Desde las entrañas del estadio Maracaná, donde este sábado desde las 21 Brasil y Argentina definirán la Copa América, el entrenador argentino Lionel Scaloni eligió bajarle la tensión al partido. “Es una final de Copa América, pero hay que tomarlo con cautela. Haremos lo posible por ganar, pero hay que vivirlo sin ansiedad. Es un partido de fútbol”, puntualizó un aplomado Scaloni, que se tomó un tiempo para “felicitar a la Patria en su día”. “No queremos remarcarle al jugador lo que va a estar en juego. Al final en este año y medio la vida nos ha demostrado algunas cosas con la pandemia: el fútbol es importante pero hay cosas más importantes. Después del partido, la vida sigue”, dijo Scaloni, que no dio pistas sobre el equipo. 

Las confirmaciones y las dudas son las mismas que a lo largo de toda la Copa. Martínez, Otamendi, De Paul, Messi y Lautaro Martínez serán titulares. En el fondo, los interrogantes es si arriesga al lesionado Cuti Romero o continúa Pezzella y si juega Acuña o Tagliafico en el lateral izquierdo y si lo hace Montiel o Molina en el derecho. Entre Paredes, Guido Rodríguez y Lo Celso aparecerán dos nombres en el medio campo. La otra cuestión a resolver es si por la izquierda estará Nicolás González o Di María. Un posible 11: Martínez; Molina, Pezzella, Otamendi, Tagliafico; De Paul, Paredes, Lo Celso; Messi, Martínez, González. 

Scaloni no sólo buscó quitarle presión a los futbolistas. También intentó sacarle algo de peso a Lionel Messi, que buscará por fin su primer título con la Selección. “Gane o no gane, Messi seguirá siendo el mejor futbolista de la historia. No necesita ganar un título para demostrarlo. Queremos ganar porque estamos hace 50 días concentrados para darle una alegría a nuestra gente. Lo de Leo pasa a un segundo plano”, afirmó el DT.

El seleccionador también relativizó que el partido se juegue en el Maracaná, el escenario ideal para el partido más emblemático que tiene el continente. “No hay que pensar que jugaremos en cancha de ellos, ni en un estadio mítico. Hay que pensar que es un estadio neutral. Habrá muy poca gente. Es como jugar en Santiago de Chile o Barranquilla. Así lo tenemos que enfrentar”. Por último, aseguró que no cambiarán el estilo de juego por tener a Brasil enfrente: “Nuestra manera de jugar todo el mundo sabe cuál es. Y la intentaremos plasmar también en la final. Pero no se puede dominar los 90 minutos. El rival juega. Lo importante será estar firmes cuando no podamos dominar”