Esta semana tomó estado público un dictamen de la Subsecretaría de Ingresos Públicos que, con el respaldo del Ministerio de Economía y la AFIP, estableció la exención del pago del impuesto a las ganancias sobre diversos adicionales de convenio. La medida, según fuentes oficiales, beneficia a cerca de 600 mil trabajadores registrados cuyos haberes, sin computar esos adicionales, quedarán por debajo de los $ 404 mil que se fijaron como piso de ganancias en la última actualización y, por ese motivo, ya no serán alcanzados por el impuesto.

La disposición que se conoció establece la exención de adicionales como los bonos por productividad, fallos de caja, movilidad y viáticos, horas extras y adicionales por rotación de turnos y otros conceptos de naturaleza similar. Con un acuerdo en esa sintonía se había podido cerrar, luego de meses de conflicto, la paritaria de los trabajadores bancarios que, en los hechos, inspiró esta medida.

La decisión contó con el beneplácito de la cúpula de la CGT. Héctor Daer, uno de sus secretarios generales, señaló enseguida en su cuenta de Twitter: “desde la CGT acompañamos la rápida respuesta del Gobierno para resolver nuestro pedido al ministro de Economía Sergio Massa, para exceptuar diferentes adicionales convencionales del cómputo en el cálculo del impuesto a las ganancias para todos los trabajadores”.

En declaraciones a AM 750 se pronunció en el mismo sentido otros de los triunviros de la CGT, Carlos Acuña, que celebró que “este Gobierno dio una respuesta que le otorga una ventaja al trabajador” e incluso aprovechó para ratificar su apoyo y alineamiento con el ministro de Economía Sergio Massa asegurando que «siempre apoyo al compañero Massa» y ratificando que «tiene que ser el candidato».

Sin embargo, la medida no logró convencer a otros dirigentes sindicales de gremios que se ven afectados directamente por el impuesto y que, al igual que los bancarios, han venido sosteniendo medidas en reclamo de anulación de ese impuesto sobre los salarios o, al menos, la implementación de mecanismos para la restitución de ese descuento.

De hecho, el mismo martes un plenario de secretarios generales de los sindicatos que integran la Federación Marítima Portuaria y la de la Industria Naval de la Argentina (FEMPINRA) conducida por el ex secretario general de la CGT, Juan Carlos Schmid, resolvió un plan de lucha con medidas ascendentes por considerar la medida «insuficiente». En un comunicado se lamentaron porque las autoridades no convocaron a una negociación a los trabajadores afectados por el impuesto y apuntaron contra la decisión del Palacio de Hacienda de otorgar “un tratamiento especial a otros sectores de la economía” en referencia al Programa de Incremento Exportador (PIE) que establece un dólar preferencial de $ 300 para las exportaciones agrícolas.

El plan de lucha tendrá un carácter escalonado y progresivo. Roberto Coria, secretario general del sindicato de Guincheros, en diálogo con Tiempo explicó que “lo primero es que queremos participar en las negociaciones. No está claro cómo va a ser la aplicación de la disposición. Estas modificaciones lamentablemente no llegan a la totalidad de los trabajadores afectados. A un 70% de los trabajadores del sector no los alcanza”. Por eso, Coria señaló que “reclamamos que se modifique el impuesto. Debería eliminarse porque el salario no es ganancia y, si hay modificaciones, queremos que sean de fondo”.

Sobre el plan de acción Coria explicó que “iremos ‘in crescendo’ porque esto no se soluciona con una sola medida. Habrá demoras en la entrega de contenedores y colas de camiones. Es la única herramienta que nos queda».

La Federación de Trabajadores del GAS tampoco desactivó las medidas que tiene planificadas contra la aplicación de este impuesto.

Entre los empleados estatales la medida tampoco logró apaciguar los ánimos. Leonardo Fabré, titular de APOPS gremio que representa a los trabajadores de ANSES señaló a este diario que “no tenemos la letra de la ley. No sabemos si afecta al Estado”. Con todo, el dirigente que mantiene un vínculo con el ministro de Economía desde su paso por el organismo, explicó que “no alcanza con eximir los adicionales. Esto no se arregla con parches. Son nada más que intenciones de un gobierno que está desesperado, no veo que esto sea la solución de nada. Con dirigentes proclives a arreglar cualquier cosa se puede coincidir coyunturalmente, pero no arregla nada”.

Fabré explicó que “no hemos firmado la paritaria más allá de que, respecto a salario, (Fernanda) Raverta nos dio más de lo que pedíamos. Pero por más aumento que den, por el otro lado lo descuentan por ganancias. Un buen dirigente sindical no lo puede aceptar. No estamos para ficciones, es un problema de fondo y hay que arreglarlo. Algunos puede que acepten estos parches, nosotros no lo hicimos en 2014 y menos lo vamos a hacer ahora”.