No es un fin de semana cualquiera para el fútbol argentino. Por primera vez desde el inicio de la era Fox-Turner como dueños de la televisación de Primera, quienes quieran ver los partidos de la Superliga tendrán que pagar un extra. Hasta ahora, los abonados al cable podían elegir la versión standard, liberada. Ya no. Se estima que se vendieron entre 650 y 800 mil de los paquetes de $ 300 adicionales para ver fútbol. El dato de los primeros dos meses muestra que la mayoría del universo, por ahora, no se inclinó a desembolsar más dinero: hay 14 millones de hogares con televisión en la Argentina y once de ellos tienen cable. El fútbol restringido, ya sin concesiones, se puso en marcha una semana después de las elecciones de medio término. Y la resistencia, por otro lado, llega desde abajo, desde el Ascenso. 

Por unos segundos, Mario Jaidar deja la cabina del estadio León Kolbowsky. «Gritalo con fuerza. Yo me voy», dice antes de salir. Adentro quedan Ezequiel Butti y Sebastián Pagano, dos de los integrantes de Platense a lo ancho. Jaidar, en cambio, forma parte de Atlanta te sigo y prefiere ver el penal desde afuera. Pero no hay grito de gol: Rodrigo Lugo le ataja el penal a José Vizcarra en la última jugada del primer mini-tiempo de once minutos. Atlanta y Platense continúan 1-1 en el partido postergado el 9 de agosto en el medio de tormenta eléctrica. Jaidar vuelve a la cabina y comenta el entretiempo. Pagano también. Es la primera vez que dos medios partidarios comparten la transmisión de un partido vía streaming. Es también la primera transmisión oficial de Medios Partidarios Unidos (MPU), organización que agrupa a más de 30 clubes del Ascenso que defienden –y realizan– emisiones gratuitas de fútbol. Sucede en simultáneo con la puesta final del pague para ver. 

La idea de compartir la pantalla surgió a partir de una limitación: por Twitter, se enteraron de que la Policía de la Ciudad permitiría el ingreso de dos periodistas por medio y sólo si habían estado en el partido suspendido. Las transmisiones por streaming precisan por lo menos tres personas para cumplir las distintas tareas. En el grupo de WhatsApp de MPU, sugirieron que se juntaran los hinchas de los diferentes clubes en una sola transmisión. Atlanta te sigo aportó un relator y un camarógrafo mientras que Platense a lo ancho sumó al relator y a otro comentarista. «Lo primordial era hacerlo sin desactivar la pasión que existe cuando se hace un trabajo partidario», cuenta Jaidar. El desafío era, por caso, aguantarse el gol del rival como el que le dio la victoria a Atlanta. «No pasó nada porque hay mucha buena onda», dice Lucas Merlos, operador técnico de Platense a lo ancho. 

La iniciativa tuvo alcance en las redes sociales apenas unos días antes de que se terminara de sepultar la televisación abierta en Primera. El regreso del fútbol pago había llegado antes a la B Nacional: en febrero de 2016 fue Tele Red Imagen SA (Trisa) la que volvió a ser la dueña de la pantalla de la segunda categoría. El desembarco un año después de Fox-Turner en Primera les dio impulso y en marzo pasado intentaron imponer restricciones a las transmisiones por streaming. Pero encontraron una oposición que, además, se empezó a organizar bajo la cuenta @MPUnidosOk, el germen de MPU. 

En agosto pasado, la agrupación tuvo su primer encuentro en Ferro y desde entonces sigue en pleno crecimiento. «El fútbol es de los hinchas y de los socios de los clubes originados con el fin de congregar a gente del barrio en diversas actividades sociales», dice Hugo López, de Pasión por Instituto. «La gratuidad es una de las características principales de la organización. Entendemos que cumplimos una función social como medio y aportamos nuestro granito de arena para un fútbol libre», sintetiza Pacho Cerpa, de Vivo por Los Andes. 

La transmisión en Villa Crespo asoma como el comienzo de una práctica extendida. El viernes, Ferro Web y ParesTV compartieron la pantalla durante algunos minutos del 2-0 de Ferro frente a Flandria. La idea es que MPU sirva como una red para poder completar el equipo periodístico en el caso de que un medio no pueda viajar con todos los integrantes a los distintos puntos del país. «Los chicos de Aldosivi no pudieron venir a Córdoba y compartimos el link de la transmisión», ejemplifica López. La agrupación, además, ya tiene presencia en gran parte del país y en diferentes categorías como la C, la B Metro y la B Nacional. Faltan participantes de Primera. Hay algunos vínculos y consultas. Aunque Fox-Turner hace meses que desarrolla un plan agresivo para detectar y frenar cualquier contenido que se pueda reproducir sin pagar. Y los clubes, en general, prefieren evitar problemas con los nuevos dueños del fútbol y con el dinero que reciben por la cesión de los derechos. «Los últimos años crecieron mucho los intereses televisivos y han ido oprimiendo el interés genuino de los clubes», analiza López. Si bien por ahora el radio de acción sólo abarca el Ascenso, MPU aparece como una resistencia en el contexto privatizador del fútbol. «La esencia es la solidaridad con el que no puede pagar una entrada o no puede ir a la cancha porque no hay público visitante», explica Jaidar y marca otro punto de origen de las emisiones: transmitir los partidos que, además de no ir por tevé, tienen prohibido el ingreso de los visitantes.

Ayer por la noche, representantes de unos 30 medios se volvieron a reunir en Radio Gráfica, parte de la  cooperativa Patricios, donde discutieron una serie de ejes sobre los que seguirán trabajando colectivamente. Uno de los puntos fue la posibilidad de avanzar en una plataforma común en la que pueden subir la agenda de las distintas transmisiones, los goles y los resúmenes de los distintos partidos. También hablaron para consensuar un criterio acerca de las transmisiones. «Queremos darle un carácter propio y unificador»,  explica Cerpa. 

Desde la agrupación, coinciden en que el fútbol gratuito es un derecho. Es el espíritu con el que alumbró la comunión entre los distintos clubes y lo sostienen incluso ahora que se necesita un abono para disfrutar del fútbol. La esencia que los reúne, dice López, no cambia: «La responsabilidad de los medios partidarios es ser la voz de los hinchas que no se puedan expresar».