Lionel Messi y el resto de los campeones de América se pondrán este miércoles otra vez la camiseta de la selección argentina. No será en un amistoso sino en un choque oficial contra Italia, el ganador de la última Eurocopa, por la Copa de Campeones Conmebol-UEFA, y en el fantástico estadio Wembley de Londres. No habrá cámaras de televisión pero al día siguiente, el jueves, tres costureros que fabrican las camisetas de la selección que se venden en 20.000 pesos deberán ser reincorporados a sus puestos de trabajo en Villa Lugano luego de una decisión de la Justicia Nacional del Trabajo.

Tiempo publicó el caso a fines de marzo: casi todas las camisetas de fútbol que se venden en el país (de la selección y los clubes, de River, Boca o Independiente, de Adidas, Nike o Puma, de Rosario Central, San Lorenzo o Vélez) se fabrican en la empresa RA Intertrading. Según visibilizaron entonces sus trabajadores, muchos de sus 900 costureros (el 80 por ciento de ellos nacidos en Bolivia) ganaban 200 pesos por hora y 35.000 de básico. Con el aumento de la paritaria, el salario hasta julio llegará a 45.500 pesos y en noviembre, cuando se perciba el porcentaje estipulado para la última etapa del acuerdo, pasará a 54.250.

Pero como algunas de sus camisetas costaban entonces 17.000 pesos (la oficial de Boca ahora aumentó a 19.000 pesos), la cuenta inevitable fue que necesitaban trabajar un mes para comprarse dos de las remeras que ellos mismos confeccionan en tiempo récord. Una línea de 10 o 12 empleados produce entre 400 y 500 camisetas al día. Por protestar contra esos “sueldos de hambre”, como los definieron los costureros, la empresa despidió a seis de ellos a comienzos de marzo, incluidos delegados gremiales.

Le siguieron marchas con diferentes consignas: “contra los despidos”, “por un salario igual a la canasta familiar”, “en contra de la violencia laboral”, y a favor de “condiciones de trabajos dignas” y de la “reincorporación de todos los compañeros”. El caso no salió en los medios hegemónicos: se sabe que las camisetas y los pantalones son la locomotora principal de la millonaria industria de la indumentaria deportiva.

Pero la buena noticia de este lunes fue que una medida cautelar de la Justicia Nacional del Trabajo ordenó la inmediata reincorporación a sus puestos de trabajo de tres de los despedidos, Gerson Rodríguez, Roger Torrez y Raúl Gaguillo Choque, y el pago de los salarios caídos desde su despido hasta el día de su efectiva incorporación. Mientras continúa el trámite de los juicios de reinstalación iniciados por otros dos de los compañeros despedidos, Rodríguez, Torrez y Gaguillo Choque se presentarán mañana a trabajar en la puerta de ingreso a RA Intertrading.

“Con estos fallos la Justicia ha reconocido la evidente ilegalidad de los despidos de estos legítimos representantes de los trabajadores de RA y miembros de la Comisión de Reclamos electa en nuestra Asamblea General, en represalia por su rol en la gran lucha por el salario que libramos en febrero y marzo pasados. Las maniobras de la patronal en conjunto con el SOIVA, para tratar de amedrentar y descabezar la organización obrera  en nuestra fábrica han sufrido un golpe”, publicó la Comisión de Reclamos de los trabajadores de RA Intertrading.

“Lo logrado da nuevo impulso a la unidad y la organización de los trabajadores de RA que es hoy más necesaria que nunca para luchar  por un salario digno, contra los feroces ritmos de producción  y por el fin de los abusos de jefes y encargados. El jueves 2 de junio los compañeros se presentarán en puerta de fábrica exigiendo que la empresa acate la orden judicial y los reincorpore de inmediato a sus puestos de trabajo”, agregó el comunicado, mientras los medios comenzarán a tallar, en las próximas semanas, sobre la camiseta argentina para el Mundial.