Con un gol y dos asistencias de Ángel Di María, el París Saint Germain venció por 3 a 0 al Leipzig alemán y se clasificó a la final de la Champions League, que se jugará el próximo domingo en Lisboa. El rosarino, que en los cuartos de final ante Atalanta debió cumplir con una fecha de suspensión, fue la gran figura del partido, por encima de las estrellas Neymar y Mbappé. En el equipo francés también jugó como titular el argentino Leandro Paredes, mientras que Mauro Icardi siguió el triunfo desde el banco de suplentes.

Di María llegó a París en agosto de 2015 después de que el grupo qatarí que maneja el club desembolsara unos 63 millones de euros al Manchester United. Luego destronado, el ex Rosario Central se convirtió en el futbolista que más dinero había movido en fichajes. En estos cinco años, el zurdo logró cuatro Ligue 1, cuatro Copas de Francia y cuatro Supercopas de Francia. Pero el que jugó ante el Leipzig fue su partido más trascendente: el camino a las semifinales se abrió con un preciso centro a la cabeza de Marquinhos, se allanó con un mano a mano bien definido por el Fideo y continuó con otro envío para que definiera el español Juan Bernat. El partido de Paredes, que jugó 83 minutos, fue bueno aunque menos lucido. Como sea, el trío que llevará al equipo parisino a la primera final de Champions League de su historia acrecienta el legado criollo que identifica al PSG desde hace más de cuatro décadas.

Desde el desembarco qatarí  hubo otras tres apuestas argentinas además de Di María, Icardi y Paredes. Javier Pastore llegó a mediados de 2011 desde el Palermo de Italia. Pasó siete temporadas en el equipo francés, en las que coleccionó títulos. Ezequiel “Pocho” Lavezzi arribó la temporada siguiente: pagaron 31 millones de euros al Napoli. Jugó 161 partidos, convirtió 35 goles y dejó un gran recuerdo gracias a su carisma. Giovani Lo Celso, acaso junto con Icardi, fue el que menos huella dejó en los últimos años: PSG lo compró a Rosario Central en 2016, a cambio de 16 millones de euros. Dos temporadas después pasó al Betis.

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(Foto: Twitter)

La tradición argentina se remonta mucho más atrás en el tiempo. Carlos Bianchi fue el pionero entre 1977 y 1979, cuando el club apenas tenía menos de una década de vida. Marcó 71 goles en 80 partidos y fue el goleador de la liga en ambas temporadas. Tan extraordinario fue el periplo de Bianchi por Francia que hasta el escritor Adolfo Bioy Casares lo incluyó en su literatura: en el cuento Nuestro Viaje (Diario de Lucio Herrera) describe una actuación del Virrey con la camiseta del Reims ante el París, que luego sería su equipo: “No hay un goleador como Bianchi”. Por esos años también jugó el defensor cordobés Ramón Heredia, zaguero que llegó a disputar el Mundial Alemania 74 con la camiseta argentina.

En la década del 80 hubo tres futbolistas argentinos que usaron los colores azul, rojo y blanco. Osvaldo Ardiles, campeón del mundo en 1978, llegó a París desde Tottenham en 1982. Apenas estuvo 14 partidos. El delantero Omar da Fonseca, surgido en Renato Cesarini y con paso por Vélez y Belgrano, también estuvo apenas una temporada en el club de la capital francesa. Gabriel Calderón, mediocampista que participó de los Mundiales España 82 e Italia 90, jugó 113 partidos en tres temporadas con el PSG.

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Más cerca en el tiempo, en los primeros años del siglo XXI, hubo otros cinco argentinos que pasaron por el finalista de la Champions League. Mauricio Pochettino disputó el Mundial de Corea Japón 2002 siendo el capitán del París Saint Germain, equipo en el que jugó entre 2000 y 2003 y dejó un gran recuerdo. Gabriel Heinze era su compañero en defensa en aquellos años donde compartieron plantel con un joven Ronaldinho. En la temporada 2002/03, el ex River y Racing Martín Cardetti también hizo su aporte: marcó ocho goles en 26 partidos jugados. Como ocurre en el plantel actual, fue una época en la que los argentinos tenían las puertas de París abiertas: a la temporada siguiente se sumó Juan Pablo Sorín, aunque su paso no dejó huella. El entrenador de River, Marcelo Gallardo, dejó un gran recuerdo en Francia por su paso por el Mónaco, pero también vistió la camiseta del PSG: fueron 31 partidos y dos goles en la temporada 07/08, dos años antes de volver al Millonario.

Ninguno de todos estos nombres ilustres logró lo que Di María: comandar al equipo parisino a la primera final de Champions League de su historia.