Cuando muy pocos pensaban que atletas como Emanuel Ginóbili o Andrés Nocioni podían superarse a los casi 40 años, luego de haberlo conseguido todo en el básquet, ese salto de vara ocurrió. Y hoy alcanzaron otro nivel que muy pocos en el mundo pudieron hacerlo. El universo del básquet los reconoce ya como leyendas.

El bahiense se reinventó en su rol con los Spurs, encontró su lugar para seguir disfrutando del básquet cuando todos pensaban que se le acercaba el retiro. Manu aparece entre los mejores de su equipo (no un equipo cualquiera, sino uno ganador, que marcó una época) en cada una de las estadísticas posibles en el básquet (y eso que son muchas). No contento con eso, se conoció que el «20» se metió entre los mejores cuatro de la historia que con más de 500 partidos en temporada regular, tienen mayor porcentaje de triunfos (72,9% con 709 victorias y 263 derrotas), detrás de tres bestias: Magic Johnson (74%), Larry Bird (73,6%) y K.C. Jones (73,2 por ciento).

El parate del fin de semana pasado por al Juego de las Estrellas también sirvió para que grandes figuras de la actualidad hablaran del argentino: «Es uno de los grandes de toda la historia de la NBA. Tiene un estilo muy único y cambió la manera de jugar de muchos jugadores. Yo veo a James Harden haciendo cosas que Manu hace todo el tiempo. Veo a muchos jugadores que ahora hacen el ‘eurostep’ de lado a lado. Antes de Manu no vi a muchos jugadores hacer eso», dijo Steve Kerr, coach de Golden State.

El mismo Harden también lo reconoce: «Manu allanó el camino para los chicos astutos. Lo miro desde siempre». «Es uno de los mejores jugadores que ha jugado este juego, merece el Salón de la Fama», agregó Isaiah Thomas Jr, la gran revelación del año.

El base de Boston tiene razón. No quedan dudas de que, a la hora de su retiro, Manu tendrá su lugar en el Salón de la Fama y su camiseta retirada en el estadio del equipo texano. Será el primer argentino en conseguir ese logro.

El fin de semana pasado fue todo el Chapu Nocioni en España, lugar al que regresó hace cuatro años luego de su paso NBA. El santafesino, que en tan solo cinco minutos convenció a León Najnudel de llevarlo a la LNB con solo 15 años, se ganó la estatua de leyenda del básquet al sumar su octavo título en la liga más poderosa fuera del universo NBA. La obtención de la Copa del Rey fue gracias a la mano de Sergio Llull, la fantasía del pibe Luka Doncic y por esa presencia intimidante del argentino: «Los partidos se deciden por pequeños detalles y por ser agresivos. En eso tenemos al rey, que es el Chapu», dijo el MVP Llull.