No se trata de tirar el centro e ir a cabecear, como define el refrán futbolero a los jugadores que tienen ascendencia sobre su equipo. Darío Benedetto fue un paso más allá: es el nuevo refuerzo del Elche, club del que es accionista hace ya dos años. “Bienvenido a casa”, es la frase con el que el club español, que la temporada pasada eludió en la última fecha el descenso a Segunda, decidió darle la bienvenida a Benedetto.

El empresario argentino Christian Bragarnik adquirió en 2019 las acciones del equipo valenciano, con el aporte económico de futbolistas que son sus representados, como Benedetto y Gustavo Bou, según contó. “Soy parte de los que han comprado el Elche, pero conmigo también han entrado dos jugadores conocidos como Darío Benedetto y Gustavo Bou. Salió un poquito de ellos. Les está yendo bien desde la parte deportiva y siempre me decían, a ver cuándo me sumás en algo. Les comenté, quisieron entrar y están contentos. Son parte del grupo que me acompaña en este desafío”, contó Bragarnik, el empresario que comenzó atendiendo un video club en Flores y ahora es uno de los agentes más poderosos del fútbol argentino. 

El ex Arsenal y Boca llega desde el Olympique de Marsella, que dirige Jorge Samapoli. En los dos partidos de esta temporada había tenido participación desde el banco de los suplentes en la Ligue 1 que le acaba de dar la bienvenida a Messi. Sin embargo, decidió mudarse a España, a un club que conoce bien. Fran Escribá, el entrenador, había pedido al delantero porque quiere “jugadores comprometidos, y que mejor que él, que forma parte del proyecto”.

La impronta argentina en el Elche es total. Además de Benedetto, en el plantel están Iván Marcone, compañero del Pipa en Arsenal y Boca, Lucas Boyé, Pablo Piatti y Guido Carrillo. La temporada pasada quien inició como entrenador fue Jorge Almirón, quien se alejó tras 16 fechas sin victorias.