentina en el encuentro. 

Venezuela el viernes a las 9:30 y Polonia son los próximos escalones. “Han hecho una primera fase increíble. Generalmente están jugando bien y cuando no lo hacen muestran una actitud enorme”, resumió Hernández. Asumiendo su condición de líder, Campazzo pidió algo más para que lo vendrá: “Necesitamos mejorar. Podemos jugar mejor”. Hay nombres que podrían ayudar en esa tarea: Nicolás Brussino tiene más para dar de lo que demostró hasta ahora como titular y Gabriel Deck cumplió con las expectativas, aunque podría dar más y ser un elemento de peso en la rotación del equipo. 

Argentina precisará a todos para terminar de dar el salto de calidad y consagrarse como equipo en el Mundial. Los cuartos de final están cerca. También lograr una de las dos plazas de América para Tokio 2020. Aunque a esa disputa -clave para la selección- le quedan varios capítulos y todo indica que la definición será infartante. Salvo por la sorpresiva eliminación de Canadá, el resto de los representantes del continente avanzaron de fase para configurar un gran mundial para la región.