Primero empezó como una duda. Luego como una preocupación. Y finalmente, con el resultado puesto, fue la confirmación de los temores. Lionel Messi, el mejor jugador del planeta, es el encubridor de un equipo apático, el responsable de que las fallas no hayan salido a la luz mucho antes. Argentina, cuando él no está, como anoche, tiembla. Y en ese contexto, Sergio Agüero, que en el Manchester City es figura, desperdició un penal y volvió a ser uno de los más criticados. Ni él ni sus compañeros pudieron tapar la ausencia por lesión del rosarino, quien desde España encendió su televisor y vio cómo el equipo de Bauza caía con Paraguay en Córdoba. Sintió, se cree, otra vez toda la responsabilidad en sus piernas.

“Tenemos que aprender –decía el Patón la mañana previa al desgarro del jugador del Barcelona- a jugar con y sin Messi”. Esa frase, ahora, 21 días después, resuena como un mantra. Argentina sin Messi es un puñado de grandes individualidades que, en el fragor de la ansiedad, no suele funcionar. Ninguno de los excelentes futbolistas que tiene la Selección en este contexto responde con autoridad, como sí los hacen en sus clubes. El caso del Kun, en ese sentido, viene a resumir el síntoma: goleador feroz en la Premier League, su actualidad en el combinado nacional está lejos de ser buena. Mucho tiene que ver la falta de juego de una Selección que en vez de facilitar el trabajo grupal lo que hace es magnificar cada error.

Sin Messi, en estas Eliminatorias, la Selección baja su efectividad a un 33 por ciento. La de este martes fue su séptima falta. Un triunfo, cuatro empates y dos derrotas es la dura estadística. Con él en la cancha, en cambio, asciende a un 100 por ciento producto de tres triunfos en la misma cantidad de juegos. «No hay excusas, erré el penal, salió todo mal. Ahora hay que levantar cabeza, otra no queda», fue el descargo de Agüero a una noche grupal para el olvido. «Tenemos -siguió- que darle para adelante».

A los 25 minutos del complemento, Bauza, al borde de la desesperación, juntó a cuatro atacantes: Agüero, Pratto, Higuaín y Dybala se movieron en la zona ofensiva. Por la banda izquierda, un poco más atrás, Di María. Mucha gente para tan poco fútbol. No hubo margen de reacción. Mascherano tuvo que tomar las riendas de la conducción. Como se suponía, no pudo.

Messi se desgarró el 21 de septiembre, ante el Atlético de Madrid, y podría volver este fin de semana ante el Deportivo La Coruña, en el Camp Nou. Estará para la próxima doble fecha de Eliminatorias, el mes que viene, cuando Argentina visite a Brasil y reciba a Colombia. A esta altura su regreso parece ser el único motivo para que la Selección termine el año, por lo menos, con un poco de oxígeno.